Capítulo 10~ El parque de diversiones

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Por el momento decidí no enfrentarlo y mientras me decidía sobre el que hacer, aclararía mi mente un poco. Durante dos meses no vi a Mangel y el día en el que me lo encontré en el supermercado hablamos cómo si nada hubiese pasado. Supongo que todo volvió a la normalidad, si es que hay algo normal en mi vida. Llegó el lunes y con este me llegó el periódo, por lo que me portaba sumamente irritable con todos. Llegué al trabajo con unas enormes ojeras y mi cabello parecía indomable cómo la melena de un león. Además mis ovarios dolían y tenía ganas de vomitar. Que gran día. Sólamente faltaba mi gorda jefa que se puso a reprocharme por mi mal aspecto. Joder me enferma esto de que uno tenga que lucir perfecto en cada momento.

- Ahora anda a lavarte y tapa con maquillaje tus ojeras. Una chica Hilton no se presenta así.- terminó Miriam.

- Esta bien.- dije de mala gana.

En el baño traté de volver presentable mi rostro que estaba hecho un desastre. Tapé con maquillaje mis ojeras, amarré mi melena en una coleta. Apliqué rubor en mis mejillas para lucir más saludable y me puse mi uniforme. Me senté con Miriam a ver telenovelas mientras esperábamos que alguien llamara a servicio a la habitación. El llamado acostumbrado para mí llegó y me dirigí cómo de costumbre a la habitación 302. Después del episodio con Mangel yo había recurrido más frecuentemente al consejo de Rubén. La próxima semana Rubén se mudaba a la casa de Mangel. Al verme Rubén se alegró y debo admitir que yo también.

-¿Cómo has estado?- me preguntó mientras me ofrecía papas fritas.

- Pues, estresada...- dije mientras comía.

-¿Y a que se debe eso?-

- Mi padre...-

-¿Tu padre?-

-Sí.-

-¿Quieres hablarlo?-

- No.-

En esos meses en los que nos fuimos conociendo yo le confesé a Rubén unas cuantas cosas sobre mí, le había contado que mi padre no tenía trabajo y que salía de casa sólo para visitar a su prostituta. Rubén entendía mi dolor y nunca me presionaba a contarle nada.

- ¿Quieres jugar?- preguntó indicando la play.

- Deberíamos hacer algo nuevo...-

-¿Cómo que? No hay mucho que se pueda hacer en un Hotel.-

- Conozco un lugar... podríamos ir.-

- Pero estás en el trabajo...-

- Miriam ya se durmió, además es baja temporada... hay 3 personas en el hotel además de ti.- Rubén me dedicó una sonrisa.

- Esta bien.-

Tenía planedo diestraerme un poco y ¿Que mejor para distraerse que un gran parque de diversiones? Yo amo los parques de diversiones. Apenas entramos un olor a Pop-corn invadió mis fosas nasales. No pude ocultar una sonrisa al ver los rostros de los niños embarrados con chocolate y algodón de azúcar. Con Rubén decidimos ir primero a un lugar donde podías disparar con una escopeta. Rubén insistió en que yo lo grabara disparando para sus "Criaturitas". Reí cuando no botó ninguna lata de bebida.

- Pero yo quería el Unicornio.- dije haciendo puchero.

- Te lo consigo entonces.- dijo con una sonrisa. No pensé que fuera a lograrlo pero... no erró ningún tiro y me ganó el Unicornio. Después Rubén me arrastró a una casa embrujada. Yo no quería entrar, les tengo pánico. Al sentarme en el carrito con forma de mounstro mi corazón empezó a martillar dentro de mi pecho. Sin darme cuenta agarré la mano de Rubén y me tapé los ojos con la otra. Estaba muerta de susto y Rubén reía. Al salir del lugar me dí cuenta de que Rubén aún sujetaba mi mano. Le miré y no pude evitar sonrojarme.

-¿Que pasa?- dijo él y luego reparó en nuestras manos que estaban entrelazadas. Un poco avergonzado soltó mi mano y miró hacia otra parte disimulando mientras se tocaba el cabello.

-Rubén...-

-¿Si?-

-Tengo algo... bueno un problema.- Necesitaba saber su opinión.

-Claro, dime.- dijo sonriéndo.

-Bueno... yo... creo que me gusta Mangel.- le confesé y me sentí librada de un peso.

-¿Que?- dijo abriendo mucho los ojos.

-Lo que oíste.- dije sonriéndo. El no sonrió de vuelta. No me contestó simplemente empezó a caminar hacia otra atracción y yo lo seguí.

-¿Rubén?-

-¿Que?- dijo algo seco

- ¿Te encuentras bien?-

- Si, si...-

El resto del día transcurrió silenciosamente, Rubén ya no hacía bromas. Hablabamos solamente lo necesario. Yo me exprimía el cerebro tratando de entender porque había reaccionado de tal manera. En un momento me distraje al escuchar mi nombre. No había sido Rubén, entre la multitud divisé una cabellera negra. Era Mangel, y éste venía con su primo: Cheeto. Mi corazón palpitó nerviosamente al verle. Se veía tan guapo así, vestido casual con su negro cabello alborotado y una sonrisa en el rostro. Los saludé dándoles un beso en la mejilla.

-¿Que haceís acá?- dijo Rubén en tono borde

-¿Que te pasah tíoh ?¡Que no se pue' veni' a paseah jodeh!- le contestó Mangel, luego me miró a mí y mientras Cheeto y Rubén hablaban me llevó a un lugar alejado de ellos.

- Tu y yo tenemoh una conversación pendenteh.- dijo sonriéndo. Yo reí nerviosa y asentì.- ______, lo que pasoh ace ya doh mese'h... lo der beso... Yo...- dijo tratándo de encontrar las palabras- No debi hacerloh yo te incomodeh y lo sientoh- dijo rascándose la cabeza. Yo quería decirle que también lo querìa y que noa se disculpara pero las palabras no salían de mi boca. Lo miré a los ojos y todo mi miedo se desvaneció. Me perdí en sus ojos, sus profundos ojos negros.

- Mangel...- susurré muy cerca de su boca.

-_______...-

Nuestros labios se unieron y se fundieron en un beso. Sus labios de terciopelo jugaban con los míos provocándome escalofrìos. Su mano, posada en mi cintura, me acercaba más a el. Yo enredé mis dedos con las hebras de su cabello negro. Las mariposas recoloteaban en mi estómago. Nos separamos al oír nuestros nombres gritados por Rubén y Cheeto.

La tarde transcurrió tranquila. Mangel y yo caminàbamos tomados de la mano. Ni Rubén, ni Cheeto nos hicieron preguntas. Al volver a mi casa me tiré en mi cama. Yo ______, gustaba de alguien y ese alguien gustaba de mí. Me sentía feliz, dichosa. Noté cómo un par de veces Rubén miraba de reojo hacia nosotros. Mangel insistió en llevarme a mi casa.

- Bueno io...- dijo apoyado en el marco de mi puerta- No quieroh queh esoh que dije en er parque se quede sóloh así... me refiero a...- Tomó un suspiro-Jodeh', es que no te imagina'h cuanto e eperao pa' decirte que te quiero.... _______ io qero que seah mi novia.-  Yo no podía le podía creer a mis oídos, alguien queria compartir su vida conmigo, quería que yo fuese su novia. Abrazé a Mangel mientras una lágrimas de emoción corrían por mi rostro.

- Si quiero... si quiero ser tu novia.- le dije y luego nos fundimos en un cálido beso.

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No crean que se va a quedar así, nada es normal en la vida de ________ y pronto llegarán más complicaciones. Tengo una buena noticia: en dos semanas acabo la escuela asi que tendré mucho màs tiempo para escribir :) La primera semana de vacaciones osea el día 9 de diciembre haré un MARATÒN con 5 cap. de Sorpréndeme separados por un minuto. NO PUEDO ESPERAR!!!

LAS QUEROH MUYO MUYAYAS!!!

Sorpréndeme  (Rubius y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora