La manada de Enzo

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Para pasar más desapercibidos, debíamos llegar a Portland por rutas menos conocidas. Ya sean bosques, montañas, cualquier tipo de ruta que nos ayude a llegar sin que nadie note nuestra presencia.
Cerca de donde está nuestro objetivo hay un Refugio Nigrum, pero no nos quedaremos ahí. Decidimos que sería menos obvio si arrendáramos una casa común y corriente más que llegar al Refugio y que se filtre información hacia los Sanctus.
Cuando ya estábamos a pocas horas de nuestro nuevo hogar temporal en Portland, llegamos al bosque donde estaba este refugio y también donde muy bien oculto estaba el Santuario de las Sanctus.
Era plena noche, algo fría pero soportable.
-Vas bastante callada-me dijo Lennigton sin mirarme. Estábamos todos en un Jeep de tres corridas de asientos.
Xena iba al volante con Cage como copiloto. Luego estaba Ballora en la ventana derecha, Nate en medio y Mist en la ventana izquierda. Lennington y yo íbamos en la última corrida.
Lo miré pero rápidamente desvíe mi mirada a mi ventana.
-No tengo nada de qué hablar.
-¿Cómo estás llevando lo de Trevor?
Cerré mis puños y apreté mi mandíbula.
-¿Cómo debería estar llevándolo? No me importa lo que le pase-respondí pero supe enseguida que esa respuesta era una mentira y me odié por unos segundos por eso. No debería afectarme.
-Ja-dijo sarcásticamente.-Ni el Papa te cree.
Lo miré fijamente.
-¿Qué te importa a ti lo que pase por mi cabeza? No somos amigos, Folks.
Él sonrió.
-Yo creo que somos más amigos de lo que tú crees-dijo y se puso sus audífonos y miró por la ventana.
Puse los ojos en blanco cuando de pronto, el Jeep fue afectado por un golpe. Como si alguien o algo hubiera aterrizado en el techo.
Xena frenó abruptamente y todos nos bajamos con armas en mano.
Miré alrededor. Solo podía ver árboles y oscuridad. Las luces de la camioneta ayudaban algo pero de todos modos estaba muy oscuro.
Escuche pisadas rápidas. Esta persona o personas se movían con rapidez a nuestro alrededor, moviendo las ramas de los árboles a su paso.
-¿Quién está ahí?-exclamé.
-Yo debería preguntar eso-dijo una voz masculina.-Este es mi territorio.
Unos ojos amarillos salieron de la oscuridad y bajé mi mirada para verlos. Se acercó a nosotros y noté que no era una forma humana. Era un lobo.

-No buscamos pelea con ustedes, lobos-dijo Mist.
Más ojos brillantes salieron de la oscuridad. Una manada entera nos rodeaba.
Miré a mi equipo. Si parecía como si buscáramos pelea. Todos empuñaban sus armas como si sus vidas dependiera de ello. Menos Cage, que miraba a los lobos de forma calmada, casi sin expresión.
Los lobos gruñeron.
-Bajen sus armas-dijo Lennigton.
Lo miré confundida pero entendí su estrategia. Así no mostraríamos hostilidad.
Todos me miraron a mí, buscando aprobación.
-Háganlo-asentí.
-Disculpa-dijo Ballora con su suave voz.-¿Podríamos hablar con usted, señor, en su forma humana? Realmente no queremos pelear con ustedes-dijo con una pequeña sonrisa.
El alfa nos miró confundido pero se escondió en la oscuridad y pudimos escuchar cómo cambiaba.
Volvió usando sólo unos bóxers azules.
Su cabello era algo largo y negro, y sus ojos seguían siendo de un amarillo apagado.
-¿Qué hacen aquí, Nigrum? Su Refugio queda a kilómetros de aquí y están algo desviados de la ruta principal-dijo.
-Estamos en una misión. Eso es lo único que ir puedes saber-dijo Nate.
Él asintió.
-Está bien. Ya me metí lo suficiente con los Silvergolds, no cometeré ese error de nuevo.
-Buena idea-dije con un tono algo amenazador.
Los lobos gruñeron y se acercaron un poco más.
-Eh, soy Ballora. ¿Tú?-dijo para calmar a los lobos.
-Enzo-dijo, mirándome mientras respondía.
-¿Que seguimos haciendo aquí? Tú no quieres involucrarte con los Silvergolds, nosotros no queremos involucrarnos con ustedes. ¿Por que no nos dejas pasar y dejamos todo esto atrás?-dijo Xena.
-Tú-dijo apuntándome. -A ti te conozco.
Fruncí el ceño.
-Lo más probable es que no. Mis misiones no involucran hombres lobo. Eso está para niveles inferiores.
Él gruñó.
-No estoy jugando, niña.
Puse los ojos en blanco.
-Bueno, ¿y qué si me conoces?
-Estás rodeada por casi toda mi manada. Te conviene hablarme con más respeto-dijo caminado hacia mí. Lennigton me miró advirtiéndome que me callara. Pero no pude hacerlo.
-Lo siento. No estoy acostumbrada a tratar con seres tan subdesarrollados.
Enzo rápidamente cambió y se lanzó encima mío. Así fue como la pelea empezó.
Traté de agarrar mis cuchillas que las había dejado en el suelo hace unos minutos pero no las alcanzaba.
Pateé a Enzo con toda mi fuerza y tome una pequeña navaja de mi bota y le hice un pequeño corte en la mejilla.
Él gruñó con ira y volvió a atacar.
Lo golpeé en la cara con mi puño pero él mordió con fuerza mi antebrazo. Por suerte lo pude alejar de él con rapidez aunque el daño ya estaba hecho.
Por suerte los Silvergolds son inmune a lo que te convierte en hombre o mujer lobo. No podría vivir siendo tan...salvaje y animal.
Mientras tanto, Xena lanzaba grandes rocas hacia los lobos con su habilidad. Ballora los empujaba con los vientos que ella controlaba, haciéndolos chocar contra árboles. Nate luchaba con el arma que lo caracteriza. Su ballesta. Mist se teletransportó a la cima de un árbol para tener mejor visión y poder luchar con su arco y sus flechas. Cage luchaba serio, sin emoción con su lanza de hierro y oro. Lennington se mantuvo atrás, cerca de la camioneta. Obviamente no quería pelear y se notaba su miedo.
-¡Me voy por dos minutos y ya estás peleando, Enzo!-exclamó una chica y se lanzó hacia mí en su forma lobuna.
Me rasguñó con sus largas garras y me miró a los ojos. Sus ojos se abrieron como platos y saltó hacia atrás.
-¿Mary?

-Esto de que hayan personas que me conozcan y yo no a ellos, me está fastidiando-dije escupiendo sangre y parándome para pelear.
-No, Mary, ¡espera!-exclamó la mujer lobo pero yo me lancé hacia ella haciéndole un gran corte en su espalda.
Esta aulló con dolor y Enzo saltó en frente de ella en forma de protección.
Noté que mi equipo estaba algo herido, pero no más que la manada de Enzo.
De pronto, sentí cierto calor a unos pasos detrás mío. Todos voltearon a ver de dónde provenía.
Los ojos de Cage miraban a donde estábamos, provocando temor, y estaban más rojos que nunca. Su espalda se dobló y movió sus brazos como si quisiera romperlos. Una oscuridad lo cubrió y cuando finalmente lo vimos, hasta yo me asusté. Su figura era del mismo tamaño que la de los lobos pero él tenía un aspecto más canino. Era casi como una sombra ya que no estaba formado de una forma sólida. De su cuerpo salían lo que yo podía suponer que eran cenizas, aunque solo tenían la apariencia de estas ya que no podía estar muy segura de lo que en realidad eran. Mostró sus grandes colmillos, blancos como la nieve.
Los lobos se miraron entre ellos, asustados, y se fueron lo más rápido posible, Enzo ayudando a la mujer lobo que herí previamente.
Todos nos quedamos inmóviles mirando a Cage. Hasta que Ballora se acercó un poco y se arrodilló.
-Wow...-susurró y Cage la miró con confusión. La primera emoción que lo había visto tener. Pude notar que el cráneo de Ballora sangraba.
-Ball...-no pude terminar de decir su nombre porque rápidamente se desmayó.
Nate corrió hacia ella.
-Haz algo útil, Folks, y pásame el botiquín.
Cage fue a esconderse al bosque, probablemente para cambiar de vuelta a su forma humana.
Lo que me sorprendió más fue cuando pasó corriendo a mi lado para esconderse en la oscuridad, a pesar de que su cuerpo, silueta o lo que sea, emitía calor, cuando mi mano lo tocó, estaba completamente frío.
Un escalofrío corrió por mi espalda.
Este chico es un misterio, y me da mucho miedo resolverlo...

I AM SO SORRY, LINDOS BEBÉS, SE QUE ME DEMORO MUCHO EN ACTUALIAZAR.
En mi defensa, he estado muy enferma recientemente (ya fui una vez a la clínica y mañana tengo doctor) por razones que no creo que les interese mucho (tranquilos, no me estoy muy muriendo).
Otro personaje más que conoce a Mary!😄 Supongo que saben quién es...
Ojalá les haya gustado este capítulo y no olviden de votar y ojalá comentar! Me encantaría saber sus opiniones.

El Ascenso de los NigrumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora