Erik
Un día más entrenando, pero ya dentro de poco nos darán las vacaciones.
Soy Erik Durm, nací en Pirmasens pero jugo en el Borrusia Dortmund.
Tengo 24 de años, rubio con los ojos azules. No tengo novia y estoy esperando a la chica de mis sueños.
-El entrenamiento se acabó- anuncia Klopp.
Todos vamos a los vestuarios y cuando nos vamos cambiando, Hummels y algunos más se acerca a Sven.
-Svencito, nos ha dicho un pajarito que vas a tener compañía dentro de poco, eh pillín- dice Moreitz.
Él se queda sonrojado, ¿quién puede ser?
Me acerco y pregunto:
-¿Quién viene?
-La hermana de Kimmich.
-¿A qué tiene una hermana?
-Sí. Se llama Alexandra, creo que tiene 18 o 20 años, no me acuerdo, ¿cuántos tiene Sven?
-19, casi pero no- se echa a reír.
-Bueno, pero casi.
-¿No es un poco joven para ti?- pregunto.
-Nos llevamos 8 años pero bueno, es una muy buena amiga mía.
-Sisi amiga, con derecho a roce- Mats hace unos gestos obscenos con las manos y todos reímos.
-Cállate Hummels- responde rojo.
-Sabes que llevo razón Bender.
Él rodea los ojos y se va. Todos reímos a carcajadas y seguimos a lo nuestro cada uno.
Cuando termino de cambiarme, me voy andando tranquilamente a parking donde tengo el coche para irme a mi casa, mientras voy pensando en lo que haré esta tarde, tiene pinta de ser una tarde aburrida.
Una chica rubia de ojos color verdes claro está dando vueltas y tiene pinta de estar perdida.
Va vestida con una camisa blanca y unos pantalones remangados con zapatillas blancas.
-Perdona, ¿buscas alguien?
-Oh, sí. Estoy buscando a Sven, pero no lo encuentro.
Busco con la mirada el coche de mi compañero, no está.
-¿Has probado a llamarle?
-Se me ha apagado el móvil, ¿me puedes dejar llamarlo, esto...?
-Erik Durm, ¿y tú?
-Alexandra Kimmich, soy su hermana menor.
Aah, con que esa es la famosa Alexandra.
-No os parecéis mucho, la verdad- río.
-Lo sé, es que yo no nací en Alemania como mi hermano, nací en España.
-¿Así?
-Sí, por cierto, ¿sabes dónde puede estar?
-No, salió antes creo. Ahora le llamo.
-Gracias, Erik- sonríe ampliamente.
Que sonrisa más bonita tiene y que ojazos.
Le llamo y no me lo coge, que raro.
-No me lo coge, ¿tienes a dónde ir?
-Me iba a quedar en su casa y he venido en taxi.
-Sube a mi coche y te llevo a su casa.
-Vale.
Meto la maleta de ella en el maletero y nos montamos en el coche.
-Bueno- hablo mientras conduzco- ¿eres la novia de Sven?
-No, solo somos amigos.
-Pero a ti te gusta, ¿no?
-Ya no tanto como antes, lo conocí en el Bayern - Borussia.
-O sea que también me tuviste que conocer a mi.
-No estuve atenta al partido- ríe a carcajadas- le conocí en los vestuarios, que me indicó donde estaba el del Bayern.
-Ah, ¿y has venido para dejarle ya o...?
-He venido precisamente para aclarar mis ideas y mis sentimientos.
Me mira de reojo y yo la miro.
-Pues, tienes que tomar una decisión antes de que él se enamore de ti o algo más- le aconsejo.
-Lo sé- suspira.
Llegamos, bajamos y toco el timbre, no hay nadie.
-A lo mejor se está duchando o algo.
-No está su coche. Vente a mi casa hasta que consigamos hablar con él.
-Vale, muchas gracias.
-De nada.
Ambos nos miramos sonriendo y para disimular, yo paso la mano por el pelo y ella mira para otro lado.
Nos volvemos a meter en el coche y después de un rato, llegamos a mi casa.
-¿Dónde dormiré?
-En la habitación de invitados, está al lado de la mía.
Le enseño la casa y ella se instala un poco, tampoco mucho ya que se irá con Sven.