¿Dónde?

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Ahí estaba él, sentado en una banca de la Sala de Espera, miraba el techo con una expresión sombría, apagada, triste y desolada, tenía unas horrible ojeras hundiéndole los ojos y su aspecto era deplorable, había estado allí sentado dos días enteros, sin comer ni ducharse, solo bebiendo café e iba al baño para luego volver a sentarse.

Dos días sin una noticia de Skye desde esa escena en el dormitorio, Marlo había tenido demasiado tiempo para pensar las cosas y varias ideas se le habían cruzado por la cabeza. Y todo llevaba a una negativa.

¿Tratarle mejor? Eso intenté pero no salió bien.

¿Traer a Sebastián? Se olvidaría de mí.

.

.

¿Huir? Quizás sea la mej...

Sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz de una preocupada enfermera que parecía estarle hablando.

-¿Es usted pariente de Skye Padshynko?-

-Si, soy su hermano, ¿Qué ha pasado? ¿Está bien? ¿No ha muerto? ¿Puedo verlo? ¿Qué es lo que le pasó?-

-Señor, señor... tranquilícese por favor, me está lastimando.-

-Ups, lo siento.- Dije soltando el brazo de la chica.

-Vayamos parte por parte. Las convulsiones no eran nada normal en lo que concierne a su hipotermia. El chico está estable, no curado, sino estable. Podrá verlo en unos minutos pero tendrá que usar una bata y desinfectarse las manos.- La mujer suspiró. -Por aquí.-

Lo llevó a una habitación especial donde le entregó una bata azul, una redecilla para recoger su cabello, un cubre bocas y le indicó que se lavase las manos con un líquido especial para luego entregarle un par de guantes de látex. Marlo estaba confundido, se supone que iba a entrar al cuarto de su hermano, no a una zona en cuarentena. De todos modos solo cerró la boca y obedeció, la enfermera lo dirigió esta vez al área de los cuartos para internos, él ya conocía el camino así que se adelantó, encontrando a un doctor junto a la puerta mirándolo fríamente, abrió la puerta de la habitación y dejó pasar a Metzger.

M A R L O 

Al entrar, miré en dirección a la camita de Skye, donde él estaba recostado, cubierto hasta el cuello con un par de sábanas delgadas. Dormía apaciblemente, llevaba los cabellos revueltos y le cubrían la mitad del rostro dándole una apariencia sumamente tierna, avancé para sentarme en la orilla de la cama y miré al doctor.

-¿Y bien? ¿Qué le ha ocurrido?-

-Hmm... pues... ¿Cómo se lo digo?... Este pequeño ha estado sufriendo un poco en silencio durante mucho tiempo, hemos encontrado un pequeño bulto en su espalda, sangre en su orina, hinchazón grave de sus tobillos y las piernas, su presión arterial estaba peligrosamente alta, tiene Anemia, es decir, un recuento muy bajo de glóbulos rojos, muestra una pérdida de peso sin razón aparente pues para su edad lo normal sería que pesara entre 55 y 68 kilos, pero él pesa tan solo 32 kilos, casi la mitad, ha tenido una fiebre recurrente que no se relaciona con un resfriado, gripe u otra infección. Y lo que más nos alertó fue el desarrollo rápido de un grupo de venas agrandadas, conocido como varicocele, alrededor de un testículo, además de dos tumores.-

-¿T..tumores dice?-

-Si.-

-Pero son normales ¿No? Tumores Benignos...-

-Eh..- En ese momento una enfermera lo llamó, él tuvo que retirarse.

Suspiré y enterré mi cabeza entre las manos, joder, no sé que mierda hacer. Me sentía tan impotente...

Sentí una pequeña mano acariciando mi cabeza.

-Ho..la.- Dijo él con una sonrisa adolorida, tosiendo y con una voz realmente forzada y seca.

-Skye...- Nunca me esperé que despertara tan de repente, me había asustado y no sabía que hacer, me quedé en shock unos segundos y es que este no era Skye, era su fantasma o algo así. El tono grasáceo en su piel era aún mas notable, sus labios amoratados parecían los de un cadáver, sus ojeras eran peores que las mías y le daban un aspecto siniestro, se le había caído cabello, y sus ojos ya no brillaban, estaban vacíos, secos, podridos, enajenados. 

-Ti..tienes un..un..una cara mu..y mala.. ¿No has do..dorm..mi..ido?- Negué aún incrédulo, su dulce voz había desaparecido, sonaba como un radio descompuesto. Como a un muñeco roto y viejo

-No tienes que preocuparte, estoy bien. Lo importante aquí eres tú.- El seguía acariciando mi cabello pero cuando me escuchó decir esa última frase alejó su mano, su cara se deformó en una muca de horror.

-E..eso n..no es ci..ci..e..erto.- Se hizo para atrás. Su voz no tenía mucho volumen gracias al respirador artificial. Las máquinas que controlaban su pulso alertaban una súbita alteración.

-Skye cálmate. Mírame, no te asustes, te necesito calmado ¿Okey?- Acerqué mi mano para acariciar su mejilla pero él la apartó de un manotazo.

-¡N..NO ME TO..QUE..ES!- Dicho eso, se llevó una mano al pecho y se quejó, algo le dolía.

-¿Estas bien? Llamaré al doctor.-

-No.-

-Pero Skye..-

-H..he dich..o n..no.- Tosió un poco de sangre y se limpio la boca.

Me llevé una mano a la cabeza, ¿Que mierda debo hacer?

-Te odio.- Soltó de repente.

-¿Eh?- Me sorprendí, me había quedado paralizado. -Skye, no estas pensando bien, tranquilizat..-

-¡CIERRA LA BOCA!-

-Yo..-

-¡TU NADA! ¡TE ODIO! ¡TE DETESTO! ¡MI VIDA HA SIDO UN INFIERNO DESDE QUE TENGO USO DE RAZÓN!- Su voz se quebró y comenzó a llorar. -¡¿PORQUE SI ME HE PORTADO BIEN SOLO RECIBO PALIZAS?! ¡CONFIÉ EN TI! ¡PENSÉ QUE AL HUIR TODO SERÍA DIFERENTE, QUE.. QUE AL FIN SE HABÍA ACABADO! ¡TU ERAS MU ÚLTIMA ESPERANZA MARLO! ¡TE ODIO! ¡te odio!...- No sabía de dónde había sacado fuerzas para gritarme de esa manera.

-Te pido perdón Skye.. en serio.-

-¡VETE A LA MIERDA! ¡PÚDRETE! ¡NUNCA FUISTE NI SERÁS MI HERMANO! ¡ESCÚCHAME BIEN ESCORIA! ¡ERES DE LO PEOR, OJALÁ ESTUVIESE MUERTO PARA NUNCA VOLVER A VERTE, OLVIDARTE A TI Y ESTE DOLOR!- Siguió sollozando histéricamente. -¡¿Es que acaso yo no tengo derecho a soñar?! No te bastó con arruinarme la vida... me la quitaste... ¿Ya estás contento? ¿Ya estás satisfecho? Te llevaste todo lo que amo y aprecio. No hay n..nadie más cruel que tu Metzger, cuando salga de este hospital no me volverás a ver. Ya me harté. Preferiría morir en un callejón acuchillado, violado, mutilado, quemado, que vivir un día más contigo, bestia asquerosa. ¡SAL DE AQUI!- Me lanzó un vaso que estalló en la pared a unos centímetros de mi cabeza. Le hice caso y cerré la puerta tras de mí, me deslicé hasta quedar sentado en el suelo, puse la cabeza entre las rodillas pensando en todo lo que me acababa de decir mi hermanito. Me dolía, y mucho. El doctor regresó, me miró y me ayudó a levantarme.

-¿Te lo ha dicho?-

-¿Qué cosa?-

Tomó una carpeta y empezó a revisarla.

-Skye Padshiynko, 16 años. Padece cáncer de riñón y pulmón en fase  2 de 3, lamento ser portador de tan horribles noticias, comenzaremos la quimioterapia en un par de días.- Y el tipo volvió a irse.

De nuevo colapsé pero no quería llorar, pateé un bote de basura cercano, golpeé una pared, me jalé los cabellos y rugía consumido en ira. No podía con toda esta culpa. Necesito a alguien que me ayude.


Alguien...





||Me inspiré con "Clousure" "A Prophecy" y "I Won't Give In" de Asking Alexandria||


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