In My Veins

Capitulo 3 "Infarto"

~Daryl Dixon~

Estaba cansado, demasiado, me tenía harto el bullicio desconsiderado que el grupo se cargaba desde ya un buen tiempo, calculo que eran las 5 o talvez las 6 – ¡Cállense joder! ¡Tengo que hacer guardia en la noche maldita sea!

Estaba demasiado irritado, odiaba sus patéticos temas, por eso siempre preferí hacer mi campamento lejos de todos, pero esta vez Rick me obligó a lo contrario, con el argumento de que era mejor que todos permaneciéramos cerca unos de otros, puesto que seguíamos vagando sin rumbo alguno, en cierta medida tenía razón, pues sabe que soy uno de los pocos que sabe manejar armas y atacar cuerpo a cuerpo sin cometer estupideces, en el grupo solo Glenn y yo éramos de su confianza para ese tipo de cosas, ya que Hershel a pesar de saber manejar armas aún se detenía de atacarlos, Shane era un puto lunático que atacaba a lo bruto, tenía puntería, pero gastaba municiones innecesariamente al igual que Andrea, Maggie sabia manejar armas pero su puntería era un asco y bueno, estaban los otros inútiles que comenzaban a aprender a como siquiera cargar un puñal...

Salí molesto de mi tienda con mi ballesta en mano sigilosamente, no quería que me vieran y alguien quisiera seguirme, ya estaba cansado de sus malditas voces.

Caminé sin un rumbo fijo por el bosque, maté uno que otro caminante, hasta tuve la suerte de cazar una ardilla, me gustaba deambular solo, lo disfrutaba muchísimo, únicamente tenía que preocuparme de mi propio trasero. Pasó un buen rato y comenzó a oscurecer -¿Las 8?

Estaba dispuesto a regresar cuando de pronto escuché el grito desesperado de una niña, no lo pensé dos veces y salí corriendo en busca de la pequeña dueña de aquel alarido, cuando llegué al origen ví un grupo de 5 caminantes alrededor de algo, al parecer su cena –Mierda- Apunte con mi ballesta y le clave una flecha en el cráneo a dos de esas cosas, corrí hacia uno de los caídos, saque mi flecha y esta misma se las clave a los restantes ahora con mi mano.

Me acerque hacía la cena de estos y era una niña, o al menos lo que quedaba de ella, estaba agonizando, tenía todo el estómago abierto, estaba con mordeduras en todas sus extremidades y su cara bañada en sangre. Suspiré hondo, sacudí la cabeza y me lleve la mano a la frente, me sentía mal por ver como termino aquella cría, pero sobre todo por no haber llegado a tiempo.

– Es hora de hacer lo que se debe hacer Daryl- Dije con pesadez para mí mismo. Tomé una de mis flechas y se la clavé en el cráneo.

Los arboles comenzaban a bailar al son del viento, comencé a observar lo que tenía a mi alrededor hasta que vi algo que me llamó la atención, era una cerca, camine hacia ella para descubrir lo que resguardaba y paré en seco al ver de lo que se trataba

-Joder- me asombro ver aquella magna estructura de lo que había sido una prisión. –Es perfecta.

Me dispuse a regresar lo antes posible al campamento y contarles sobre mi descubrimiento, era un buen lugar para resguardarnos. Estaba casi a un cuarto del camino cuando escuché pasos apresurados pronunciándose por las hojas secas del bosque – No es un caminante.
Estaba demasiado cerca del campamento y eso era peligroso. Apunte aquella sombra con mi ballesta, ya que al parecer aquel ser  no se había percatado de mi presencia, talvez por el ruido descomunal que el mismo provocaba. Lo alcance sigilosamente, me puse a unos 5 metro detrás de él sin dejar de apuntarlo

-¿Quién eres y que mierda haces aquí?- pregunte con el tono más amenazador que pude emitir.

No hubo respuesta, aquel ser se dio la vuelta rápidamente sin precaución alguna y se dirigió a un paso mucho más apresurado que el anterior, estaba preparado para dispararle cuando por fin hablò.