Capítulo 7. Recompensa

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Capítulo 7. Recompensa.


Se encontraba recostado en la cama de su habitación. Seung Hyun leyó por décima vez la parte que le interesaba del contrato, todo lo demás eras palabras aburridas.


Si aceptan el contrato, se comprometen a:

-Ser responsables y puntuales en la elaboración del trabajo.

-Ser respetuosos con su compañero.

-No indagar en la vida privada del otro.


Con respecto al ámbito sexual:

-Se realizará la copulación cuando el trabajo este al 50%completado.

-Se mantendrá en un plano carnal.

-Prohibido involucrar sentimientos de cariño, afecto o amor.

La finalización del contrato será cuando se presente y exponga exitosamente el trabajo.


Leía una y otra vez esa parte, analizando muy delicadamente cada palabra,hasta que una luz se encendió en cerebro. Una sonrisa de satisfacción se reflejó en su rostro. Ahí tenía su respuesta. En un principió le había sentado como una patada en culo que Jiyong hubiera llegado con lo del contrato, pero lo que más le interesaba de él era precisamente eso, que se hacía el difícil.

Hasta el momento obtenía todo lo que quería porque los demás se lo ofrecían demasiado rápido, no se oponían a él y eso ya le resultaba aburrido. Jiyong, encendió algo dentro de él que había perdido. Que le hablarán mal, que lo rechazarán o que lo mirarán fríamente, nadie había echo eso y de alguna retorcida forma, le gustaba. Lo hacía salir de su monotonía, lo hacía sentir vivo.

Pensó cómo debía realizar correctamente lo que se le había ocurrido. Lo mejor sería ser responsable y esforzarse verdaderamente en que el trabajo fuera un éxito, para así poder exigir su recompensa. Se levantó de la cama, se dio una ducha rápida y se vistió, haría una parada en un sitió al que hacía muchos años no iba, la biblioteca.


****


Por fin tenía el cuerpo del castaño debajo del suyo, con la respiración agitada, empezando a sudar, con los labios hinchados y un leve sonrojo que se asomaba en sus mejillas. Era hermoso, no, más que eso, era su dios griego.

Seung ya se había desecho de la camiseta azul marino que llevaba Jiyong. Se encontraban en la cama. El castaño recostado en ella y Seung encima de él, mordiendo y chupando sin parar, los pezones. Se enganchó a ellos como una fiera, haciendo que se pusieran duros y rojos, volviéndolos más sensibles al tacto. Mientras, su mano libre frotaba de arriba a abajo, por encima de los vaqueros, con un poco de fuerza, el miembro ya erecto del otro.

Era algo divino, sentir como Jiyong se retorcía debajo suyo, escuchar como su respiración agitada pasaba a un leve jadeo. El castaño se encontraba con los ojos cerrados. Sus manos agarradas de las sábanas negras, se posaban a ambos lados de su cuerpo. Seung había emprendido su viaje de besos y lametones por el torso del menor, toco cada parte de éste. Mandando, con cada toque, ciento de sensaciones deliciosas que hacían vibrar a Jiyong.

Siguió su camino hasta llegar al cinturón, el cual quitó con desesperación, al igual que los vaqueros. Se agachó y mordió el miembro del castaño por encima de los bóxer blancos, sintiendo en las papilas gustativas, el sabor amargo y salado del presemen que ya había mojado los bóxer.

Con fecha de caducidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora