Capitulo 14: La luz de la ilusión vuelve todo real

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La luz de la ilusión vuelve todo real

Narra shizuo

A veces pensaba que la muerte de izaya y de izumi fue una concidencia, que las cosas mejorarían con los años, esos años en los cuales crié a Izumo con el cariño que no le di cuando nació y ahora pienso que el universo me odia, al parecer cuando fueron secuestrados izumi, Izumo y Shin, se les inyectó un líquido extraño que con el paso del tiempo mataría a todo su sistema interno y eso fue lo que paso, después de casarse Izumo comenzó a sentirse mal, y cuando vómito sangre, sentí lo peor, a Izumo lo estaban matando por dentro.

Una semana permaneció en el hospital con la esperanza de recuperarse, me rogó que no le dijiera nada a Shin, que le dijera que solo era una lesión por el trabajo, lo cual hice aunque me doliera mentirle, él estaba embarazado y eso podría perjudicarlo, en secreto shinra buscaba la cura de ese raro líquido ya que Shin también corría peligro y no sólo él, había una posibilidad de que el bebé corriera riesgo.

En la semana que Izumo estaba en el hospital, fui a visitarlo como todos los días, al entrar en la habitación, parecía que dormía tranquilamente pero al tocar sus mejilla, estaba fría, mi hijo había muerto, nadie se había dado cuenta de ello ni siquiera la enfermera que lo cuidaba, me sentí destrozado por no estado con él la noche anterior para despedirme de él.

No sabia ni que decir pero al voltear hay estaba Shin llorando, había llegado más temprano que yo, él se acercó a mi y pude ver como entre sus manos tenía el collar de Izumo (el que izaya le había dejado como regalo para sus 18 años), me abrazo y lloró mucho; pude ver como templando, tenia miedo, miedo a morir y dejas a su bebé solo, lloró hasta que se durmió.

Al siguiente día, Shin fue internado en el hospital y dio a luz a una hermosa bebé, cabello azabache y ojos rojisos, era como izaya y izumi, Shin sonrió mirándonos a todos y de un momento a otro cuando sostenía a la bebé, Shin cerró los ojos para siempre.

En esos días, no solté para nada a la bebé; Heiwajima Shizume; se que era egoísta tenerla todos los días pero aunque lo sabia no quería soltarla ni mucho menos separarme de ella.

Por lo cual, le pedí la custodia completa de Shizume a shinra, él con tristeza acepto, saque las cosas de Izumo del departamento en donde hace poco comenzó a vivir con Shin, las coloque en su antigua habitación y parecía como si jamás se hubiera ido; las cosas de Shizume en mi habitación ya que de esa manera ella estaría más cerca de mí.

Shizume me da lo que no pude tener con Izumi y Izumo, quiero tenerla junto a mi para siempre, lamentablemente el destino me dio otro golpe, cuando Shizume cumplió 3 años le diagnosticaron que moriría a los pocos años, esa rara sustancia también había entrado en su cuerpo; no sabia como sentirme en ese momento, la vida de mi nieta era corta, su vida acabaría más rápido que la mía.

Ese día después de acostar a Shizume en su cama, subí a lo más alto del edificio y con todas mis fuerzas, lloré gritando tanto como podía.

Al calmarme mire hacia el cielo, la noche estaba llena de estrellas junto con su amiga la luna, me dispuse a pensar que...

¿Realmente merecía todo esto?
No lo sé .....

En este momento estamos en el parque, descansando en la sombra un árbol, ella ahora tiene 5 años, se comienza a levantarse lentamente, tambaleándose de un lado a otro.

- Abuelito... esta nevando _ mire había arriba, claro ya es invierno, es normal que nieve_ es... tan hermoso... Abuelito... _ se acercó a mi_ Volvamos a casa... tengo frío_ se abrazo a mi, pero ya no podemos regresar, Shizume... hoy es tu ultimo día de vida.

- Sólo un rato más, Shizume , miremos un poco más como cae la nieve _ le eh dado los cinco mejores años de su vida, pero aún así sabiendo todo esto tuve la esperanza de que ella estaría más tiempo que yo en este mundo, pero jamás se pudo recuperar, ya la enfermedad había avansado mucho.

- Abuelito... te quiero mucho... _ comenzó a cerrar sus ojos lentamente, me comenzaban a caer lágrimas; los había perdido a todos, no me quedaba nadie de mi familia, estaba completamente solo, abraze el cuerpo de Shizume sin viva y lloré con toda la fuerza que tenía, lloré hasta quedarme sin voz, lloré hasta que mis pulmones se quedarán sin aire.
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" Lloré recordando todo lo que viví con mi familia"
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Minutos después, me encontraba caminando por las calles de Ikebukuro, las cuales estaban vacías, yo era el único hay, en sus brazos tenía a Shizume, caminaba cansado, me estaba tambaleando, me sentía mariado, tengo sueño, estoy viejo después de todo, hay demasiada nieve en el suelo, no aguanto más y finalmente termino cayendo al suelo, ya no sabia nada que lo manteniera con vida, en el suelo lleno de nieve abrazo a shika y por fin cierro los ojos, por fin pude liberarme de todo ese sufrimiento y volver a estar con izaya y con mis hijos ........
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Fin...........................
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Ok no
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Al abrir un poco los ojos, pude ver que me encontraba en una habitación completamente negra y oscura, este es mi destino; estar solo y sin nadie junto a mí.

Sin darme cuenta, una puerta se abre, iluminando aquella habitación, se podía observar a un hombre de treinta tantos años, no podía ver con exactitud quien era pero se acercó a mi y me estendio mi mano.

- Ya es momento de dejar de sufrir... _ fueron sus palabras, las cuales hicieron de que en momento a otro me diera un escalofrío y....

....Desperté....

Estaba sobresaltado, mi respiración estaba agitada, comencé a llorar hasta que una suave mano tocó mi mejilla.

- Ne, Shizu-chan.... otra vez la misma pesadilla_ era izaya, sonriendo como siempre_ Mira... _ levantó la sábana y me dejo ver a nuestros pequeños_ Fue algo complicado pero nacieron, están todos, todos increíblemente sanos y saludables así que por favor no vuelvas a soñar con algo así, porque no hay nada en el mundo que me separe de ti y de nuestros hijos, quiero estar para siempre a tu lado_ me comento mirándome fijamente a los ojos, desde que supe que iba a ser padre, comencé a tener sueños con mis hijos y de una vida sin izaya, quien me decía que lo olvidará y que me concentrará más en mi familia que son ellos.

Nos echamos de nuevo en la cama, entre nuestros pequeños, cinco en total, 4 niños y una niña, eran: Shizuno, Shika, Shizaya, Izumo y izumi.

- Quiero estar contigo de igual manera Izaya, nunca te dejare ni a ti ni a nuestra familia, Nunca

" Y esa era la promesa que cumpliría hasta el final"

" Y esa era la promesa que cumpliría hasta el final"

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Nos disculpamos con todos por esto, en serio teníamos planeado otro final pero nos quedamos con este, falta el epílogo y con eso le damos fin a este libro de "Quiero estar contigo".

Hasta la próxima parte, se despide Bekis-chan y Yusu-chan ♡

Quiero estar Contigo: Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora