¿Sueño o Recuerdo?

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Llevó ya un mes con Lennington, y créanme que nunca había conocido a un chico tan insoportable.
No hace nada bien. Pero no hace nada bien a propósito y eso es lo que más me enoja.
¿Cómo una persona tan inteligente puede desperdiciar tal talento? Me irrita.
Nuestra primera misión junto a es en una semana y estoy segura que va a arruinar todo.
Si hago el cálculo, tenemos setenta y seis por ciento de probabilidad de fallar si actúa como ha estado actuando.
Para alejarme de mis pensamientos, fui al gimnasio con Mist a boxear.
Me quité mi chaqueta y me puse los guantes.
-¿Lista?-me preguntó Mist.
Asentí y entre al ring.
Comenzamos bastante bien. La ira de ambas crecía al igual que los golpes.
De pronto, empecé a sentir un dolor intenso en la cabeza. Mist me golpeó con un gancho izquierdo.
No entendía lo que estaba pasando. Todo giraba y pasaba en cámara lenta.
Ahora Mist no estaba en frente mío. Era un chico con pelo negro rojizo y ojos grises. Sus labios se movían pero no hablaba. Mary. Eso era lo que estaba diciendo.
Mist volvió a aparecer pero ahora yo estaba en el suelo. Y Mist no estaba sola. Lee apareció y me estaba hablando pero yo no escuchaba nada. Luego vi a Trevor y me tomo en sus brazos y comenzó a correr. Mis ojos se cerraban y abrían.
Cada vez que cerraba los ojos, una persona diferente aparecía. Personas que yo nunca antes había visto. O al menos eso creo, pero resultaban extremadamente familiares.
Mis ojos finalmente se quedaron cerrados y antes de desmayarme, escuché a Lennington gritando mi nombre.

-Tienes fiebre-me dijo un chico de ojos verdes esmeralda luego de tocarme la frente.
Esto no podía ser real. Yo veía lo que pasaba pero no podía controlar mi cuerpo.
-Lo sé, creo que tengo todos los síntomas de una gripe-respondí y tosí.
-¿Necesitas algo? Mamá no está, pero puedo intentar hacerte un té-dijo con una sonrisa.
Reí.
-Sería genial. Gracias, Jack.
-Oh, Brad está abajo-dijo con una sonrisa traviesa y se fue.
A pesar de que mi cara ya estaba roja por el resfrío, se volvió aún más roja.
Cuando el supuesto Jack se fue, entró el chico de cabello negro rojizo y ojos grises.
-Hola-dijo con sus manos en sus bolsillos y con una pequeña sonrisa.
Desperté de un salto.
-¡Wow, wow! Tranquila-dijo Mist parándose de su silla.
-¿Qué pasó?-pregunté confundida.
-El doctor dijo que tú desmayo fue causa de tu exhausto y cansancio.
-¿Qué? Ese es un pésimo diagnóstico. No sabe lo que pasó por lo que culpa a lo que cada Nigrum debe sentir a veces.
-Mary, entrenas tres horas al día. Y eso es lo que haces en tu tiempo libre. Más una hora y media de boxeo cada lunes y miércoles. Una hora de karate los lunes, martes y jueves. Y podría seguir...
Resoplé.
-¿Y qué? Así se supone que todos deberíamos actuar. Indestructibles. Fuertes y perseverantes. No tenemos el tiempo para estar cansados. Es una debilidad.
-Habla más despacio que alguien está durmiendo-dijo apuntando al sillón de la izquierda.
Ahí estaba Lennington recostado con sus gafas que a veces ocupa en la punta de su nariz, su cabello estaba completamente despeinado y sus brazos estaban cruzados.
-¿Y qué hace él aquí?-le pregunté a Mist frunciendo el ceño.
-Tal vez, solo tal vez, se preocupe de ti. Al fin y al cabo, eres su mentora aquí. Quién sabe, quizás también amiga.
-Voy a vomitar. Tú sabes que no soy amiga de chicos. Lo máximo que puedo hacer es soportarlos. Pero son tan... Inútiles.
-Gracias, Mary. Tu dulzura me impresiona-dijo Lennington sentándose.
-Es la cruda verdad.
-¿Y es la cruda verdad que los hombres son más fuertes que las mujeres?
Me senté enojada.
-Vamos, Folks. Dime el día y destruiré a lo que tú llamas cara.
-Vamos, cálmense ya. Parecen niños.
Crucé mis brazos.
-Quiero que se vaya.
-Claro, su Majestad. ¿Algo más?-dijo Lennington haciendo una reverencia. Luego rió y se marchó.
-Me impresionan tus métodos de cariño-rió Mist.
La miré enojada y ella levantó sus manos en forma de rendimiento.
-Te dejaré descansar-dijo riendo y se marchó.
¿Qué métodos de cariño? Yo no soy cariñosa. Con nadie soy, con nadie fui y con nadie seré.
Por todos los líquidos que ingresaban mi cuerpo, lentamente me fui quedando dormida.
-Hola, Mary-dijo una chica castaña acercándose a mí en mi sueño.
-Hola, Clary-la saludé sonriendo y ella se sentó en el columpio de mi lado derecho. En el columpio de mi lado derecho había una chica de cabello rojo brillante sentada.
-Hace tiempo que no nos juntábamos solo las chicas-dijo la de cabello rojo.
-¡Estaba pensando lo mismo, Tessa!-exclamó Clary sonriendo.
-Solo falta Kate-dije levantando los hombros.
-Es verdad. Pero disfrutemos el poco tiempo que tenemos. Mañana nuevamente veremos a los chicos-dijo Tessa y suspiró.
Luego de un silencio, Clary dijo:
-Deberíamos ir al spa-dijo y todas comenzamos a reír.
Luego el sueño cambió.
Pude ver a dos yo. Dos Mary. Pero eran diferentes.
La del lado derecho está vestida con ropa ajustada y negra. Su cabello estaba tomado en una cola alta. Esa es la Mary que conozco.
La del lado izquierdo era muy diferente. Repugnante para mi gusto.
Su pelo estaba suelto y ondulado en las puntas. Usaba un vestido color pastel corto y unas medias blancas sobre la rodilla con unas botas cortas cafés.
-Recuérdame-dijo la Mary del lado izquierdo con suplica en sus ojos.
-Olvídala-dijo la Mary del lado derecho con una sonrisa traviesa.
Luego me desperté de golpe.
¿Qué demonios estoy soñando?

Hola, Fantasmitas!
Lamento mucho la tardanza, he estado repleta de trabajo escolar.
Pero, ya elegí a la ganadora! Saldrá el próximo capítulo :)
Nos leemos!

El Ascenso de los NigrumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora