Sorpréndeme (Rubius y Tú)

Capìtulo 3 ~ Dolor

- ¡Papá! Estoy de vuelta del trabajo.- Dije cerrando la puerta.

- Que bueno hija, ¿Sabes? Justo necesito ir a comprar algo al almacén.-

- Papá, el almacen está cerrado a esta hora.- Sabía adonde iría a parar todo esto. Mi padre se gastaba todo el dinero que yo ganaba en comprarle costosas joyas a su prostituta favorita. Oculté rápidamente mis 50 euros en el bolsillo.

- ¿Que traes allí?- Dijo mi padre.Coño, me había visto. Apreté los billetes en mi bolsillo.

-No es nada, sólo un papel.-

Mientras me daba vuelta para irme de la habitación mi padre agarró fuertemente el brazo.

- Papá me haces daño.-  le dije mientras sentía cómo las lágrimas se asomaban por mis ojos. Él empezó a apretarme la muñeca, podía sentir cómo mi muñeca se volvía morada por la falta de circulación.

- ¿Que traes allí? ¡Dámelos!-

Mi mano se movió temblorosa hacia mi bolsillo y saqué los 50 euros que me había dado Rubén.

-Así me gusta,mmm... ¿Me los vas a dar verdad?- Dijo mirando avidamente los billetes.

- P-pero...eran para mi cumpleaños- Dijé mientras las lágrimas escurrían por mi mejilla.

-¡No llores! ¡Ya no eres una niña pequeña, no necesitas celebrar tu cumpleaños! Además, enserio crees que alguien vendría a tu cumpleaños, ¡No tienes amigos!- rió mi padre mientras me arrebataba los billetes de la mano. Salió disparado de la puerta y yo empecé a llorar desconsoladamente. Corrí a encerrarme en el baño. Abrí el cajón y observé la Gillete que descansaba en él.

                                      *

Miré la sangre escurriendo por mi brazo, el dolor físico no superaba el dolor que sentía dentro de mí. Me sentía sola, nadie me apoyaba en este mundo. La única persona que me había querido se había ido. Limpié la sangre de la Gillete y de mi brazo, y mientras me atragantaba con mis silenciosos gritos me quedé dormida.