Algo está muy mal (tmnt)

Cuantas formas de salvar una vida

Escrita en inglés por: Me Heart Gaara

Traducida al español y editada por: Cristty Nannethy

Leo sonrió. "¿Tal vez deberíamos llevar a este nuevo Mikey para una prueba? ¿Ver cómo le va contra el pie?¡Tal vez algunos mutantes!"

"Hijos míos, estoy profundamente en contra de esa decisión, les aconsejo que Miguel Ángel no debería dejar la guarida" Splinter dijo rápidamente, dejando ver el pánico que sentía.

"Tranquilícese, sensei" Dijo Leo "Vigilaremos a Mikey ¿Qué es lo peor que podría pasar?" Con eso los chicos dejaron el dojo y llevaron a Mikey a la superficie para un patrullaje.

"Eso es exactamente lo que me preocupa, Leonardo...lo peor" Splinter dijo en el dojo vacío, la preocupación hacía que frunciera su ceño mientras veía a sus hijos partir. 

Suspirando con intranquilidad, Splinter se sentó debajo del árbol y comenzó a meditar. Tal vez el plano espiritual podría proveerle alguna luz sobre lo que estaba mal con su hijo menor. 

Él estaba preocupado, pero sabía que desesperarse no resolvería el problema entre manos. Calmando su mente, Splinter se sumergió en un profundo trance.

En el plano espiritual, Splinter dejó que los espíritus lo guiaran. No sabía a donde iría, pero sabía que eventualmente encontraría la respuesta. Caminando a través de su propia mente, se encontró con una vieja memoria, dejándose caer con suavidad lejos de sus guías espirituales, se concentró en el recuerdo.

Hamato Yoshi se despertó con el sonido del llanto de un bebé, adormilado, caminó hacia donde se encontraba la cuna de Miwa, agachándose para alzar a la niña que estaba llorando, sus manos tocaron algo frío, piel de reptil. 

Retrocediendo sorprendido, Yoshi entró en pánico y tropezó con su nueva cola de rata, cayendo al frío y húmedo piso de la alcantarilla.

"Es cierto" Yoshi recordó los eventos recientes "De alguna forma me convertí en esta criatura... una rata... y las tortugas..." miró hacia dónde provenía el sonido de llanto de nuevo. 

El bebé tortuga que estaba llorando era el más pequeño de los cuatro. Poniéndose de pies, Yoshi caminó hacia el nido improvisado que había hecho para las cuatro tortugas por las cuales se sentía responsable. 

Cuidadosamente alzando al pequeñito que estaba llorando, lo arrulló y meció, cuando la tortuguita comenzó a calmarse, posó la mirada fijamente en Yoshi, con sus brillantes, ojos azul celeste de bebé... y sonrió. Yoshi estaba ligeramente desconcertado. 

Esa era una tortuga... una tortuga que compró como mascota... y ahora ahí estaba... era un pequeño niño, llorando, sonriendo, buscando cuidado y amor. Rápidamente puso a la tortuguita sonriente de vuelta en la cama improvisada.

 Era como ver la cara sonriente de Miwa... y él no podía soportar eso. Mirando de nuevo al pequeño, se encontró con sus ojos, los brillantes ojos azules de la tortuguita parecían penetrar en sus ojos ahora color castaño rojizo claro, llevándose toda la tristeza que se mostraba en ellos, Yoshi fue el primero en retirar la mirada, dándole la espalda al grupo de tortugas.

"¡Aaaaah!" Un pequeño chillido agudo resonó en sus oídos, al darse la vuelta, esos ojos azules lo atraparon de nuevo, y el pequeño sonrió, como si estuviera complacido con haber llamado la atención de Yoshi.

Extendiendo sus brazos, el pequeño lanzó un chillido de nuevo, pareciendo hacer señas a Yoshi para que se acercara a él, pasándose el nudo que estaba en su garganta, le siguió la corriente a la tortuguita mutante y le dio su pata.