Merida & Hiccup [Mericcup Week]

Día 2.- Lengua emocionalmente atada

“A veces es más grande el miedo que el amor, el miedo a dar todo para no recibir nada. Y, ¿qué mejor recompensa que la experiencia de amar?”

-Daniela Rivera Z.

Sin duda el miedo es el instinto humano que  casi nos ha  provocado  un infarto , ese instinto que puede hacernos cometer atrocidades o al contrario , dejarnos paralizados.

No significaba que Hiccup  fuera un cobarde , no por nada era el mejor haciendo acrobacias con la bicicleta o la patineta , él se había ganado el respeto de todos en el club debido a su valentía ante tales deportes extremos. Ni siquiera Eret había intentado tantas veces el salto mortal como lo había hecho Hiccup , el quería perfeccionar esa acrobacia , sin duda Hiccup no era cobarde.

Pero ¿porqué cuando se encontraba con Merida se quedaba estático? Ni siquiera una plataforma de 50 metros podría ponerlo tan nervioso como lo hacia esa pelirroja , o ¿realmente era un cobarde?

Sin duda Merida era el sueño de todo hombre , o por lo menos para él , aunque en el club todos morían por siquiera robarle un beso ,aunque si lo intentaban terminarían con la visita al destinta y se rumoraba que todos los que lo habían intentado no habían logrado su cometido pero terminaron una semana tumbados en la cama.

                               ***

— ¡Hola chicos y tonto! — dijo una joven con tremendo cabello rizado y pelirrojo.

— ¡Oye no soy un tonto! —protesto Jack , el mejor amigo de Hiccup quien se encontraba cerca de la puerta esperando a su novia— Si que lo eres , Rapunzel se encontró con Eugene.

Merida tenía que decirlo , en la rampa sólo se encontraba Jack y Hiccup , si el peliblanco se quedaba ella no podría ocultar  su nerviosismo ante el castaño  , tal vez Rapunzel se enfadaría por la metirilla que había dicho , pero ese regaño valdría la pena.
Merida siempre se escondía tras la espalda de Hiccup y se aseguraba de que nadie los estuviera observando , por lo general cerraba la puerta con el pretexto de "No quiero que me distraigan en  mi entrenamiento" , este pretexto ya se había vuelto tan constante que ya ni siquiera tenía que decirlo y Hiccup no protestaba incluso hasta le había dicho que estaba de acuerdo con que no los molestasen.

— ¿Qué dices? —pregunto con enfado el ojiazul— Ese Eugene me las pagará.

Cuando Merida había llegado al club , gracias a Rapunzel quien venía a saludar a Jack , estaba tan emocionada por poder perfeccionar sus habilidades con la patineta , tanto que ella misma le había pedido a Hiccup que fuera su tutor de acrobacias , nunca imagino que algo dentro de si comenzaría a nacer.

— ¿Lista? Hoy mejoraremos el salto mortal —dijo el castaño acomodándose su cabello debajo del casco .

Hiccup no era tan imponente como Aster , ni tan rudo como Eret , pero había algo en él que en los demás no encontraba , algo que le provocaba la sensación de quedarse inmóvil , algo que la inquietaba a tal grado que sus piernas temblaban de tan solo escuchar su nombre , ni siquiera sabia como podía controlar la patineta cuando estaba a su lado.

— Lista —dijo ella en un suspiro

                                ***
No había absolutamente nadie cerca de la rampa , era ahora o nunca , Hiccup se quitó el casco y volteó hacia donde Merida descansaba , el truco había sido fácil para ella  y solo necesitó 30 minutos para aprenderlo.

— ¡Merida! —gritó Hiccup buscando la atención de la pelirroja— ¡Ven por favor!

El corazón del castaño se comenzó a acelerar cuando Merida se levantó del suelo y comenzó a caminar hacia él.

Merida era hermosa , su piel era preciosa , tenía pecas de todas tonalidades pero sin exagerar , sus ojos tenían un tono turquesa que asemejaban el color del cielo y unas pestañas naranjas que armonizaban a la perfección con sus ojos , sin duda era la belleza personificada y que decir de su melena , una maraña de cabello rojizo que bien podría dejar a más de uno alucinando.

— ¿Qué sucede Hicc? —preguntó extrañada Merida , algo en su pecho se encendió al observar los verdes ojos de Hiccup posados en sus labios.

— Merida , yo ... —Hiccup intentaba sacar las palabras correctas de lo más profundo de su alma  pero algo se lo impedía.

Tal vez era el miedo , no el miedo al rechazo , sino ha algo peor ...

El miedo a perderla.

—Merida yo te ah ... ¡Oh! , ¿sabes que? — no fue posible , a Hiccup lo venció el miedo de nuevo , las palabras seguían ahí atoradas en su pecho— Olvídalo . ¡Nos vemos mañana!

Merida lo miro confundida , tal vez el nunca lo sabría , pero no le importaba mientras él estuviera a su lado. Hiccup tomó su mochila y salió del club .

Una sonrisa se dibujo en el rostro de la pelirroja , tomó su patineta y corrió para alcanzar al castaño.

—¡Hiccup! ¡Espera! Yo ... Uh —trato de decirle a Hiccup sin éxito ya que él se había marchado— Yo también te amo.

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                   JoselinePirada