Yo también tengo mi historia de amor

Capítulo 1

Entramos al boliche, luces, humo, todavía falta que llegue algo de gente y al lado de la entrada del baño de hombres un grupo de chicos cuyas caras me son conocidas. Laura y yo nos ponemos a saludar, están Franco, Juli, Dani y cuando terminamos sale alguien del baño, otra cara conocida, pero sólo por fotos, es Román estuvimos hablando por mensaje dos semanas y recién hoy lo veo por primera vez, salió abrochándose el pantalón. Mire para abajo sin querer, aunque lo tapó su remera, ojalá nadie lo haya notado.

Laura y yo bailamos mientras todos ellos van y vienen paseando por todo el boliche, Laura dijo que Román es lindo opino lo mismo pero ella no se tiene que dar cuenta, por eso digo "algo". Es algo diferente a como se veía en las fotos. ¿Por qué será?. Entonces los chicos vuelven a pasar y Román que iba al final se queda parado mirándome, definitivamente le gusto. Yo también lo miro y al mismo tiempo escucho a Laura.

-¡Fíjate como te mira!-Pero tengo que hacer como que no me importa y como que no veo que hay de tras de todo eso.

-Sí, no se que onda.

Y por un rato sigo mirando esa carita de nene, es eso lo que me gusta de él, esa carita de nene chiquito. Aunque en realidad es chiquito, solamente tiene trece años, sin embargo es muy grandote para su edad, parece de catorce o quince, tal vez dieciseis. No, eso es mucho para esa carita ¿Tendrá más de trece?. No creo yo no me sacaría años.

Entonces noto lo raro en su postura, la cabeza de lado, demasiado de lado, debe haber tomado mucho antes de venir. Pero dice que no así que tiene otra cosa, mejor no pregunto, no quiero saberlo o más bien confirmar lo que pienso.
El resto de la noche la pasamos bailando juntos con Laura y gente que llegaba a saludarnos y se quedaba a hacernos compañía, un incidente con mi brazo y el cigarrillo de Román que me provocó dolor y luego mucha ternura al sentir sus manos en mi cuerpo. Se sintió muy mal por haberme quemado.

Al final de la noche después de que todo había sido perfecto, en un instante en el que Laura salió a ver a Manuel, su novio, viene Franco a hablar conmigo. Otra vez lo de siempre, que lo perdone, que nunca más me va a mentir. No quiero que me siga buscando si sabe que en realidad no quiere estar conmigo ni yo con él, y Román al lado nuestro mirándome con esos ojitos marrones. Necesito escapar, salir del lugar, si Laura estuviera allí eso no estaría pasando porque Franco sabe que ella no lo dejaría molestarme y además ella es enorme incluso más que Franco o que romi, pero no está. Que nervios, no quiero que piensen que seguimos juntos y como si fuera poco me agarra del brazo para que no me vaya, forcejeamos un poco y miro a Tomi, que vino junto con él y se paro a nuestro lado, en señal de auxilio pero no obtengo respuesta. Por eso me rindo, sedo ante él, lo beso con muchísima vergüenza porque cuando Román pregunto si eramos novios le dije que no hablábamos desde hacia una semana y a Tomás lo mismo, solo quiero que estos últimos desaparezcan y así lo hizo romi. Un final fatal para una noche que hasta ese momento me llenó el alma.