Olvide La Tarea; "El cuento de Rafaela".

Parte 5 con todos mis amigos

La razón de este nuevo personaje (el gallo) es que Rafaela se había dado cuenta de que podía involucrar de una forma muy disimulada a cualquiera de los que estaban en el salón para crear cualquier personaje, ya había tomado al niño gritón y a su amigo consentido para crear a Chirosa, y a otro de sus amigos para el señor ratón Pan Con Mermelada, pensó que si ya había incluido a dos de sus amigos y a un niño que ni siquiera le agradaba en su fantástica historia, debía traer un personaje inspirado en su otro amigo y así sería más divertido,   pues no debemos olvidar que nuestra pequeña protagonista era tan extraordinaria que solo tres maravillosos niños tenían el honor de contar con tan peculiar amiga . 

El señor gallo estaba inspirado en el juguete favorito de su amigo, el cual era un gallo con relleno de espuma, lo tenía desde que era un bebé, este juguete ya estaba gastado, su cresta estaba negra por que le había caído betún y le hacía falta una pata, en cambio tenía un injerto que la abuela del niño la señora Gertrudis le había hecho con un palito de paleta para que pudiera seguir de pie. Nadie más que Rafaela sabía sobre este juguete pues su amigo era todo un deportista y el pícaro payaso de la clase por lo que no querría que nadie supiera de su lado tierno; este juguete significaba mucho para él pues era un regalo de su abuelo quien habría fallecido cuando el niño apenas tenía tres años.

Así que, mientras los demás encontraban extraña la idea de este gallo viejo, el amigo de Rafaela estaba disfrutaba mucho de este nuevo personaje, tanto que pidió a la profesora Anita que por favor lo dejara sentarse en un pupitre vacío que había enfrente de su amiga para escuchar mejor la historia; normalmente la profesora no cedía a las peticiones de este niño pues era muy inquieto y hablaba mucho en clase haciendo chites todo el tiempo, pero lo vio tan interesado y que estaba tan callado que le permitió sentarse al frente.

- Adelante Rafaela continua. – dijo el niño sentado al frente de su amiga con una gran sonrisa.

- si claro – respondió Rafaela y siguió narrando. – el viejo gallo cascarrabias les contó a Chirosa y Loreto que tenía una pata de palo porque había estado en mil batallas para defender al reino y en la numero 999 una bala de cañón le había quitado la pierna. (Auch!, ¡guáchala!, ¡uy eso me dolió hasta a mí!, fueron algunas de las expresiones provenientes de los compañeros de Rafaela al escuchar como el gallo había perdido la pierna).

- entonces... - continuo la pequeña levantando un poco la voz – una insecto palo que se llamaba Gertrudis y que era muy amiga del gallo al verlo convaleciente en pleno campo de batalla dejo su hogar entre las grandes flores y uso el mágico néctar de una orquídea para convertirse en una pierna de palo para su amigo el gallo, desde entonces eran "inseparables" y aunque con su nueva pierna cojeaba lo importante era que podía caminar, este gallo era muy valiente y alcanzo a su batalla numero mil pero con esa pata de palo se había vuelto lento y torpe para luchar, ya no podía servir al ejercito del reino, por lo que decidió irse a vivir en los jardines, no le gustaba que sintieran lastima por él en reino y como nadie más sabia que su pata de palo era su amiga la insecto palo, lo creían loco al escucharle hablar todo el tiempo con su "pata de palo". Viviendo en los jardines solo con su amiga que convertida en pata de palo no podía hablar con él, este gallo se había convertido en un viejo amargado, su único amigo parlante era el señor ratón Pan Con Mermelada a quien también creían loco en el reino por su historia de príncipe encantado y le habían exiliado hace algunos años a vivir en los jardines por tratar de besar a todas las damas del reino. 

-muuua, el ratón besucon!! - entre risas decían las niñas del salón.

Rafaela decidió que por el momento no quería más personajes en su cuento pues se extendería demasiado, pero además estaba en otro de esos momentos con la mente en blanco y de no sabía qué hacer con sus cuatro personajes, ya los había descrito, contado sus historias y lo más importante ya los había juntado a todos en el mismo lugar, lo que seguía era guiarlos a todos a tener una aventura, pero, ¿Cuál sería?, a pesar de que la niña había leído muchos cuentos no quería plagiar ninguno de estos. 

En ese preciso momento un sonido que resulto mágico para nuestra pequeña cuentera, fue salvada por la campana, tan entretenido estaba el cuento que nadie se había percatado de que había pasado una hora. Al sonar el timbre se empezó a escuchar una rochela afuera del salón pues era el receso de diez minutos que daban todos los profesores a sus alumnos para tomar un respiro e ir al baño, entonces la profesora Anita envío a sus estudiantes a descansar unos minutos como los demás, pero antes de salir les dijo:

- recuerden niños que son diez minutos no más, al regreso continuaremos con el cuento de Rafaela. 

La pequeña niña ya no quería parar pues estaba feliz de como todos disfrutaban de sus ocurrencias, pero el pequeño descanso le caía muy bien para renovarse y pensar en cómo continuar su historia. Mientras paseaba por el patio del colegio Rafaela vio a unos niños reunidos alrededor de una canal de desagüe, cuando se acercó a ver lo que sucedía quedo encantada, la noche anterior había caído una fuerte lluvia y aun corría agua por las canales, por lo que los niños habían hecho barquitos de papel para jugar en los diminutos ríos que corrían por las canales del patio.