Infantil

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Skye se levantó por la madrugada con el estómago gruñéndole. Se incorporó quedando sentado y una ráfaga de aire helado loe recorrió la espina dorsal.

-Joder que frío.... ¿Acaso no hay calefacción o una chimenea?-

Dirigió la mirada hacia el enorme ventanal que estaba frente a la cama y se quedó estático, había jurado ver, por un fragmento de segundo, a Marlo parado allí afuera revisando su celular. Se levantó lentamente, como si su cuerpo se hubiese sumergido de repente en un extraño tipo de hipnosis. Caminó hacia el ventanal y puso las manos en el vidrio de este, el cristal estaba frío y su respiración creaba vaho en la superficie.

De nuevo la imagen de Marlo se hizo presente, esta vez apoyado en el barandal fumando un delgado cigarillo y mirando fijamente al menor quién cayó de espaldas al suelo respirando agitado, con los ojos bien abiertos y una fina capa de sudor cubriendo su frente y rostro.

-Vete.. ¡¡VETE!!- Comenzó a gritar mientras se tomaba la cabeza entre las manos. Su hermano Ash lo escuchó y se puso de pie tan rápido como pudo para correr al lado de Skye y abrazarlo.

-Shh..Esta bien.. No hay nadie allí.-

Skye no dejaba de temblar mirando la ventana, Marlo sonreía burlonamente.

"Pequeña puta" -Le escuchó decir-

Skye pegó un grito y trató de pararse para correr a enfrentar a la sombra que lo acosaba, pero era inútil, Ash lo sostenía con firmeza y el de menor estatura terminó por ceder y acomodarse en los brazos de su hermano mayor.

El pecho le retumbaba, trató de no volver a mirar el vidrio mientras se repetía mentalmente que Marlo no estaba allí, que Marlo se había ido al carajo, donde pertenecía. Pero una muy pequeña parte de su ser vibró de alegría al ver de nuevo a su hermano mayor.

-Me estoy volviendo loco...- Suspiró y bajó la mirada. Ash no contestó.... Recostó a Skye de nuevo en la cama y salió del cuarto, el menor lo escucho bajar las escaleras y luego suspiró.

Pensaba en algo.

Pensaba en Marlo.

La esencia de su piel le atormentaba los pulmones, había un sentimiento en sus huesos... Sintió un abrazo, el de Marlo y eso le hizo sentir fatal.

Ahora estaba en un paraíso lejos de él, desnudo y débil. Él nunca sabría cuanto daño le hacía a su hermanito.

Skye cerró los ojos, esperando a que el sueño volviese a él, pero solo consiguió imaginar que Marlo seguía ahí. Si, era una pesadilla.

El menor ya no quería volver a cerrar los ojos, se estaba derrumbando, habían estado pasando demasiadas cosas y no lo soportaba.

Tenía frío, tenía miedo. Se levantó con mucha dificultad de la cama y caminó al baño, arrastraba los pies y se iba sosteniendo de las cosas para no caerse, le dolían horrores las caderas. Entró al sanitario y se apoyó en el gran lavamanos, mirándose al espejo, rebuscando en sus ojos reflejados en el insípido vidrio pulcramente adornado. 

Sus ojos estaban turbios.. como un estanque sucio lleno de remordimientos y una bruma espesa, pegajosa, aglomerada detrás de las pupilas.

No supo cuanto tiempo se estuvo mirando, ni cuando se hizo de día. Como si su cuerpo fuese movido por un mecanismo complejo inexistente, caminó fuera del baño hacia el balcón, del balcón a la cama, y de la cama al armario.. Repitió esa coreografía un par de veces, deambulando en círculos por todo el espacio de la habitación, varias veces se sintió chocar contra los muebles pero eso no detenía su andar, nada lo haría, sentía sus pies flotar, sentía su mente flotar también.. 








Cuando Ash entró de nuevo en la habitación encontró a Skye desplomado 

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