Parte 6 Rafael

32 3 0
                                    

Rápidamente transcurrieron los diez minutos de receso y el timbre sonó para indicar que era hora de volver a clases. Rafaela como de costumbre no tenía prisa de volver al salón pues afuera había un hermoso paisaje de coloridos jardines así que a paso lento llego a su salón.

- Rafaela ¿porque tardaste tanto?, mira, tus compañeros ya están en sus puestos impacientes a la espera de que termines de contarnos ese fascinante cuento que has escrito pero que des afortunadamente olvidaste en tu casa. - reclamo de una dulce manera la profesora Anita a la niña. Y entonces con todos adentro y en silencio Rafaela tomo su lugar en frente del tablero.

- si Rafaela apúrate por favor - reprocharon con angustia sus compañeros.

Rafaela se disponía a continuar con su historia, pero estaba cansada de estar en pie, así que tomo un batuco que usaban para alcanzar los materiales de los estantes y muy seria se acomodo frente a toda su audiencia, de esta manera le dio un aire de misterio a la escena, pero no tardo en dibujar su característica sonrisa en su rostro y prosiguió con el cuento.

- bueno pues, quedamos en que mis cuatro personajes, la niña de trapo Chirosa, su amigo el loro ta-ta-tar-tamudo, el señor ratón Pan Con Mermelada y el viejo gallo... de quien por cierto no les he dicho su nombre aun -la niña se quedó pensando y de repente dijo a la clase - bueno la verdad es que no recuerdo que nombre le puse así que dejare que alguno de ustedes me ayude con eso; todos los niños levantaron la mano y gritaban ¡yo! ¡yo! ¡yo!, Rafaela los miraba a todos pero no se decidía por ninguno, hasta que, miro al fondo del salón justo en un rincón estaba la profesora Anita con su mano levantada, Rafaela no titubeo ni un momento para darle la palabra a su profesora, pues tenía una inmensa curiosidad de saber que nombre se le podría ocurrir a ella.

- tal vez sea un nombre cursi como juan, pepito o pedro, son los nombres que siempre usa en los ejemplos de matemática - pensó la pequeña.

- me gustaría que el gallo se llamará...se llamará...- la profesora le puso suspenso al asunto, mientras los niños soltaban tímidas carcajadas a la espera del nombre. - me gustaría que ese viejo gallo amargado se llamará... ¡Rafael! - entonces al pronunciar semejante nombre todo el salón se llenó de risas, Rafaela en cambio abrió sus enormes ojos negros tanto como pudo, la profesora Anita al ver la expresión en el rostro de la niña le pregunto:

- ¿no te gusta ese nombre Rafaela? , no quiero ofenderte, si no te parece solo dímelo.

- no, claro que no profe es... ¡es perfecto, es usted una genio! - respondió la niña encantada.

- como no se me había ocurrido, ya tengo a mis amigos en este cuento solo faltaba yo, que bueno que la profesora Anita sea tan inteligente.- pensó Rafaela.

-entonces compañeros, profesora Anita continuare con mi historia - retomo la pequeña - ya reunidos todos los personajes se conocieron mejor durante ese día, y Chirosa y Loreto habiendo escuchado las historias del elegante señor ratón Pan Con Mermelada y del viejo gallo amargado Rafael (nada había hecho reír tanto a la clase como imaginar a Rafaela que era tan peculiar convertida en un gallo viejo y cascarrabias). - decidieron compartir su historia también. Luego de escuchar atentamente a los dos amigos los comentarios del viejo gallo y del elegante señor ratón no se hicieron esperar:

- ¿cómo que quieres ser un mimo? - pregunto el viejo gallo Rafael.

- si eso quiero, sé que puede parecer tonto, pero es lo que quiero.- contesto Chirosa.

- no niña no es para nada tonto, ese es un lindo deseo, si es lo que quieres hacer hazlo, no te pueden obligar a ser algo que no quieres ser, ni siquiera tu abuelo. - dijo muy seriamente el señor Pan Con Mermelada.

- pues gracias, ojala mi abuelo pensara igual, haría lo que fuera por que el creyera en mí.

- oye nada de eso, solo necesitas que una persona crea en ti y esa persona eres tú. - volvió a decir el elegante señor ratón.

- además si no confías en ti, ahí tienes a ese loro amigo tuyo, muy tartamudo pero muy valiente, se arriesgó a venir contigo para que cumplas tu deseo. - refunfuño el viejo gallo.

- o-o-óigame señor, aunque no fuera ta-ta-tartamudo soy mu-muy valiente. Así que po-por-favor omita el hecho de que soy ta-ta-tartamudo cuando se re-fi-fiera a mí. - repuso muy molesto Loreto al sentirse menos preciado por el comentario del viejo gallo Rafael.

- ya tranquilo Loreto, la intención del viejo no es la de ofender a nadie, es solo que él no es muy bueno con sus habilidades sociales - aclaro rápidamente Pan Con Mermelada al ofendido Lorito.

- muy bien e-espero que no se re-e-pita. - dijo Loreto mirando fijamente al viejo Rafael. Mientras este permanecía callado, muy molesto por el reproche de Loreto, pues el viejo cascarrabias no estaba acostumbrado a los reclamos, o mas bien no estaba acostumbrado a tratar a las personas de manera amable.

En todo este relato como era su costumbre Rafaela se movía de un lado a otro para darle vida a todos sus personajes y adentrar cada vez más a sus espectadores en la historia.

- bien, ¿y ahora que están tan lejos de sus casas en el reino, que es lo que piensan hacer? - pregunto el señor Pan Con Mermelada muy intrigado a Chirosa y Loreto.

- bueno... pues no lo se, creo que mi plan era huir de mi casa lo mas lejos posible del abuelo.

- pues abre los ojos y mira donde estas niña, esto ya es bastante lejos. - dijo el viejo Rafael quien aun seguía molesto por el reclamo del loro Loreto.

- pu-pues ya veremos, e-eso no es asunto su-u-yo. - replico Loreto.

todos los niños estaban concentrados en Rafaela, atentos a los cambios de voz y de ademanes en su narración.








Olvide La Tarea; "El cuento de Rafaela".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora