Parte 3 hasta el mas callado.

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 – el mejor amigo de Chirosa era un...un loro, pero no cualquier loro, este era un loro ta-ta-tar-tamudo y su nombre era Loreto– dijo graciosamente la Rafaela.

Lo del loro tartamudo se le ocurrió porque en una de las paredes del salón había pintada la imagen de un loro  y junto a este la palabra LORITO escrita con letra borrosa casi no se podía ver bien lo que decía,al intentar leerla la primera vez que estuvo en el salón ella tartamudeo y de hecho parecía que decía Loreto en vez de lorito así que Rafaela decidió que el loro tartamudo se llamaba Loreto. La profesora Anita disimulando la gracia que le causaba la idea de un loro tartamudo aclaro a la clase que no debían burlarse nunca de nadie por ser tartamudo o por tener cualquier otra condición fuera de lo convencional, sin embargo permitió a Rafaela conservar su personaje ya que era solo un cuento. 

– cundo Loreto escucho lo que Chirosa pensaba hacer intentó convencerla de quedarse, pero ella era muy necia y no cambio de parecer, entonces, el loro ta-ta-tar-tamudo (las risas de los niños eran incontenibles al escuchar como Rafaela imitaba al loro tartamudo) empaco una pequeña tula y decidió acompañar a Chirosa en su viaje, pues él la quería demasiado y no se perdonaría si algo malo le sucediera. – al escuchar sobre la decisión del loro Loreto al unísono se escuchó un suspiro en el salón de Rafaela. – entonces sin más los dos amigos partieron. 

Ahora Rafaela "estaba en su elemento" pues leía tanto y veía tan poca televisión que su imaginación estaba muy desarrollada, así, mientras avanzaba en su improvisada historia se hacía más fácil deslizar su mente por cada rincón del salón en busca de material para seguir construyendo el cuento.

 – Caminaron toda la tarde hasta adentrarse en los inmensos jardines que rodeaban el mágico reino, y caminaron tanto que solo hasta que se puso el sol se dieron cuenta de que estaban muy lejos de casa, aunque había caído la noche estaba todo iluminado pues como dije al principio, en los jardines había insectos enormes entre ellos luciérnagas, luciérnagas enormes y brillantes – (la audaz Rafaela había notado que en uno de los estantes del salón  donde guardaban sus manualidades estaban unos faroles en forma de luciérnaga os cuales habían hecho en la clase de artes antes del receso). – estas luciérnagas hacían las veces de faros ambulantes, Chirosa y su amigo Loreto nunca antes habían estado en  los jardines del reino pues se decía que cosas extrañas pasaban al interior de estos y que sus habitantes eran extraños, pero ante semejante espectáculo de luces los dos amigos quedaron tan fascinados que no les importó nada de lo que habían escuchado en el reino sobre los jardines.

- oye Rafaela!- interrumpió de pronto una tímida voz

- ¿si? – contesto la niña

- y esas luciérnagas, ¿eran buenas o malas?

- ummm... estas luciérnagas eran buenas, solo hacían su trabajo que era iluminar los jardines en la noche y además embellecerlos.

- ah! Eran como los bombillitos en el árbol de navidad?.

- pues no lo había pensado pero, si, eran como los bombillitos de los árboles de navidad.

- genial, me encanta este cuento, y que bueno que las luciérnagas son buenas me preocupaba que algo malo le pasara a Chirosa y a su amigo el loro ta-ta-tar-tamudo. – el cuento de Rafaela era tan interesante que había hecho que el niño más tímido del salón quien permanecía callado la mayor parte del tiempo participara sin siquiera pedírselo, e incluso había hecho que los demás se rieran cuando imito al loro ta-ta-tar-tamudo. 

– adelante Rafaela sigue contándonos. – termino el pequeño timido.

- sí, bueno, ¿en qué me quede? – no debemos olvidar que Rafael era un poquito distraída.

Olvide La Tarea; "El cuento de Rafaela".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora