Chapter 50.

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Narra Ariana:

Sonreí torpemente al leer el comentario de Skate y luego tomé una uva color verde para llevarla a mi boca. Son las doce y cuarenta de la madrugada y había levantado a los chicos para que me compraran mis uvas verdes y mantequilla de maní. ¿Gran combinación no?

-Ariana, ven a dormir. Mañana debemos ir a el colegio.- si, hace varios días había comenzado el colegio. Comí las últimas uvas que tenía en el pequeño envase y caminé hasta la habitación. Me recosté en la cama y caí en un profundo sueño.

La Mañana Siguiente:

-ARIANAAAAA MALDITA SEA MUEVE TU PUTO TRASERO LLEGAREMOS TARDE POR TU MALDITA CULPA!- Me grita Kian quitando las sábanas que cubrían mi cuerpo. Abrí lentamente los ojos y miré fijamente a Kian para luego sacarle el dedo de el medio y seguir durmiendo.- tú te lo buscaste Ari.- dijo Kian y salió de la habitación. Tomé las sabanas de su cama y las coloque encima de mi. De pronto escucho como los chicos murmuran afuera pero no les di importancia y luego sentí agua helada en toda mi cara.

-¡MALDITO HIJO DE PUTA! TE CORTARÉ LAS PELOTAS!- le grité persiguiéndolo por todo el apartamento.

-Te lo advertí, ahora ve a tomar una ducha. Te haré desayuno.- beso mi nuca y camino hasta la cocina. Camine hasta el baño y quite toda mi ropa. Me miré en el espejo y me di cuenta que mi estómago estaba un poco abultado. Ya tengo casi dos meses de embarazo y aún esta muy pequeña. Entré a la regadera y deje caer el agua fría por mi cuerpo. Mientras me bañaba pensaba como hablaría con Skate, tome aire y salí de la regadera para luego secar todo mi cuerpo y lave mi boca. Salí de el baño con la toalla enredada en mi cuerpo. Camine hasta mi closet y saqué lo primero que encontré.

-Creo que deberías vestirte en el baño Ariana.- al escuchar eso me sobresalté y gracias a eso casi se cae la toalla.

-Pendejo, me asustaste- le dije a Hayes tocando mi corazón lo cual el río. Salió de la habitación no sin antes darme un beso en la mejilla. Luego de aproximadamente diez minutos me encontraba en un mueble esperando mi desayuno.- Kian, deberías de avanzar. Ahora como por dos y no aguanto.- le dije tocando mi estómago mientras este sonaba.

-Aquí tienes tu desayuno princesa, provecho.- Hayes me entregó mi desayuno y besó mi nuca. Le sonreí y miré el desayuno. Chille como niña pequeña al ver lo que tenia mi plato. Avena, tostadas y tocino... O como le dirían los chicos Super Tocino.-GRACIAS KIAN!!!!- grite agradecida mientras comía de mi avena.

-No me agradezcas a mí. Agradécele a Hayes que fue el que lo hizo. Yo sólo ayude.- Dijo Kian sentándose a lado de Hayes. Le sonreí y miré a Hayes. Hace unos días Hayes y yo nos habíamos acercado un poco más. Genesis me había comentado que Nash le dijo que le gusto a Hayes pero negué, simplemente no puedo creerlo.Tomé un tocino y lo lleve a mi boca mientras pensaba en lo que había pasado con Hayes hace unos días

Flash Back:

Tomé un sorbo de mi café mientras miraba hacia afuera. Escuché una tos y miré hacia atrás para encontrarme con Hayes con el torso desnudo. No pude evitar mirar su torso desnudo, al parecer se dio cuenta porque rió y se sentó en el mueble para dos.

-Ven, toma asiento conmigo.- me dijo Hayes mientras le bada algunas palmadas a el mueble. Camine hacia el y me senté a su lado. Pasó su brazo por mi hombro y me abrazo mientras yo ponía mi cabeza en su torso y sentía su corazón. Estábamos en silencio, no era un silencio incómodo sino que cada uno esperaba que el otro sacara algún tema.

-¿No deberías estar durmiendo?- pregunté rompiendo el hielo. Miré hacia arriba para encontrarme con la penetrante mirada de Hayes.

-Lo mismo digo nena.- dijo Tomando mi barbilla y rozando nuestras narices.

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