Tinta en mis venas

Nunca Yo.

Nunca soy yo esa persona por la que los demás pierden el aliento, no sorprendo ni fascino. No soy el punto exacto del universo que da sentido a una parte emborronada.

Nunca se pierden en mis ojos, ni bailan en mis labios las más dulces melodías mientras intentan acallar el deseo. No, mi nariz no es un punto al que subirse para observar bien el cielo, ni mis mejillas son suficiente tiernas como para derretirse uno en cada mordida, y mis hoyuelos nunca están todo lo pronunciados que debieran.

Nunca encuentran belleza en mi cuerpo, las miradas de asco lo perforan y hacen que cada vez sea más tímido. Las marcas, cicatrices, estrías nunca se irán con el paso de los años, ni tampoco todo lo que éstas significaron un día. Nunca me cobijan en sus brazos, no me brindan un refugio. Nadie pronuncia las palabras mágicas "Todo irá bien" y el hechizo se rompe de golpe, no necesitan decirme mentiras.

Nunca se adentran en mi mundo, queriéndolo recorrer al dedillo y así dibujar un mapa en su cabeza. Cuántos de esos habré dejado yo a medias... No intereso, a nadie le apetece adentrarse en las profundidades de un bosque con una simple cerilla, pero yo nunca quise que crecieran ni la mitad de los hierbajos.

Siempre, siempre sola, recluida en mi bosque. Aunque coincido contigo y con todos, nunca merece la pena buscarme.