Capítulo 4. Serás mío

135 20 7
                                    

Capítulo 4. Serás mío.

Seung se despertó de buen humor ese domingo por la mañana, por fin había encontrado a su dios griego, y en donde menos se lo imaginaba. En un primer momento el castaño negó conocerlo, tenía que admitir que eso le dolió un poco, nadie podía olvidar a Choi Seunghyun. Así que fue un poco insistente, la verdad nunca se había doblegado así ante nadie, pero después de tanto buscarlo no iba a dejar que se fuera así de fácil.

A plena luz del día era mucho más hermoso de lo que recordaba. Su cabello castaño que vagaba libremente por su cabeza. Sus bellos ojos color caramelo que lo miraban intensamente, igual a como recordaba. Esos finos y esponjoso labios color rosado. Su blanca y tersa piel. Realmente le gustaba.

Después de que los acompañantes del castaño se retiran pudieron hablar un corto periodo de tiempo, y habían quedado en verse esa noche para cenar, aunque claro, Seung pretendía hacer con él algo más que cenar. Estaba ansioso de que llegara la noche, quería volver a tocar, chupar y lamer ese cuerpo.

El castaño no quiso decirle su nombre, le dijo que podía llamarlo G-Dragon, bueno eso era mejor que nada y seguramente más adelante se lo diría, total iban a tener mucho tiempo en la intimidad.

El pelinegro no estaba acostumbrado a que le dijeran que no. Absolutamente todo lo que quería lo tenía y Jiyong se había vuelto uno de sus caprichos e iba a hacer todo lo inimaginable para tenerlo de nuevo gimiendo en sus brazos.

Se encontraba sentado en su enorme comedor viendo el desayuno servido. Un poco de fruta, wafles, cereales y café, pero de nuevo se encontraba solo, ya que su padre se había vuelto a ir a un viaje de negocios. No le gustaba estar en esa enorme casa cuando no había nadie, de echo odiaba comer solo, así que cogió su móvil y llamó a su amigo.

-¡Hyung!

-Hola Ri, ¿qué haces?

-Me estoy preparando para ir al gimnasio, ¿quieres venir?

-Sí, nos vemos allá en quince minutos.

Colgó el móvil y sin probar bocado de lo que estaba servido se dirigió a su habitación para coger la mochila con la ropa y toallas para ir al gimnasio.

Habían tenido dos duras horas de ejercicios, hacia un par de días que no iba así que su entrenador se puso muy serio ese día con el entrenamiento. Se sentía agotado pero realmente bien. Cuando entró en el vestidor vio a Seungri sentado en una banca, solo con una toalla envolviendo su cintura mirando fijamente el móvil.

-¿Por qué no has entrado a bañarte? -Seungri sorprendido al escuchar la grave voz de su amigo levantó la mirada y sonrió.

-Te estaba esperando para que nos bañemos juntos, hyung- Contestó. Seung lo miró levantando una ceja, seguidamente escuchó la ruidosa carcajada del otro- Anda desvístete rápido.

-Bueno, solo por esta vez voy a dejar que veas como me quito sensualmente la ropa para ti- Dijo mientras empezaba a moverse de forma rara y a quitarse la ropa. Seungri no paraba de reír por la forma tan graciosa que bailaba.

-Realmente dañas el momento- Pronunció en medio de una risa mientras se levantaba y entraba en una de las duchas individuales.

Seung sintió que algo le estaba pasando a su amigo, por eso intentó ser gracioso y hacerlo reír. Desde el día de ayer después de recogerlo había estado actuando raro. Lo veía muy cabizbajo para ser él. Solo esperaba a que después se lo contara.

-¿Quieres ir a comer algo?- Preguntó Seung cuando entraron en el coche. Los dos ya se habían duchado y cambiado- No he comido y muero de hambre.

Con fecha de caducidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora