Capítulo 10. Con la nieve de testigo
Quizás era suficiente el valor que había tenido Shinya, porque todavía sostenía con fuerza la mano de (T/N). Ella se sonrojó al darse cuenta de eso, pero en lugar de separarse, la apretó un poco más. Quería mantenerse a su lado.
Ambos tenían sentimientos encontrados: alegría, vergüenza y miedo a la vez. Sin embargo, eso no fue impedimento para lo que tenían en mente hacer. Ellos sabían lo que se aproximaba y no lo detuvieron. Sus corazones estaban emocionados y latían con velocidad; además, sus mentes relacionaron los hechos y no pudieron evitar imaginarse un futuro cercano juntos.
—Habla tú primero —pidió él, nervioso.
—Está bien —ella soltó una risita algo nerviosa y carraspeó antes de comenzar—. Quiero decirte muchas cosas, pero mi mente es un desastre justo ahora... Gracias a ti. Primero que nada, quisiera agradecerte porque te quedaste a mi lado por mucho tiempo y no me abandonaste. Toda mi vida he sido dejada atrás, mas contigo fue distinto.
Y entonces el de ojos celestes se sintió identificado. Recordó todos aquellos maltratos por parte de la familia de Mahiru, antes de ser adoptado por ellos. Recordó que el preferido siempre era Guren, no importaba qué sucediera, que a él no lo querían para su hija. Las lágrimas aparecieron en la comisura de sus ojos pero no las dejó salir. Quería que la chica terminase de hablar.
—Al conocerte, las cosas cambiaron porque me sentí amada y capaz de amar y sanar a otros también. Gracias a ti, encontré mi objetivo en este mundo: curar tus ojos —susurró y sonrió.
Shinya también esbozó una sonrisa, y apretó todavía más la mano de (T/N), sin deseos de soltarla jamás.
—La tristeza que sentías era semejante a la mía, o al menos eso fue lo que sentí... Bueno, sigo sintiendo.
—No te equivocas —soltó él, de repente, en un suspiro—. Yo... también me siento como tú. Antes de estar contigo, me sentía solo y algo desesperado. Mi amor no correspondido destrozó todo de mí, haciendo que fuera incapaz de empezar de nuevo. Pero lo logré gracias a ti.
—Vaya —rió—. Yo... creo que sentí que encontré una misión en tus ojos, y por eso mi vida tuvo un significado al fin. Sucedió de un momento a otro, no tengo explicación para ello. Entonces, creo que tú yo debemos...
—Caminar juntos y sanar las heridas del otro —dijeron al mismo tiempo, provocando un sonrojo en las mejillas de la chica.
—Así es. Y jamás volveremos a sentirnos solos.
—Qué manera tan filosófica de confesarse —Shinya no pudo evitar sonreír como tonto—. Estoy muy feliz de haberte conocido, y siento la misma felicidad porque acabas de ahorrarme el trabajo. También tenía algo que decirte. Lo haré de una forma más directa. Me enamoré de ti, (T/N).
—Igual yo, Shinya.
—Quiero que seas mi novia, aquí y ahora —pidió.
La muchacha pareció dudar cuando bajó su cabeza para ocultar la vergüenza que sentía. Sin embargo, las cosas dieron un giro inesperado cuando se atrevió a soltar la mano del de cabellos claros para colocarla en su cuello y acercarse a besarlo. El importante y primer beso, ¿qué mejor que darlo bajo la nieve, con alguien a quien piensas acompañar por el resto de tu vida?
Perplejo, el de ojos celestes no pudo evitar sonrojarse también, y tardó un poco en seguir el ritmo. No fue un beso demasiado profundo, así que tras unos segundos, se detuvieron y se observaron el uno al otro. Ya no hacía falta decir nada más, todo estaba hecho.
La nieve había dejado con puntitos blancos el cabello de la chica, cosa que le causó gracia a Shinya porque iban a juego. Entrelazando sus manos de nuevo, se levantaron del tedioso banco y caminaron juntos a casa, como la pareja que siempre soñaron ser.
~..~
—Entonces... ¡¿Ya están juntos oficialmente?! —preguntó un emocionado Kenji, tras que se le contara la historia.
—Podría decirse que sí —sonrió Shinya.
—Wah, qué alegría. ¡Felicitaciones! —exclamó de nuevo, abrazando con fuerza a sus amigos.
(T/N) se sonrojó, mientras que el peliblanco sólo comenzó a reír. A decir verdad, estaba en exceso feliz por lo sucedido hace dos días. Desde entonces no habían podido decírselo a su mejor amigo, así que ahora se encontraban en su departamento.
En su lugar, aprovecharon el día anterior para conversar sobre la vida de la chica, tema que no había salido tan a menudo en sus charlas. Así fue como Shinya se dio cuenta que ambos eran más parecidos de lo que esperaba.
—No mentías cuando dijiste que habías sido dejada atrás...
—Es cierto. A veces tener talento en algo desencadena problemas —rió.
En resumen, a los familiares de (T/N), a excepción de su madre, no les agradaba que la chica quisiera tocar el violín, y jamás la apoyaron porque tal oficio no le daría dinero ni reconocimiento. Por supuesto, ella no les hizo caso y decidió entrar a un conservatorio tras la muerte de su mamá. Meses después comenzó a tocar en la calle, y pronto estaba organizando sus propios conciertos. Apenas tenía dieciocho años cuando eso sucedió, cosa que a Shinya le pareció algo digno de admirar.
—Ahora que lo pienso, Kenji es la persona que más tiempo me ha soportado.
—Me alegra que te haya cuidado, estoy agradecido con él —sonrió el peliblanco antes de dejar un suave beso sobre los labios de su chica—. Ahora seré yo quien cuidará de ti.
—No lo dudo —ella contraatacó con otro beso.
Así fue como comenzó la verdadera historia de amor entre esos dos.
Shinya, ¿me creerás si digo que jamás pensé que lograría mi cometido cuando vi tus ojos por primera vez? No, yo tampoco me creería. Me esforcé y ese esfuerzo mereció la pena. Soy demasiado feliz ahora, nadie puede negarlo. Te quiero demasiado y no estoy dispuesta a dejarte de lado. Gracias por quedarte junto a mí y darme la oportunidad de ser la mujer que te acompañe de por vida. Gracias por absolutamente todos los momentos que me has dado hasta ahora. Y gracias de antemano por todo lo que vendrá.
Este es sólo el comienzo de nuestra historia. Seguiremos juntos por un sendero que de seguro nos llevará a la felicidad pura... A partir de aquí, no me despegaré de tu lado y confío en que tú tampoco lo harás. Te doy mi corazón ahora, ése que nadie pudo cuidar, para que lo conserves y protejas como dijiste que harías. Tomaré el tuyo también y no dejaré que nadie lo dañe más, porque no mereces seguir sufriendo.
Ahora compondré la melodía más hermosa que jamás hayas oído y haré que toque el corazón de todos. Por ti y para ti. Gracias, de nuevo.
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Bueno, jamás pensé que este momento llegaría, pero la historia terminó ;v;
Gracias por el apoyo que le brindaron, todos sus comentarios y votos me inspiraron a continuarla ♡ Creo que es un poco obvio que no haré una continuación, porque tengo otra historia que escribir y ya vieron que me tardé demasiado con las actualizaciones. Además de eso, porque el final no es del todo abierto xD
En fin. Espero que les haya gustado el resultado tanto como a mí. Algún día me tomaré la molestia de editar los capítulos para arreglar algunas cosas, pero serán detalles pequeños. Por cierto, cambié el nombre de la historia y la portada, espero que no les moleste~
¡Gracias por leer! ♡ ♡ ♡ ♡ ♡
—Nisa.
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Ojos; Shinya Hiragi
RomanceLa melodía volvió a abrir su corazón y darle nuevas oportunidades. Una de ellas fue conocerla. Conocerla hizo que sus ojos volvieran a brillar. » Comienzo: 2016/05/07 « » Final: 2018/02/10 «