Sorpréndeme (Rubius y Tú)

Capítulo 19 ~ Cigueña a la vista

Caminaba por el apartamento, ya vació. Me sentía cómo en una de esas peliculas depresivas donde la prota se muda de casa y pasa su mano sobre las cajas apoyadas en el suelo. Le sonreí al apartamento una última vez y agarrando mis maletas y bolsos cerré el apartamento. Bajé las escaleras haciendo ruido con mis pesadas botas de cuero. El conserje me miró apenado mientras agarraba la llave.

- Señorita McCarthy...-

- ¿Si?-

- Estoy seguro de que todo se resolverá.-

- Gracias, Henry. Eso espero.-

Me encontraba en un café barato, tratando de no escupir el café con sabor a aceite de motor. Nescafé, seguro. No me alcanzaba para más, de todas formas. Pagué el café y arrastrando mi maleta recorrí las calles de Madrid en busca de un hotel que no me costara demasiado. Logré encontrar un Hostal bastante barato, sin embargo solo tenía para hospedarme allí menos de una semana. A pesar de mis ahorros. Mierda. Mierda. Y otra vez mierda. Mi mano temblorosa buscó el paquete de cigarrillos.

-¡ Mierda!- susurré al comprobar que estaba vacío - ¿No habrá una farmacia o un almacén cerca de aquí?- pregunté al recepcionista. El retorció el pelo de su enorme lunar y mirándome con sus ojos negros, negó con la cabeza.

- El más cercano está a más de un kilómetro- sibiló.

- Vale, gracias.-

Cargué mis maletas hasta el 5 piso de ese horrible y sucio hostal. Al entrar a la habitación suspiré. El rojizo tapiz no combinaba con el cubrecama de mal gusto. Una mancha de lo que parecía café adornaba la cortina. ¿Cómo narices haces que el café te salte hasta la cortina?

Apoyada en el borde de la cama comía desesperadamente mis uñas, o lo que quedaba de ellas. El estrés me ponía rara, es verdad, pero esta vez se le sumaba mi dependencia al cigarillo que no consumía hace ya dos días. Ahora habría dado cualquier cosa por un mísero cigarro, incluso uno de mala calidad. Mi teléfono vibró y casi me caí de la cama en el afán de agarrarlo.

- ¿Hola?- ansimé.

- ¿______?- la voz de Vane llegó a mis oídos cómo una música celestial.

- ¡Vane! ¡No tienes idea de cómo necesitaba oír tu voz!- grité por el celular.

- Vale, pero cálmate.- me reprochó ella- Ahora, ¿Que narices pasó que estás tan alterada?-

Tomé un suspiro y comenzé desde el principio.

*

- Así que ¿No tienes donde quedarte?-

- No...-

- Mira, eres mi mejor amiga.-

- Eso lo sé.-

-... Pero...-

- Te prometo que mo seré una molestia, Vane porfavor. Necesito un lugar donde quedarme, es temporal.-rogué

- Yo no tengo problema con hospedarte, el problema es que ya no tengo casa.-

-¿Que?¿Como que no tienes casa?-

- No, me mudé. Con Pierre.- Suspiró- No hay espacio para tí en nuestro apartamento actual...además...-

-¿Además que?- grité enfadada

- No te enojes...-

Tomé un respiro.

- Vale, ¿Que pasa?-

Al otro lado de la línea se oyeron... ¿Sollozos?

- ¿Vane?¿Estás bien?-

-S-si...-

- Vane me estás preocupando ¿Que es?-

- Yo...-

¿Que estaba pasando? Vane era una persona abierta, no tenía miedo de decir las cosas como estaban... algo estaba mal.

- Estoy embarazada.-

La noticia llegó cómo un ladrillo a mi cabeza.

-¿Que?- logré decir después de tragar el nudo que se había formado en mi garganta.

- Eso. Estoy embarazada. El test salió positivo hoy.-

- Vane, los test se pueden equivocar... No necesariamente tienes que estar... ya sabes- traté de consolarla.

- No se equivoca cinco veces...- suspiró.

Un silencio de varios minutos me hizo preguntarme a mi misma si Vane seguía allí.

- ¿Vane?-

No contestó, pero pude oír varios sollozos del otro lado de la línea.

-¿Es de Pierre?-

- Si...- Ahora podía oír su llanto.

- Vane, no llores. Una nueva vida es una bendición, no algo por lo que llorar.-

- Pero tengo 19, ______. Y Pierre no se quedarà conmigo cuando se lo cuente.-

- Lo hará. Estoy segura.- Dije- Tómate tu tiempo para decírselo. Estoy segura de que comprenderá.-

- ¿Tu crees?-

- Estoy segura.-

--------------------------------

Doble capítulo hoy. TAAA DAAAH!! No es nada del otro mundo pero... para compensar su espera.