Parte 4 soy un príncipe encantado

31 4 0
                                    

-El elegante ratón, se sentía ,muy apenado de tener que dar explicaciones a los dos pequeños amigos - seguía contando Rafaela - así que se tomo unos segundos, respiro profundo y respondió: 

- bueno, es que el grito que escucharon, fue por mi culpa, verán es que yo Pan Con Mermelada, en realidad no soy un ratón.

- ¿a, no?, entonces ¿qué es? señor Pan Con Mermelada.- le cuestiono Chirosa muy exaltada.

- yo soy...soy el príncipe de este reino, pero estoy encantado y solo el beso de una dama romperá el hechizo, pero ninguna dama ha querido besarme en cuanto ven mis enormes orejas, mis grandes dientes y mis puntiagudos bigotes salen despavoridas.- fue la explicación del señor Pan Con Mermelada.

- ¿un príncipe encantado? Y ¿por qué es un ratón y no una rana? – volvió a preguntar Chirosa

- si, ¿a-ca-ca-so los príncipes no se co-con-vierten en ranas?- pregunto Loreto.

- pues sí, pero cuando me hechizaron  pronunciaron mal la palabra rana y en cambio dijeron "serás una rata", y como soy demasiado guapo no quede como rata sino como un lindo y elegante señor ratón. - dijo muy presumido el señor Pan Con Mermelada.

Los compañeros de Rafaela y su profesora estaban encantados con este cuento que cada vez se ponía más interesante, y la forma en que la pequeña interpretaba a sus personajes tenia a todos con un agradable dolor de barriga de esos que no quieres que se te quiten. Cada personaje en este cuento era más gracioso e interesante que el anterior definitivamente la pequeña Rafaela era todo un personaje, una gran niña, una niña muy extraña para los demás niños, pues mientras ella desarrollaba su imaginación e intelecto con los libros, los otros niños inhibían su imaginación y limitaban su intelecto con horas frente al televisor que como decía el padre de Rafaela "la televisión te roba la imaginación" les robaba la imaginación y de paso el encanto de ser niños, encanto que si poseía esta pequeña, quien continuaba con su historia.

- ¡ay por favor! Pan Con Mermelada, no le digas esas mentiras a estos dos ingenuos.

de repente Rafaela cambio el tono de voz y puso un acento como de general o de un padre mandón enfadado y metió un nuevo personaje en el cuento, así sin más, sin avisar. La pequeña explico a sus sorprendidos espectadores, que mientras  el señor Pan Con Mermelada, Chirosa y Loreto charlaban, en la copa de una de las enormes flores del jardín espiando estaba un viejo gallo gruñón. Luego de la corta pero sustanciosa explicación la niña continuó.

- el viejo Gallo descendió de la flor rápidamente y empezó a dar vueltas alrededor de ellos. Era un gallo poco agraciado con las plumas todas desordenadas, un enorme pico, su cresta era de color negro, mantenía las alas en la cintura, los ojos entrecerrados y cojeaba pues una de sus patas era de palo, todos guardaron silencio expectantes de lo que pudiera hacerles este viejo gallo, hasta que cansada de la forma en que este los observaba Chirosa le pregunto:

- ¿Qué le pasa señor, por qué nos mira tanto?

- no se preocupen así es él – dijo el señor Pan Con Mermelada – es un viejo amargado y le gusta asustar a los demás, ¿ven esa pata de palo?, la ha tenido desde que lo conozco nadie sabe porque pero el asegura que... - en ese momento fue interrumpido bruscamente por el viejo gallo.

Rafaela ponía sus manos en la cintura, fruncía el ceño y cojeaba para dar vida a su persnaje.

- esta, pata de palo se llama Gertrudis y espero que la traten con el mismo respeto que a mi si quieren seguir con vida. – repuso el viejo gallo.


Olvide La Tarea; "El cuento de Rafaela".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora