Mi querido Shinya, ¿cuándo se supone que dejarás de mentirme? ¿Crees que no me doy cuenta cuando tus ojos guardan sufrimiento... cuando tienes ganas de llorar? Te permito que me digas la verdad, pero eres tú quien no quiere hacerlo. ¿Tan mal estás? Confía en mí, te aseguro que todo saldrá bien, Shinya.
Capítulo 2. Los ojos son la puerta a la verdad
Pasados unos días, __(T/N) pudo darse cuenta que algo andaba mal con Shinya. De cierta forma, no era el mismo de antes, había cambiado. La pregunta era por qué, pero también podría verse como un cómo. ¿Cómo cambió, y por qué lo hizo?
Para la chica no era lo mismo ver al Shinya de ahora, y compararlo con el Shinya de antes, aunque se tratara sólo de días. Algo andaba mal, y quería descubrir qué. Pero no podía si él no se lo permitía. Ya estaba abierta la puerta, sólo había que convencer al guardia para que la dejara pasar.
— Shinya, ¿estás bien? —preguntó de nuevo. Ya lo habría hecho unas diez veces.
— Ya te dije que sí, __(T/N)-san... —respondió él, mirando hacia otra parte.
— Yo no creo que sea así... ¡Mírame a los ojos! —Y él no era capaz de hacer eso en aquel momento—. ¡Shinya! Entiéndelo, no te hará daño decírselo a alguien. Todo lo contrario, estarás mejor una vez que te hayas desahogado.
— Llorar es una forma de desahogarse, ¿verdad? —Sin querer, empezó a ceder ante los estímulos de la chica.
Ella suspiró—. Sí. Es una forma de hacerlo, pero no siempre es la más efectiva. Cuéntame qué sucede, después de todo, somos amigos.
— ¿De verdad somos amigos? —De repente volvió a mirarla con esos ojos celestes, que resplandecieron por un par de segundos.
— Pensé que lo tenías claro —rió __(T/N).
— Pues... Para mí eres alguien muy especial, __(T/N)-san —sonrió, y reconfortó a la chica.
— Entonces cuéntame qué te pasa... Los amigos siempre están para todo, en las buenas y en las malas.
Él inclinó un poco la cabeza, y pensó en lo que iba a decir. Luego de un rato, sus ojos celestes ya estaban mirando los castaños de la chica—. Tendría que empezar desde el principio para que entiendas lo que me pasa... ¿Seguro que quieres saberlo? —Ella asintió—. Bien. Será una larga historia.
— Si es así, podemos ir a mi casa —propuso.
~..~
Estando ya más cómodos, sentados en un hermoso sofá color café, el relato de Shinya estaba por comenzar. __(T/N) pidió a la criada que llevara un par de bebidas, y cuando esta regresó, el peli-blanco se dispuso a hablar.
— Todo empezó cuando era muy pequeño —dijo—. Habría tenido unos... ¿diez años?
«Me había enamorado de una chica de cabello púrpura; era hermoso para mí en ese entonces. No sabía cómo describir lo que sentía cada vez que se me acercaba. Era algo nuevo para mí, ¿sabes?
Quise conocerla, y me volví su amigo. Cada día la veía más hermosa, y me enamoraba más de ella. Quería saber cómo podía conquistarla, así que, fui con su hermano mayor. Creo que su nombre es Kureto. Si no me equivoco, es un año mayor que yo.
Allí descubrí que la familia a la que ella pertenecía, los "Hiragi", era una casa de mucho prestigio, en donde el heredero o heredera se convertía en esposo o esposa de alguien igual de importante para preservar el linaje, o algo así.
Pensé que no estaría a su nivel, pero su hermano me convenció de lo contrario, y me llevó con su padre. Él me dijo que si quería estar con Mahiru —así se llamaba ella—, debía hacerle caso.
Y así lo hice.
Tiempo después, cuando me había ganado la confianza suficiente de su familia, decidí declararme. Fue una mala idea.
Cuando lo hice, ella me comentó que estaba enamorada de alguien más. Y yo conocía a ese alguien. Se trataba de mi mejor amigo, Guren.
En cierto modo, esta historia también contiene algo que aún no te he dicho, pero deberías saber.
Como sea. Me sentí destrozado en ese momento, porque aquella hermosa chica me había rechazado. No podía dejar de pensar que era una basura... Pero Guren me consoló, y me dijo que todo iba a estar bien. Él me dio una esperanza.
Por eso, empecé a creer que las mujeres eran malas. Incluso, mamá me vendió a los Hiragi... Supe que ninguna sería buena, mucho menos como pareja. Y, poco a poco, me fui enamorando de Guren.
Pero pasó el tiempo. Recuerdo que empezaron a salir juntos cuando estábamos en el último año de secundaria, a escondidas. Y recuerdo que en primero de preparatoria Guren me contó que eran novios, y mi corazón se rompió en pedazos. Recuerdo también el año siguiente, cuando eran felices, y quise destruir esa felicidad...para luego arrepentirme, y querer quitarme la vida. También me acuerdo que un chico llamado Yūichirō me ayudó a sentirme mejor entonces.
Luego acabó el año. El tiempo voló sin que pudiera evitarlo. Nos graduamos, y nos alejamos el uno del otro. Pasaron los años. Él siguió estando con Mahiru, y hace un par de días me enteré que iban a casarse.»
— Ya veo... —fue lo único que dijo la chica. Estaba un tanto ansiosa porque había descubierto cosas nuevas sobre su amigo—. Entonces, ¿te enamoraste de tu mejor amigo y ahora estás triste porque va a casarse?
Shinya asintió—. Vaya, tenías razón. Me siento mejor ahora que te conté sobre esto... Gracias, __(T/N)-san. Creo que las mujeres no son tan malas, después de todo.
La chica de cabello color _____ rió.
Luego de eso nadie volvió a hablar. Estuvieron allí un rato, inmóviles y en silencio, tomando té; hasta que volvió la criada por las tazas.
— Pensé que dirías algo más —dijo Shinya.
— Yo también pensé que lo haría —murmuró la chica—. Creo que no hay más que decir. ¿Esto sería todo por hoy?
— Tal vez.
— Pues... Sólo tengo algo que pedirte —dijo, acercándose al oído del oji-celeste—. Ve mañana en la noche a mi concierto. Tocaré una melodía interesante.
El de cabello blanco suspiró—. Ten por seguro que allí estaré.
Shinya, mi querido Shinya. En una noche prepararé la canción definitiva que hará que te sientas mejor. Te lo garantizo... Pondré mi corazón en ella, para aliviar el tuyo.
--
Perdón por la tardanza ;v;
YOU ARE READING
Ojos; Shinya Hiragi
RomanceLa melodía volvió a abrir su corazón y darle nuevas oportunidades. Una de ellas fue conocerla. Conocerla hizo que sus ojos volvieran a brillar. » Comienzo: 2016/05/07 « » Final: 2018/02/10 «