2.

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Erik

-¿Quieres algo de beber o de comer?

-Comer, tengo un poco de hambre con el viaje.

-¿Algo en particular?

-Sorpréndeme- dice picaramente.

-Vale.

Le pongo en un vaso coca-cola y se lo llevo.

-¿Pido algo de cenar, como por ejemplo... pizza o comida china?

-Vale, pizza.

Llamo por teléfono y le digo a Alexandra que viene en media hora.

-De acuerdo, me voy a poner ropa cómoda.

-¿Y si Sven te llama?

-Hasta mañana, no pienso irme, si me voy con él, claro.

-¿Por?

-No sé, quizás esta noche reflexione y tome otra decisión.

-Ah vale.

Después de que traigan la comida y comamos, ella se va a la ducha y yo me pongo el pijama.

-¡Erik!- grita ella.

-Dime- grito.

-No tengo toalla, ¿me puedes traer una?

-Sí claro.

Cojo una toalla y antes de entrar reflexiono, estará sin ropa. Sven me mata.

Me tapo los ojos y abro la puerta.

-Toma.

-Gracias, ¿tienes otra toalla más pequeña para el pelo?

-Creo que sí, ¿Puedes taparte? Para entrar.

-Ya lo he hecho- ríe a carcajadas.

Entro destapando los ojos y la veo. Es preciosa, vale que a mi amigo le guste, pero tengo ojos en la cara.

 Es preciosa, vale que a mi amigo le guste, pero tengo ojos en la cara

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Abro el armario y le tiendo una toalla.

-Gracias, ¿sabes?

-¿El qué?

-Que ya he tomado una decisión- se va acercando a mí poco a poco.

-¿Ah si?- retroceso y me topo con la pared.

-Sí.

Aquí dentro hace demasiada calor, entre todo el vapor que hay y ella provocándome.

-¿Y cuál es?

-No sé si él chico querrá pero yo si desde que lo ví hace unas horas.

Y me besa, sí, me está besando. No puedo negarselo, ella también me ha gustado.

-No podemos hacerle esto a Sven, no me lo perdonaría Alexandra- digo entre besos.

-Ya lo sé Erik, de él ya me encargo.

-Prometeme que no se lo vas a decir.

-Noo.

Después de un rato así, ella se va a la habitación a vestirse y yo a la mía a dormirme.

Aunque de dormir nada, no me quito de la cabeza lo que ha pasado.

Voy a la cocina a beber agua, cuando veo a alguien en el sofá.

-¿Alexandra? ¿Qué haces aquí?

-No podía dormir, ¿y tú?

Me siento a su lado, lleva puesto una camiseta de tirantes negra con unos pantalones cortos blancos.

-Tampoco.

Permanecemos en un silencio incómodo durante un rato, pero me atrevo a preguntarle algo.

-Oye Alexandra.

-Llamame Alex o Ale.

-Oh vale, pues Alex, ¿cómo es que has acabado de opinión de repente?

-Pues verás, desde hace yo tiempo sentía que lo de Sven era atracción, y es lo que es, y prefiero no hacerle daño.

-O sea, ¿qué yo también soy una atracción para ti?

-¡No! Aún es pronto, pero creo que empiezo a sentir algo por ti.

La abrazo, y ella se desahoga.

-No quiero hacerle daño Erik.

-Tranquila, tranquila.

Al día siguiente

-Buenos días Alex- la beso en los labios.

-Buenos días, gracias por lo de anoche.

-De nada, ya sabes que estoy ahí para todo. Te he preparado el desayuno.

-Gracias- sonríe- hablaré con él y bueno...

-Te doy mi número de teléfono, ¿vale? Con cualquier cosa, me avisas.

-Vale, te doy también él mío.

Tras intercambiarnos los números de teléfono, ella decide quedarse en casa mientras yo voy al entreno.

Cojo las cosas, me despido de ella y me voy al Dortmund Brackel Training Ground, donde entreno.

Al llegar me pongo a hablar con Marco Reus, es un gran amigo para mí.

*~*

-Tíos, os tengo que contar una cosa- comenta Sven mientras que estamos cambiandonos.

-Que ya no este por ella, que ya no estoy por ella- rezo en mi mente.

-¿El qué?- pregunta Aubemeyang.

-Estoy enamorado de Alexandra y quiero pedirle salir.

Escupo todo el agua que tenía en la boca.

-A tomar por culo- pienso- Alex la hemos liado.

Mit IhnenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora