Capítulo 13

163 11 10
                                    


Mientras mamá y Tomás se encargaban de disfrutar su penúltimo día recorriendo las calles inglesas, comprando suvenires y tomando fotos para un nuevo álbum, yo decidí pasarlo con Niall quien debía tomar su avión a las once y media de la noche.

— ¿Tienes algo planeado?— le pregunté cuando terminamos de desayunar en el bufet del hotel, definitivamente tenía la mejor comida.

— Me enteré que hoy inauguran una  pista de patinaje sobre hielo, pensé que sería lindo estrenarla—

— Me encantaría— sonreí y apreté su mano, quería verlo sonreír.

— Está a diez cuadras, ¿caminamos?— asentí.

Demoramos media hora y tal vez un poco más debido a que caminábamos súper lento, pero a decir verdad lo disfrutaba. Al llegar el lugar estaba repleto, había mucha gente dentro de la pista y muchísima más afuera haciendo fila, no nos importó la demora y nos formamos.

— ¿Es tu primera vez?— me preguntó.

— No, cuando era niña solía hacerlo todos los fines de semanas, incluso había veces que sólo estaba acompañada de tres personas más, pero al final terminaron cerrando— hice una mueca—. ¿Tu?—

— Tampoco, hubo un momento en mi vida en el que practiqué hockey sobre hielo, era muy bueno pero lo dejé porque debía enfocarme más en el estudio—

— ¿Están juntos?— preguntó un hombre que trabaja ahí, ambos respondimos con un "sí" y nos dio paso para entrar y ponernos los patines.

Estuvimos una hora dentro de ese rectángulo con piso de hielo, una hora en la que nos divertimos cómo nunca. Yo, que me creía toda una profesional en esto del patinaje, no seguía siendo la misma niña de siete años la cual podía hacer mil millones de piruetas, giros, etc. Varías veces estuve al borde de estampar mi cara sobre el suelo.

— Pensaba que eras buena— dijo Niall mientras devolvíamos los patines.

— No eres el único— ambos reímos.

***

Al ingresar al lobbie del hotel, una chica se acercó a mí junto a otro chico quien llevaba una enorme cámara.

— Hola Umay, ¿qué tal tu día?— sonrió y sin darme tiempo a responder volvió a hablar—. Somos del canal de deporte ¿podría hacerte una entrevista?— volteé a ver a Niall.

— Será lo más rápido posible— dijo el chico de la cámara, asentí y nos sentamos en un sillón.

— Bien, para empezar cuéntanos un poco de ti. ¿Desde qué edad practicas taekwondo?—

— Desde que tengo memoria siempre me dieron curiosidad las artes marciales, pero comencé a entrenar a los siete años—

— ¿Qué te motivó a hacerlo?—

— Creo que no hay algo que me haya motivado por así decirlo... La historia fue así, una vecina le contó a mamá que daban clases de taekwondo, ella quería que mi hermano menor practicase, la primera clase yo lo acompañé para que no esté solo y salí de ahí con la idea en la cabeza de que eso era lo que yo quería hacer, y así fue— ella rió.

— Entonces, tu madre quería que tu hermanito practique y al final tú fuiste quien le dio con el gusto— asentí—. Dejando por un lado el deporte, ¿qué es lo que más te gusta de Londres?—

— Todo, absolutamente todo. Desde el pescado con papas y los buses rojos, hasta el estudio de Harry Potter. Me fascina—

— Ahora dime, siendo una joven tan linda dudo que no tengas pretendientes haciendo fila detrás de ti ¿estás de novia Umay?—

— Eh... No— reí y ella también lo hizo.

— Entonces qué me cuentas de éste rubio divino sentado al lado tuyo— miró a Niall.

— Sólo somos amigos, nos conocimos en la competencia— volví a reír nerviosa—. No quiero ser mala pero debo guardar unas últimas cosas en mi maleta—

— No te preocupes, entendemos. Ella es Umay Mehmet, campeona de los juegos olímpicos—

Me estaba empezando a incomodar un poco por lo que pensé que era mejor terminar con la nota, de todos modos es cierto que aún quedan algunas cosas por empacar.

— Si querías terminar me hubiese gustado que me lo digas de otra forma, no enterándome frente a una periodista— sabía que estaba molesto, su cara lo decía todo.

— No lo digas cómo si yo fuera la bruja de la historia— al ver que no iba a responder volví a tomar la palabra—. Vamos Niall, no te puedes ofender por eso— rodeé los ojos—. No me digas que pretendías tener una relación a distancia, quien sabe si nos volveremos a ver algún día. Las cosas a distancia no sirven— simplemente asintió.

— Fue lindo conocerte— okey, esto fue más duro de lo que esperaba. Simplemente se dio vuelta y fue a su habitación, creo.

¿Acaso todos esos hermosos momentos terminarán así nada más, sin siquiera un abrazo? Supongo que sí. ¿Qué esperabas Umay, que uno abandone todo por el otro? Eso sólo pasa en las películas. Mi celular vibró alertando un nuevo mensaje.

"Sin importar la distancia, los obstáculos, las personas y opiniones. Yo siempre te amaré Umay"— leí e inmediatamente una lágrima recorrió mi mejilla y así, una tras otra.

TaeKwonDo [Niall Horan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora