Capítulo 9. Iguales

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Capítulo 9. Iguales.


A Seung le pareció insólito que el castaño fuera a buscarlo. Llevaban días sin hablarse. Y aunque el pelinegro quería acercarse para pedir disculpas y solucionar todo, siempre que quería dar un paso para ello, Jiyong huía. Sin mencionar que ni siquiera lo miraba. Tal hecho hacía que sintiera un sabor amargo en la boca que todavía no había sido capaz de descifrar.

El pelinegro dejó pasar al castaño. La manera en que lo había mirado era un poco rara. No sabría decir con exactitud que veía. Era una mezcla de rabia, dolor, anhelo. Jiyong entró y se dirigió a la silla en la que normalmente se sentaba.

Seung no tardo en seguirlo y se sentó frente a él- Me alegra tu visita-Le sonrió, intentando calmar el ambiente pesado que se había formado entre los dos.

Jiyong abrió el maletín y saco el fólder con las hojas del trabajo- Hoy he ido a las empresas a las que teníamos que preguntar. En todas han dicho que un chico apuesto, alto, con el pelo negro, ya había ido a realizar las mismas preguntas. ¿Qué has estado haciendo, SeungHyun?

Como siempre Jiyong era tan directo y gélido- He estado realizando el trabajo.

-¿Por qué lo has hecho a mis espaldas?- Preguntó un poco alterado.

-Cálmate, Jiyong- Seung dio un suspiro- Tu ni siquiera me mirabas. Pensé que nunca más me ibas a dirigir la palabra, así que tenía que hacer algo para poder conseguir tu perdón. Por eso he estado realizado lo que habíamos planeado con el trabajo.

-No tenías que hacerlo. Era algo que teníamos que hacer los dos. Yo quería hacerlo contigo.

-¿Hacerlo conmigo?- Lo miró pícaramente.

-¡Seung! Estamos teniendo una conversación seria.

El mayor rió- Eso quiere decir que me ibas a perdonar- La tensión en sus hombros se había disipado. Ahora se sentía relajado. Tanto, que podía empezar a molestar otra vez al castaño.

-Sí. Después de darte una patada en los huevos iba a perdonarte-Seung se tapó por auto-reflejo. Jiyong sonrió- Ya no lo voy a hacer,no te preocupes- Miró fijamente esas orbes negras y profundas- He pensado en algo mejor.

Seung levantó una ceja en modo de interrogación- Todo a su tiempo, baby. Ahora enséñame que es lo que has estado haciendo.

El pelinegro se levantó y cogió las hojas con la información de una estantería. Se las entregó a Jiyong y éste las miró muy atentamente. Después de eso estuvieron hablando un rato sobre el trabajo y de cuál sería el siguiente paso a seguir.

El pelinegro había hecho un gran trabajo reuniendo toda la información. Era mejor de lo que había imaginado. Y otra vez se le venía la cabeza la pregunta del por qué siendo tan inteligente tenía ese comportamiento en la universidad. Muy pocas personas podían seguirle el ritmo de conversación a Jiyong. Y Seung lo hacía perfectamente.Se notaba que sabía de lo que hablaba.

Terminaron su charla- Jiyong, déjame disculparme otra vez por lo que paso el otro día. Realmente actué mal. Los siento. No volveré a hacerlo-Pronunció en voz baja con arrepentimiento. En otras circunstancias no habría vuelto a pedir perdón. En realidad nunca lo había hecho tantas veces. Pero en esta ocasión dejó su orgullo atrás. No quería estar más tiempo alejado del castaño.

-Seung he estado pensado mucho. Todos estos días no he dejado de pensar y penar. Pero por más que lo hiciera no tenía nada claro-Habló calmadamente mientas se levantaba- Pero hoy al venir aquí llegue a mi conclusión- Empezó a acercarse lentamente hacía donde estaba el otro- Ver salir a esa chica tan guapa de tu habitación a esta hora hizo que abriera los ojos- Llegó hasta donde el otro y se sentó con las piernas abiertas sobre sus rodillas. Lo miró fijamente. Seung estaba hipnotizado por esos ojos color caramelo.Había echado tanto de menos esa mirada- Tú siempre dices que quieres disfrutar de mi cuerpo. Ahora soy yo el que quiere disfrutar de tu cuerpo.

Con fecha de caducidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora