Harry me hizo esperar unos segundos en el jardín, después volvió con un par de lentes y una gorra- Ese es el mejor camuflaje que he visto - dije sarcástica.
- Ha funcionado antes, ademas solo quiero huir de la seguridad del castillo
- Menos mal, yo pensé que tenias pena que te vieran conmigo - le dije en broma.
- La que debería tener pena eres tú, mañana todas las chicas de Europa te van a odiar - dijo
- ¿Europa? Subestimas la globalidad, en México estamos bien enterados de tus conquistas.
- ¿Así que, te calificas a ti misma como una de ellas? ¿debo tomar esto como una insinuación? - pregunta, demostrando que siempre puede ser más chistoso que yo.
- Ugh no, nunca me han gustado los pelirrojos, lo siento. - mentí y el solo se ríe.
Logramos con éxito huir de la seguridad del castillo y en cuanto llegue a la camioneta que me habían asignado entre seguida por Harry.
- Hola, sé que se suponía que solo vendría aquí, pero ¿crees que podamos ir al museo de Alberto y Victoria? - le pregunto con un puchero al chófer.
- Claro que si señorita Velasco, veo que ya hizo amigos aquí, mi jefe estar feliz de oír que esta difrutando su estadía.
- Ah si, lo acabo de conocer en el castillo, se llama David, este es mi chófer Louis - los presente, usando el ultimo nombre de Harry, al de menos no era un mentira.
Fuimos al museo y fue increíble, pero tuvimos que correr en cuanto unas chicas adolescentes reconocieron a Harry, llegamos a la camioneta riéndonos como locos, lo que al parecer alegro a Louis.
- ¿Ahora a donde? - pregunto este.
Y fue Harry quien contesto esta vez - Al London Eye.
- Quiero subir a la montaña rusa - dije como niña pequeña.
- Claro que vamos a subir ¿a que venimos si no? - se rió e hicimos fila.
Tardamos un rato y pude notar a Harry bastante desesperado, se notaba que no estaba acostumbrado a esperar, me pareció un más que lindo gesto que estuviera haciendo todo esto por mi, cuando claramente no tenia ninguna obligación.
Arriba la vista era increíble, hacia que toda la espera hubiera valido la pena y no me refiero a los 30 minutos en la fila, me refiero a mis 23 años de vida.
Justo cuando llegamos a tierra firme de nuevo, el celular de Harry empezó a sonar.
- Bueno - contesto
- Si, claro, no lo he olvidado - dijo - no, tampoco me he olvidado de eso. Voy a estar a las 7:30 PM ahí ¿de acuerdo? - siguió - adiós.
- Supongo que ya nos vamos - dije algo triste, ya que eran las 6:45 PM
- En realidad, estaba pensando que pudieras venir conmigo a cenar - dice - pero antes de que te emociones, no es una cena romántica ni nada, solo que siempre ceno con mis sobrinos los Miércoles.
- Claro que acepto - dije sin dudarlo.
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El príncipe Harry
Fiksi PenggemarEva acaba de concluir con honores su licenciatura en Relaciones Internacionales cuando una prestigiosa universidad en Escocia le ofrece una maestría con todos los gastos pagados, realiza el acto más alocado de su vida al aceptar la oferta, dejando e...