Capitulo 11 "Día de m#?rd#"

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Rick Grimes
~*~

Despejé mi mente de esas ideas insanas que el rubio me provocaba el verlo así, bajé la mirada unos segundos para después volverla a él y caminar en su dirección a paso lento, cosa que le sorprendió.

-Contesta Daryl ¿Qué te paso en la espalda? – volví a preguntar.

El cazador me desvió la mirada mientras un rojo tenue se apoderó de sus mejillas.

-No me gusta hablar de eso Rick, por favor no me preguntes – contestó el rubio con seriedad.

Lancé un pequeño suspiro y lo miré directo a sus azules, estos transmitían dolor, talvez debido a que aquellas cicatrices le traían recuerdos muy amargos; entonces entendí que no debía meterme más en eso y dejarlo a mi imaginación.

-De acuerdo Daryl – Asentí, dejando así el tema por la paz.

Permanecí parado frente aquel semidesnudo hombre pensando en las posibilidades de esas cicatrices. -¿Accidente? ¿Pelea callejera? ¿Secuestro? ...¿Violencia intrafamiliar? – Había tantas posibilidades y todas eran desastrosas, una peor que la otra -¿Qué tanto sufriste cazador?

-Rick...- me nombró el rubio sacándome de mis pensamientos. - ¿Podrías irte?.. Necesito terminar de ducharme... – pidió el rubio apenado.

-Oh, claro yo... lo siento, sí ahora me voy – balbuceé.

Giré dándole la espalda a Daryl quien escuchaba como volvía a abrir el grifo. Me dirigí a los vestidores y me senté a esperar que este terminara su "privada" ducha en unas regaderas comunitarias. Reí ante aquel pensamiento y deduje que talvez al rubio le incomodaba que lo vieran desnudo, lo que no sabía es si era a causa de sus nobles o de sus cicatrices.

Escuchaba aun el sonido de la regadera donde Daryl se encontraba, comencé a imaginarlo como Dios lo había traído al mundo, así justo como lo vi hace unos instantes. Traté de recordar cada centímetro de él que había visualizado, sus brazos marcados, su ancha espalda, sus bellos mechones goteando, incluso la forma de sus cicatrices, pero sobretodo ese blanco trasero que el rubio se cargaba. –Es hermoso.

Divagué en mis propios pensamientos hasta que el sonido del agua cayendo cesó. Regresé de nuevo en mis cinco sentidos y reaccione a lo que había estado imaginando, pero sobretodo caí en cuenta que estaba excitándome imaginarlo así. Posé mis codos en mi regazo y mi frente en mis manos. -¿Por qué me excita pensar así en el cazador? ¿Me estaré volviendo gay?

Talvez no me estaba volviendo gay, talvez sí, pero de lo que estaba seguro era que la abstinencia sexual que tenía era en cierta manera responsable de esos impulsos. Llevaba bastante tiempo que no tenía contacto sexual con Lori ni con nadie, ni siquiera había sido capaz de darme atención yo mismo.

-Un hombre necesita descargarse sexualmente- Pensé.

Pero a pesar de eso no podía digerir la idea de acosarme con Daryl, él me excitaba sin siquiera provocarme, además se suponía que una de las razones de nuestra "relación" era la distracción, sin embargo nunca me creí capaz de llevar esa "distracción" a algo carnal. Daryl seguía siendo un hombre y yo alguien heterosexual, casado y con hijos. Un dilema interno entre mis deseos más sucios hasta mi moral comenzó a explotar mi mente.

-Rick ya he terminado por si quieres ir a ducharte tú también – interrumpió mi disputa interna el cazador ya vestido mientras se terminaba de secar el cabello con la toalla. -¿Todo bien?

-Ah...sí, gracias Daryl – contesté distraído.

Me levanté junto con mi ropa, jabón y toalla dispuesto a ir a las regaderas.

In My VeinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora