El Ascenso de los Nigrum

Lennington Folks

4:00 a.m.
Como siempre, revisé mi pequeño cuaderno negro. La lista de nombres en esta era muy larga. Pero cada día, nombres son tachados de la lista.
-Víctimas necesarias-me explicó Myrina cuando estaba lo suficientemente fuerte para completar una misión sin desmayarme.-No necesitamos a tanta gente viva. No todavía, al menos-eso fue lo último que me dijo antes de marcharse de vuelta a las Amazonas.
Ella es la nueva líder de los Nigrum. El anterior se llamaba Aaron. Era su esposo. Pero como todos los hombres, era débil. Los Sanctus lo tienen como prisionero. Hombres... Tan inútiles en el mundo.
Me duché con calma como lo hacía todas las mañanas después de entrenar por dos horas. Luego me vestí con una camisa ajustada negra y unos pantalones ajustados del mismo color.
Me peiné y me delineé la parte inferior de mis ojos. Luego me encrespé las pestañas y me puse un poco de brillo en los labios. Ser una asesina no significa que no puedas verte bien para tus víctimas.
-Al parecer llegará un chico nuevo-me dijo una de mis compañeras, Mist. Su tez oscura era del mismo color de su gran melena ondulada. Mechones de su cabello estaban teñidos de colores azulados y morados. Sus ojos eran de un color claro, como la miel.
-¿Y porque me lo comentas? No es mi problema-repliqué abrochando los cordones de mis botas militares negras.
-Porque será tu nuevo vecino de habitación-dijo levantando los hombros.
Comencé a caminar, ella a mi lado.
-Pero este pasillo es solo para algunos privilegiados. ¿Quién es? ¿El hijo de Ryan Seacrest?-dije sarcásticamente poniendo los ojos en blanco.
-Mejor aún. El hijo de Wilson Folks.
Levante mis cejas.
-¿Folks?- Wilson Folks es el líder de los Nigrum de Europa. El líder de los líderes, se podría decir.-No sabía que tenía hijos.
-Al parecer este chico no quería ser Nigrum. Se escapó de su padre a los siete. Lo encontró hace unos meses y lo mando aquí a América porque quiere "cambiarlo" o vete a saber qué. O al menos eso es lo que he escuchado.
-Así que el hijo de Wilson Folks es un cobarde.
-Así parece.
-Mary-dijo Trevor, un chico fantasma alto y musculoso, acercándose a nosotras.-Te buscan en el Salón Gris-dijo y se marchó.
El Salón Gris es donde están los fantasmas mensajeros. O al menos ese es su nombre "amable". En realidad son los fantasmas locos que siguen reviviendo sus muertes, y para lo único que sirven es para viajar por el mundo y recibir y entregar mensajes.
Suspiré.
-Nos vemos en clases de arquería, Mist...-dije y me dirigí al Salón Gris.
Apenas abrí la puerta, los gritos, llantos y risas de los muertos se escucharon a todo volumen.
De la misma forma que un chofer busca a alguien en el aeropuerto, un fantasma con una mirada alocada, sostenía un cartel con mi nombre.
Este fantasma, aparte de su mirada de loco, tenía un cuchillo fantasmagórico clavado en su cabeza. Todos los fantasmas "grises" parecen como si estuvieran a punto de desvanecer. Nadie puede tocarlos y las pociones para fantasmas que ayudan a hacerlos tangibles no los ayudan para nada.
-¡Señorita Mary!-exclamó el fantasma con una gran sonrisa.
-¿Cuál es el mensaje?-dije seria.
-Tome, tome-dijo con un tono juguetón mostrándome una carta.
La tomé y luego de observarlo una última vez, salí del Salón.
Me apoyé en la pared de afuera del Salón, donde ya no se escuchaban los gritos y abrí la carta.
"Mary,
Lennington Folks será nuestro nuevo huésped y quiero que tú y solamente tú, lo entrenes y lo transformes en un gran Nigrum. Sé que no quieres, pero ese no es mi problema. Wilson Folks quiere que el mejor Nigrum sea el mentor de su hijo, y como yo no puedo, tú tienes ese cargo.
Llegará hoy en la noche. Espéralo y dale la bienvenida.
Myrina."
Golpeé la pared frustrada.
-¿Mary?-me preguntó Xena acercándose.
Su cabello es negro y corto apuntando hacia arriba. Sus ojos en cambio, eran de un color azul metálico y una gran cicatriz cruzaba su ojo derecho hasta llegar a su mejilla.
-¿Todo bien?-me preguntó.
-No, nada bien-dije y me senté en suelo con las piernas estiradas.-Ahora seré niñera.
-¿De quién hablas?-me preguntó y se sentó junto a mí.
-Del hijo de Wilson Folks. Lennington. ¿Quién demonios se llama Lennington?
Xena rió.
-¿Cuándo va a llegar?-me preguntó.
-Hoy en la noche.
-Bueno, aprovecha el tiempo que te queda para ti sola-dijo parándose y ofreciéndome una mano.
La tomé y me paré.
-Tienes razón. Y creo que si me apuro, no llegaré tan tarde a arquería-dije levantando los hombros con una pequeña sonrisa.
Ella puso los ojos en blanco riendo.
-Vete ya-dijo y se fue riendo levemente.
Xena es un Silvergold Natura. Ella controla la tierra.
Caminé hacia los jardines hasta que llegué a la clase de arquería.
-Señorita Mary. Tarde-me dijo el profesor Lee.-Otra vez.
Levante los hombros luego de sentarme en una de las sillas y cruzar los brazos.
-Continúe con su clase, Lee-le dije sonriendo y le guiñé un ojo.
Algunos rieron levemente.
Mist me guiñó un ojo divertida.
Lee puso los ojos en blanco y continuó.
-Como les decía, hoy trabajaremos en equipos donde deberán hacer sus propios arcos y flechas.
Suspiré y consideré en escaparme en algún momento pero, de todas formas, asistí la aburrida clase.
Cuando terminó, fui a clases de historia universal. Almorzamos y fuimos a clases de karate y luego boxeo. Luego fuimos a clases de idioma y después a clases de camuflaje e infiltración.
Cuando las clases terminamos, estuve una media hora en el gimnasio ejercitando. Cuando terminé, me duché para quitarme todo el sudor. Me vestí y me retoqué mi maquillaje.
Ya era tarde. Casi las nueve de la noche. Inhalé profundo, aguantando un bostezo. No tengo el tiempo para estar cansada. No puedo mostrarme agotada. Es una debilidad.
-Llegó el helicóptero-dijo Mist asomándose a mi cuarto.
Terminé de trenzar mi cabello y caminé al lugar de aterrizaje.
La noche estaba despejada pero había una brisa fría.
Del helicóptero se bajaron primero dos hombres vestidos de negro y con gafas de sol.
Luego se bajó un chico algo alto de pelo rubio oscuro. Era liso y cubría cierta parte de su frente. Pasó una mano por su cabello y le dijo algo a un guardia.
El guardia me apunto y Lennington asintió. Comenzó a caminar hacia mí con los guardias siguiéndolo.
-Hola. Tú debes ser Mary-dijo con una voz profunda. Ahora noté el color sus ojos. Eran una mezcla de azul y verde. Eran brillantes pero también suaves.
-Supongo que tú eres Lennington-le dije cruzando los brazos.
-Solo Lenny, por favor. Lennington es demasiado formal para mi gusto-dije con una pequeña sonrisa. No sabía que era posible tener los dientes tan blancos.
Pude notar un acento. ¿Irlandés?
-Honestamente, no me interesa. ¿Te muestro tu habitación o necesita algo más, su Alteza?-le dije seria.
-Me advirtieron que eras así. Créeme que aunque trates, he tratado con gente peor-dijo con una sonrisa.-Te sigo.
Puse los ojos en blanco y comencé a caminar al pasillo.
Y pensar que mis días de niñera acaban de empezar...

PRIMER CAPÍTULO! :D

¡Saludos a todos mis fantasmitas!