- Buenos días niños.
- ¡Buenos días profesora Anita! (saludaron en coro los pequeños de la clase de segundo grado).
Los niños volvían después del receso de mitad de año; La profesora saludo, les dio la bienvenida y para romper el hielo les pregunto sobre sus actividades durante el receso, y así se fue la primera hora de clase. Cuando sonó el timbre para la segunda hora la cosa se puso seria y la profesora Anita pronuncio las palabras menos favoritas de la pequeña Rafaela.
- Bueno mis niños: "LA TAREA".
Y mientras los demás niños sacaban un escrito en hojas blancas bien presentado, en la ultima silla de la fila de en medio Rafaela preguntaba preocupada a sus compañeros:
- ¿Cuál tarea?... ay no, ¡el cuento!
- Ay Rafaela... ¿otra vez se te olvido la tarea? - con odiosa voz un sarcasmo salto de la boca de una de sus compañeras con suficiente volumen para llegar a los oídos de la profesora, quien de inmediato se acercó hasta el pupitre de la pequeña olvidadiza.
- A ver Rafaela, entrégame tu tarea (con la dulce sonrisa que caracterizaba a la profesora Anita) -ay Rafaela no la hiciste ¿verdad?
Rafaela era una niña de siete años, inteligente y audaz, con una especial habilidad para olvidar todo lo que no representara diversión. No era una mala estudiante pues le encantaba leer y saciaba la curiosidad característica de los niños de su edad devorando libros, pero era muy inquieta y hablaba mucho en clase, siempre preguntando todo sobre todo y dando su opinión, pues el "desafortunado" efecto de leer para los niños, es que desborda su imaginación y despiertan un voraz apetito de conocimiento.
A pesar de ser una niña extrovertida, Rafaela no tenía muchos amigos, pues la mayoría de los niños la consideraban algo extraña; Amarraba sus zapatos de forma distinta cada dìa, tenía un libro sobre diferentes formas de atar los zapatos y le encantaba practicar, era dueña de un hermoso cabello castaño con lindas ondas y muy brillante, pero a diferencia de las demás niñas que lucían sus cabelleras con un peinado diferente cada día, ella siempre lo recogia, pues su cabello suelto le impedía correr y jugar por doquier; además parecía siempre dispersa, como inmersa en otro mundo pero la verdad es que prestaba atención a todo lo que pasaba a su alrededor, cada que la profesora la veía mirando por la ventana de inmediato le tomaba la lección y Rafaela casi siempre acertaba en sus respuesta y cuando no lo hacía atiborraba a la profesora con un sinfín de preguntas hasta que el tema le quedara bien claro. En definitiva era una niña sumamente extraña para la mayoría de sus compañeros.
Siempre rompía las reglas, pero a su manera, se salía a propósito de las líneas al pintar, ya que le incomodaba que el arte tuviese restricciones, escribía las letras de forma poco convencional siempre de abajo hacia arriba y no como suele hacerlo la mayoria, no hacia sus ejercicios de matemáticas en casa si el tema le había quedado claro en clase, pues consideraba innecesario hacerlo ya que tenía una mente divagante y en casa le tomaría más tiempo estudiar algo que ella sabía que ya sabía, por ultimo no ponía una sola respuesta en las preguntas de sus exámenes ella acostumbraba a poner la respuesta correcta según lo aprendido en clase acompañada de su propia "teoría". Ser una niña única poco con convencional ocasionaba burlas de parte de sus compañeros, pero a ella eso no le importaba, tenía su propia personalidad y aun tan pequeña le encantaba ser como era, no quería cambiar para nadie, sus padres aprobaban su forma de ser y esa aprobación era toda la seguridad que Rafaela necesitaba.
En su casa no era habitual ver televisión , su padre solía decirle:
- "mi linda, eres como un libro de paginas en blanco, jamas permitas que nadie más que Tù escriba en él; para escribir necesitas imaginar y la televisión te roba la imaginación".
Por lo que Rafaela no tenia idea del personaje favorito de sus compañeros y no sabia como se llamaba la serie de moda; lo que la Concordia entonces en una niña extraña ante los ojos de los demás niños, y al no saber nada del programa de moda no era invitada por los otros niños a jugar con ellos, pues no sabría cómo actuar,y los niños solo querían jugar a hacer lo mismo que veían en la tele.
Pero, no hay que sentir pena por nuestra pequeña protagonista pues una o dos veces por semana sus padres hacían una excepción a la televisión y veían juntos una película o programa cuidadosamente escogido para fomentar un tema que enseñara algo útil a Rafaela, y por la falta de amigos no sufría, ella no necesitaba muchos, contaba con un selecto grupo de tres amigos que le seguían la corriente en todas las aventuras que se le ocurrían y eran mas que suficientes amigos para esta pequeña extraña para la mayoría de niños.
- ¡ay! Rafaela no la hiciste ¿verdad? ( insistiò la profesora Anita)
- s...i la hice, pero...( respindiò la pequeña distraida)
-pero... ¿qué? ( replicò ya algo molesta la profesora)
-debí dejarla en casa, pues ya revolqué mi maleta y no está, ¿la puedo traer mañana?, si es con menos nota no importa - (dijo con una sonrisota en la cara la niña a la que los números en sus calificaciones no le importaban más que lo que había aprendido).
- oye Rafaela, pues hoy es tu día de suerte, pensaba pedirle a alguno al azar que pasara a leer su cuento, pero te voy a hacer un favor para que no saques menos nota. - (Respondió la profesora Anita con una picara mueca en su rostro).
- ¿quiere que lea el cuento de alguno de mis compañeros?, con mucho gusto lo hago seguro que hay alguno interesante.
- no Rafaela, quiero que pases al frente y nos cuentes a toda la clase el fantástico cuento que escribiste y que desafortunadamente olvidaste en casa.
-pero...es que no es lo mismo profe, además no se si puedo recordarlo todo.
-claro que no, eso no va a pasar, si lo escribiste debes recordarlo.
La pequeña Rafaela asintió con la cabeza, se levantó de su puesto y camino lentamente hasta donde estaba el tablero del salón , trago saliva y se giró de cara a la clase.
En realidad Rafaela no había hecho la tarea, durante el receso se olvidó por completo de la escuela, en cuanto abriera la boca no había marcha atrás, miro por unos segundos a sus compañeros la mayoría de ellos murmuraban y se burlaban, lógico a ella no le importaba, por un momento pensó en decir la verdad, pero vio hacia atrás y allí estaban sus tres amigos con una gran sonrisa y sus pulgares levantados, a ellos no podía defraudarlos, entonces sucedió...
Rafaela lo dijo:
-"había una vez..."
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Olvide La Tarea; "El cuento de Rafaela".
RandomComo fue tu niñez? Esta es la historia del bicho raro del segundo grado, sobreviviendo a uno de esos dias donde, Olvidaste... la TAREA!!!. Seguro fuiste a la primaria y seguro fuiste el payaso de la clase, tal vez eras el nerd, la bonita o el favor...