Capítulo 11. Un poco más

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Capítulo 11. Un poco más.


Ese sábado no iba a ir a trabajar, ya había hablado con Youngbae y no tenía ningún problema. Iba a pasar del día completo con Seung Hyun. Habían quedado a las diez de la mañana, el pelinegro iría a recogerlo a su casa. A las once tenían la cita con el presidente y el lugar en el que se alojaba quedaba un poco alejado. Después se dedicarían a reunir la información y averiguar con qué otras compañías extranjeras podían comunicarse.

Jiyong no había podido dormir en absoluto. Tenía demasiadas cosas en la cabeza que le impedían conciliar el sueño. Sobraba decir que todas esas cosas estaban relacionadas con Seung. Todavía no se podía creer de donde sacó el valor para decir esas palabras. Le había dicho al pelinegro que experimentaran juntos. La vergüenza le llegó de golpe. ¿Cómo lo miraría a los ojos?. Respiró profundo. Todo saldría bien. Solamente tenía que actuar como normalmente lo hacía.¿Y cómo actuaba normalmente?. Su cerebro había hecho cortocircuito de tantos pensamientos.

Se dio una larga ducha. El agua fría caía por encima de su cabeza y empapaba todo su cuerpo. Las gotas resbalaban sobre su piel haciendo que los vellos se erizaran. Esa sensación le encantaba. Lo tranquilizaba.

A las diez en punto sonó el timbre. La puntualidad del pelinegro era algo que le gustaba al castaño. Al principio dudo en darle la dirección de su casa, pero con otro tanto de valentía al final lo hizo. En realidad, pocas veces dormía allí. La mayoría del tiempo dormía en la casa de Youngbae, así que solo sus amigos cercanos conocían esa dirección. ¿Eso quería decir que consideraba a Seung como un amigo?. No lo sabía, pero a pesar de toda la incomodidad que se podía formar entre los dos, Jiyong de cierta forma se sentía seguro al lado del otro, por eso, cada vez quería conocer más de él.

Abrió la puerta y sonrió por inercia al ver parado al pelinegro frente suyo. Vestía con unos vaqueros oscuros y una camisa manga corta rosa claro. Siempre vestía tan sencillo, pero se veía realmente atractivo. Tendría que estar prohibido ver con rosa a Choi Seung Hyun.

Jiyong tenía pensado salir a penas abrió la puerta pero antes de poder cruzar hacía afuera Seung habló- ¿Y no me vas a enseñar tu casa?- Jiyong lo miró estático sin moverse. Seung ya estaba entrando.

- No hay mucho que mirar, además, tenemos prisa- Dicho eso salió y el pelinegro lo siguió haciendo un puchero.

- Y yo que pensaba que habíamos llegado a otro nivel por eso me diste tu dirección. ¿Qué hacer con mi corazón roto?- Su tono y movimiento eran una mezcla de broma y seriedad. ¿Pero cuál era la real?

- No seas tonto- Dijo Jiyong mientras reía bajito. Lo mejor era pensar que era una broma y lo otro era fruto de su cansancio- Otro día con más tiempo te la enseñó. De todas formas no voy mucho, así que hay pocas cosas.

- ¿Por qué no vas?- Todo el tono de broma había desaparecido de su voz.

- Porque es una casa un poco grande para mí, además me queda lejos del trabajo y la universidad- Contestó sin vacilar pero Seung intuyó que había algo más que eso, pero no quiso insistir más y simplemente asintió susurrando un entiendo.

Durante el viaje estuvieron hablando sobre el trabajo. Los dos estaban muy emocionado con eso. Les iba a quedar genial, aunque tuvieran que invertir más esfuerzo y tiempo de lo planeado. Pero todo valdría la pena.

Llegaron al lugar indicado un hotel en medio de un bosque. Por donde quiera que se mirará estaba rodeado de naturaleza. Era algo precioso.Cuando bajaron y fueron a recepción directamente los llevaron a una de las habitaciones, que al parecer era una biblioteca. Cuando entraron la morena de ojos verdes estaba sentada en una de las mesas. Al verlos se levantó e hizo una reverencia. Jiyong se puso rojo cuando la reconoció y recordó la escena que había montado.

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⏰ Última actualización: Oct 03, 2016 ⏰

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