Capítulo 7

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La señora Bloom se acerca al pequeño demonio, digo, Tobías, que luego de saltar y destrozar un cuadro y dos jarrones por fin se le acabó el azúcar y se durmió en el sofá, y le acaricia la cabeza. Cassie y Ella están en la mullida alfombra a su lado y Dani duerme con su cabecita apoyada en mis piernas, con su brazo apretando fuertemente a su oso. Claro, cuando estoy sola son una masa de demolición pero llegan sus padres y son lindos angelitos dormilones.

-¿Cómo se portaron mis bebés?

Como si estuvieran practicando para la destrucción masiva de un edificio.

Pero claro, no puedo decir eso.

-Como lo esperaba.-sonrío torcidamente. En realidad no miento, ya sabía que eran niños problema.

-Oh, que bien.-da unos pasos en mi dirección y toma a Daniel en brazos al tiempo que saca el dinero de su cartera.

La señora Bloom Me pasa un fajo de billetes y rápidamente me doy cuenta de que es más de lo que habíamos acordado, mucho más.

-Perdone, señora...

-Abigail, ya te lo he dicho, Danger, pero llámame Abby.

-Vale, Abby. Esto es demasiado, habíamos quedado en que...

-Te lo mereces.-me interrumpe de nuevo.

-Pero no puedo aceptarlo, he dejado que rompan cosas.

-¿Un jarrón?-prosigue.-Eso es parte de su día a día, tenemos miles de jarrones en el garaje, mi hermana trabaja en una tienda de manualidades.

Oh, esta bien.

Aún así, el dinero...

-No puedo.-dejo lo sobrante encima de la mesa y me dispongo a salir, justo antes, Abby se acerca y me lo devuelve.

-Por favor, Danger, se que tu situación económica no es muy buena. Trabajas duro, déjame recompensaste.

No me gusta darle lástima a la gente. En serio; puede que yo acepte los regalos que me dan pero eso no evita que me sienta como una limosnera. Puede que mi casa sea pequeña, y que prácticamente se este cayendo en pedazos, pero por lo menos tengo donde dormir.

-Por favor.-pone cara de cachorro y lo único que puedo pensar es en que ella es demasiado mayor para hacer este tipo de cosas infantiles.

Suelto un suspiro resignado y asiento aceptando su ofrecimiento. Supongo que debía aguantarme la sensación de ser una vagabunda. Después de todo, ahora tenía un poco de dinero para llevarle medicina a Lucas.

-Gracias.

-No hay de qué. Te llamo si te necesito, ¿Está bien?

-Claro.-le doy una sonrisa plástica. ¿Por qué no sólo tuvo a Daniel? ¡Pero no, tenía que tener otros tres entes poseídos por el diablo como hijos!

Odio ser niñera. Estoy dispuesta a salir ya de la casa, tengo una mano en la perilla y ya la estoy girando cuando Abby exclama alarmada mi nombre.

-¡Ah! Danger, quería pedirte un favor. Mi amiga, Jay, quiere salir con su novio mañana y no tiene quien le cuide los niños.-me dice, cambiando su peso de un pie a otro.-Te recomendé.

Lo pienso. Sería genial, que digo, fantástico tener dinero extra. Hay muchas cosas que tengo que comprar y he ido por comida por lo que estamos sobreviviendo a punta de espagueti y pasteles. Pero estoy retrasada con mis deberes y en serio necesito los puntos extra de matemáticas. Digo, Zayn los tiene aún; después de nuestra charla de "le gustas a Harry" -que de hecho nunca comprendí porqué eso afectaba que me diera tutorías pero por la rabia acepté no pedirle ayuda- no quiso dármelos por más que golpeé su pecho y le grité cosas horribles. ¿Pueden creer que el muy idiota se rió de mi? Yo le daba puños en su abdomen de acero y el se carcajeaba como si sólo le causara cosquillas.

Diferente~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora