La secretaria de mi padre /Naruto/ (Actualización muy lenta)

Capítulo 3

Narra Naruto
Estaba en mi mansión junto mi hermana y su novio, hoy debido al incidente con Hinata no tengo ganas de estar con ninguna chica, así que mi hermana aprovechó para hacer el intento de que su novio Kiba y yo seamos amigos.

El chico no me cae mal pero hay algo en el que hace que me salte los celos y no es referente a mi hermana. Mi hermana lo ha notado y se ha puesto nerviosa se ve que le quiere mucho.

- Eh, Kiba ¿sabes qué mi padre tiene una nueva secretaria? - Le preguntó Naruko a Kiba.

- No, ¿es otra vieja? - Le respondió el castaño.

- No amigo todo lo contrario. - Le dije pícaramente.

- Entonces me apiado de ella, va tener que soportarte a menos que haya caído ya en tus garras. - Me dijo Kiba pasando un brazo por los hombros de mi hermana.

- No te pases Inuzuka. - Le advertí.

- Tranquilo, ¿y cómo se llama? - Dijo retirando su brazo.

- Ah, se llama Hinata Hyūga. - Le dijo mi hermana sonriente.

- ¿Hinata? - Preguntó Kiba sorprendido.

- Em, si. - Dijimos mi hermana y yo a la vez.

- ¡Ni se te ocurra tocarla Uzumaki! - Dijo Kiba gritando.

- ¿Por? - Pregunte indiferente.

- ¿Es que acaso me pones los cuernos con ella? - Preguntó mi hermana tristemente.

- ¡No! No es lo que parece es que Hinata y yo fuimos una vez mejores amigos, y bueno también es mi ex pero ninguno de los dos estaba enamorado así que rompimos hace mucho, pero aun le tengo el cariño como amigo... ¡Yo te quiero a ti Naruko! - Gritó desesperado.

- Sabía que podía confiar en tí. - Dijo mi hermana abrazándole.

- Aveces sois más cuentistas, si es verdad que eres su ex-novio descríbemela. - Le dije interesado.

- Bueno Hinata es una chica muy seria pero también amable tiene una larga melena negra azulada, unos ojos color perla con pestañas largas, labios carnosos, buen cuerpo, tiene una hermana pequeña y su padre está enfermo en cama. - Dice en su defensa.

- ¡Su padre está enfermo! - Exclamamos mi hermana y yo.

- Em si. Ella es la que le paga lo medicamentos y la que alimenta y paga las cuentas con su trabajo, su hermana creo que aún es menor. - Dice Kiba tranquilo.

- Ahora entiendo muchas cosas, pobrecita, te odio hermano eres un monstruo, ya no te quiero ni ver. - Dice mi hermana ofendida.

- Pero y yo que he hecho ahora sí solo estaba haciéndola varias bromas no más. - Dije como si nada.

- Ha veces parece que no tienes corazón. - Dice mi hermana irritada.

- Bueno creo que llamaré a alguna chica guapa. - Dije yendo a por mí teléfono.

- Eres un ser asqueroso hermano. - Me suelta mi hermana.

Narra la Autora
En la parada de autobús de un pequeño pueblo se puede ver a dos hermanas y un joven con grandes cejas esperando un autobus ansiosos, el joven muchacho observaba a la mayor de las hermanas con un sonrojo en sus mejillas. La hermana pequeña observa como el joven admiraba a su hermana. Y la hermana mayor está concentrada en unos papeles que tenía que entregar hoy en su trabajo. Mientras tanto una fina capa de nieve caía en sus cabezas, la gente que pasaba por la calle estaban bien abrigadas del frío igual que la hermana pequeña y el joven, pero a su contrario la mayor parecía pasar mucho frío ya que no llevaba abrigo.