Nombre código: Militar

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Finalmente llegamos a la casa. Ballora tuvo que recostarse apenas llegamos, pero estaba bien.
Mist y yo compartíamos habitación, al igual que Xena y Ballora. Los chicos dormían todos en una.
Me encerré en el baño y curé lo más que pude mi herida. No quería que nadie me viera en ese estado.
Ahora que ya habíamos llegado, no estaba muy segura de qué hacer después. Obviamente todos teníamos que descansar pero los siguientes pasos del plan estaban algo difusos para mí.
Recientemente he tenido que encontrarme con personas que dicen conocerme y eso me tiene algo distraída. ¿Qué está pasando realmente?
-Tengo un informante aquí. Fuente confiable-me dijo Mist cuando volví a la habitación.
-¿Y quién sería esa fuente?-le pregunté.
-Trabaja con el nombre de "Militar". Una chica de nuestra edad que su vida se basa en guerras y armas. La conocí hace unos meses en mi misión en Moscú.
-Hablaremos con ella mañana, entonces-dije mientras me ponía mi ropa de dormir.
-¿Qué crees que podemos encontrar en esta "central de computación" de los Sanctus?
-Mis suposiciones son que podríamos encontrar las identidades y ubicaciones de todos los involucrados con los Sanctus, tal vez hasta cómo entrar al Santuario Infinito y podríamos encontrar que tienen ellos sobre nosotros-dije trenzando mi cabello y luego me acosté en la cama y me cubrí con las sábanas.
-He escuchado rumores...-dijo Mist mientras se cubría con las sábanas.
-¿De qué hablas?
-Algo está planeando Myrina que no nos está contando. Puse mis manos detrás de mi cabeza y miré el techo.
-Es probable. Pero no tenemos derecho a preguntar cuál es ese plan. Ella es la jefa.
-Lo sé...-suspiró Mist.-Buenas noches, Mary.
-Buenas noches...
Tardé menos de dos minutos en quedarme dormida.

Era invierno. No sé si mencioné ese detalle. Cuando me desperté para entrenar un poco, estaba nevando. Golpeé repetidamente un árbol hasta que mis nudillos comenzaron a sangrar. Los cubrí con unas vendas y traté de hacer algo de yoga en la nieve. Quién se hubiera imaginado a Mary Nightshade haciendo yoga. Ese pensamiento me hizo reír. -¿Puedo acompañarte?-escuché la voz de Lennigton a mis espaldas. Puse los ojos en blanco.
-¿Qué haces despierto, Folks?-dije, continuando con el ejercicio.             -¿Honestamente? Una pesadilla no me deja dormir.     
Se paró a mi lado y comenzó a imitar mis movimientos.
-Suele pasar-ese comentario salió de mi boca inconscientemente. Cerré los ojos y negué con la cabeza.
-No creí que eras el tipo de persona que sufría de pesadillas-dijo mirándome, frunciendo el ceño.      -Sufría. Tiempo pasado-respondí. Pero eso era una mentira. La mayoría del tiempo suelo despertarme antes de que suene mi alarma. Despierto sudando y temblando. Las pesadillas varían, hay veces que ni siquiera recuerdo de qué se trataban. Tal vez eso es lo mejor. -¿Cuál es el plan de hoy, Mary?
-Nos separaremos. Algunos iremos a ver a una fuente confiable de Mist y otros investigarán todo lo que puedan sobre el área. La investigación se separará en la tecnológica, que lo harán desde aquí con las computadoras que trajimos, y los otros explorarán el terreno.           -Estratégicamente hablando, creo que sería mejor que yo sea uno de los que se quedan aquí. soy mejor con las computadoras más que en las misiones en terreno. -Tranquilo, yo nunca pensé en sacarte de esta casa hoy-dije con una pequeña risa.
-¿Debería sentirme ofendido por ese comentario?-dijo con los brazos cruzados y sonriendo.
Me paré y lo mire con una pequeña sonrisa.
-Probablemente-dije y estornudé.
-Deberíamos entrar. No podemos resfriarnos justo cuando la misión comienza-dijo bromeando y puso su chaqueta en mis hombros.
Fruncí el ceño y lo mire confundida.
-¿Por qué hiciste eso?-pregunté.
Su cara se puso algo roja.
-¿Por qué hice qué?
-¡Chicos! El desayuno está listo-gritó Ballora desde la ventana de la cocina.
Lo mire una última vez y le devolví su chaqueta.
-No la necesito-dije fríamente y fui rápidamente a la cocina.
-Panqueques de Nate-dijo Nate sonriendo mientras los apuntaba. -Deliciosos.
Me quité los guantes y me senté a desayunar.

-Entonces, Mist, Nate y yo iremos a ver a Militar. Folks y Xena se quedarán averiguando todo acerca de esta ciudad y que se relacione con los Sanctus desde aquí con las computadoras. Y Cage y Ballora recorrerán el terreno-dije luego de que todos estábamos listos para empezar el día.
Todos asintieron.
Observe a mi equipo. Ballora estaba parada junto a Cage. Había una clara diferencia de estatura. Cage vestía completamente de negro, no con tantas capas de ropa. Ballora tenía una bufanda celeste alrededor de su cuello, cubriendo hasta su boca, y un gorro de lana gris, más todas las capas de abrigo que tenía. Me fijé como en pequeños instantes, Cage la miraba de reojo. Creo que si es que Cage confía en alguien, es en Ballora. Y también creo que, a diferencia de todos, Ballora no le teme a Cage.
Nate estaba sentado como indio en el suelo jugando con una pequeña navaja. Xena estaba sentada en una silla, con su cabello perfectamente peinado hacia arriba. Se veía algo intimidante con esa gran cicatriz en su cara, además por el arete de su nariz y los de sus orejas.
Lennigton estaba parado a su lado. Estaba usando sus anteojos y tenía los brazos cruzados. Rápidamente mire a Mist cuando Folks comenzó a mirarme de vuelta.
Mist estaba cerca mío, creando un tipo de humo morado en las puntas de sus dedos.
-¿Que estamos esperando?-dijo Nate parándose sonriendo.
Y así los grupos se separaron.

Nate iba al volante.
-Nos encontraremos con Militar en las canchas de fútbol americano de una escuela. Ahora están de vacaciones los alumnos, no deberíamos preocuparnos por ser vistos-dijo Mist.
Había poca gente en las calles. La ciudad casi parecía abandonada. Todo estaba muy...silencioso.
Luego de un rato, Nate se estacionó.
-Hemos llegado, señoritas-dijo y apago el auto.
Nos bajamos del auto. Todos estábamos armados. Las armas estaban escondidas obviamente.
Caminamos por la gran cacha. Todo estaba blanco. Había algo de niebla.
-Llegaron-dijo una voz femenina a nuestras espaldas a lo lejos.
Volteamos rápidamente.
Traté de enfocar mi vista. Era una chica de mi misma altura. Pude notar dos pistolas a sus costados. Su cabello... su cabello fue en lo primero que me fijé. Naranjo y corto, algo desordenado.
-Un gusto conocerte...Militar-le dijo Nate cruzando los brazos.
La chica me miró con sus ojos castaños. Estos se abrieron con sorpresa cuando nuestras miradas se encontraron pero luego volvieron a la normalidad.
-Basta de formalidades. Mi nombre,-dijo con una pausa y sonrió.-es Kate.

El Ascenso de los NigrumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora