Capítulo 14.

4 0 0
                                    

Román me cuenta cosas sobre Ámbar, dice que nunca antes había estado con una chica mayor que él como lo es ella. Por mi parte, hago comentarios un poco pesimistas como: "No es la gran cosa, solamente tiene la misma edad que yo " o "Parece un mapache. Fíjate en esas ojeras, para mí que se droga" - haciendo referencia a los ojos mal delineados de la chica que se ven en las fotos que él muestra - y por supuesto el indebido "Yo soy más linda".

Mis ánimos no están para felicitar a las nuevas parejas del momento - tampoco me dí el lujo de sentirme culpable porque la relación sólo duró una semana -. Lo bueno es que poco a poco y con el paso de los meses mi humor fue mejorando, sin pastillas, sin alcohol y durmiendo mucho más de lo necesario para que descanse el cuerpo. Volví a ser la de antes y a reírme de todo.

Un día Román me pide la contraseña de mi facebook "para poder escribir algo en mi muro porque esta aburrido". No debería dársela - es algo muy personal - pero no creo que haga nada malo, lo máximo que hará será leer algunas conversaciones. Le doy mi contraseña a cambio de la suya.

Le conté a romi que un chico me está molestando en facebook, pidiéndome mi número y escribiendome a diario aunque yo no le respondo. Romi me pregunta si se puede hacer pasar por mi novio para que me deje en paz, quiero ver como me defiende y le doy permiso. Él desempeña bien su papel, el que me molestaba se disculpó y dijo que no va a volver a escribirme.

Días después Román vuelve a hacer lo mismo con otro chico. Esta vez sin mi permiso. Fingiendo estar enojada por ello le digo: "No tenías por qué tratarlo mal. Era un conocido mío y yo creo que estaba bromeando". A lo que respondió: "Es un bobo, yo también lo conozco y seguramente no era una broma".

Ese día fue el primero, pero no el último, en que trató mal e incluso bloqueó a quienes me decían que les gustaba o me invitaban a hacer algo. Auquella situación no me molestaba, sin embargo yo deseaba hacer lo mismo con cualquiera que le escribiera a él y nunca tenía la oportunidad.

Más a todo le llega su hora, una noche le escribí a romi y me respondió una chica, sí una chica. Me preguntó quién era y qué relación tenía con romi, muy celosa pero mantenido la calma le dije: "Soy su novia y no se quién sos vos ni que haces con el celular de mi novio" a lo que ella respondió: "Pregunté porque te tiene agendada como cosita" - hacía algo de tiempo que nos llamábamos así entre nosotros y yo jamás imaginé que me había agendado de esa forma - y después agregó: "Soy Daiana". La hostigué un poco más hasta que la conversación cambio repentinamente con un: "¿Qué hiciste?", era romi otra vez, al parecer Daiana lo abofeteó y se fué. No pude más que ser plenamente feliz.

Lastimosamente el incidente vivido con Daiana se repitió una mañana con otra "amiga" de romi. Yo le estaba dando los buenos días como de costumbre y alguien me escribió tratándome mal porque le había hablado a Román, mis celos incontenibles me llevaron a responder con una furia inusual en mi persona, aunque en el fondo sospechaba que quién me escribía no era más que Román. Afortunadamente aquella fué la última vez que pasó algo parecido.

Yo también tengo mi historia de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora