Fruncí el ceño. Que coincidencia...
-¿Qué estamos haciendo aquí, Kate?-dijo Nate cruzando los brazos.-Pediste esta reunió con mucho apuro.
-¿Apuro? Simplemente supe que estaban por aquí y quise reunirme con ustedes para hablar un par de temas-respondió Kate con una sonrisa.
-¿Cuáles temas?-preguntó Mist.
-Conozco más que nadie al equipo más importante y valioso de los Sanctus. Puedo conseguir la información que necesiten y además las armas que quieran. Tengo mi propia empresa de armas. Probablemente han escuchado hablar de ella: Iron Fire.
-¿Por qué deberíamos confiar en ti?-le pregunté.
-Ya trabajé meses como agente encubierto en este mismo grupo para los Nigrum. Perdí mi lugar por haberme acercado mucho alguien, pero eso no volverá a pasar. Y les aseguro que ningún Sanctus sabe de mi trabajo encubierto.
-Te pediremos armas para nuestro equipo y las quiero en 48 horas. En 96 horas quiero un informe de tu trabajo encubierto empezando hoy. ¿Entendido?-le ordené.
-Sí, señora-dijo sonriendo.
-Cuando dices que te acercaste mucho a alguien, ¿a qué te refieres?-preguntó Nate sonriendo, insinuando.
-Nos vamos-le dije.-Espero tu reporte. Te enviaré un mensaje con las armas y dónde quiero que las dejes-le dije a Kate.-Vamos, Mist.
Mist puso una mano en mi hombro y la otra en el hombro de Nate y en menos de un segundo, aparecimos al lado de la camioneta.
Mist y Nate se teletransportaron a la casa y yo quise deambular un poco por la ciudad. Me transformé en una chica que me imaginé, cabello castaño, piel oscura y mantuve mis ojos iguales, por precaución y también porque me gusta transformarme en personas que me imagino, más que las que veo. Este pequeño truco no se lo he mostrado a nadie, no sé si es porque no tengo a nadie a quién mostrárselo o porque simplemente quiero mantenerlo en secreto.
Saqué un cigarrillo de mi mochila y lo prendí luego de estacionar el auto. Me senté en una cafetería, en una mesa de afuera. Todas las mesas de afuera estaban vacías por el frío. Una mesera se acercó y me preguntó qué quería. Pedí un café y fumé.
No debería fumar simplemente por cómo afecta mi rendimiento físico pero no puedo evitarlo en momentos "difíciles". Y no crean que fumo mucho. Lo hago muy raramente, pero hoy necesitaba distraerme.
-¿Tienes fuego?-preguntó una voz masculina.
Levanté mi cabeza.
Era un chico de cabello rojo oscuro y ojos grises. Era alto y musculoso. Fruncí el ceño porque me resultaba conocido, pero no sabía de dónde.
-¿Y?-dijo irritado.
Saqué mi encendedor del bolsillo y se lo pasé.
-Gracias-prendió su cigarrillo y me miró luego de pasarme mi encendedor.-Nunca te he visto por aquí. ¿Nueva?
Asentí.
-¿Te molesta?-dijo apuntando con su cabeza la silla que estaba en frente mío.
Negué con la cabeza, subiendo mis hombros.
-No hablas mucho, ¿ah?
-Por ahora no he tenido la necesidad-dije con una pequeña sonrisa.
¿Qué? Puedo ser fría y todo lo que quieran, pero no significa que no puedo entretenerme cuando aparento ser otra persona.
ESTÁS LEYENDO
El Ascenso de los Nigrum
AdventureMary Nightshade. Orgullosa. Ambiciosa. Testaruda. Nigrum. Hace unos meses atrás despertó de lo que Myrina, la nueva líder de los Nigrum, dice que fue un coma inesperado. No recuerda nada de su vida pasada. Solo sabe una cosa: debe ser la mejor Nigru...