Capitulo 12: No tiene sentido

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[Camila]

Cuando pensaba que ya no tenía más dignidad que desparramar por el suelo, llega una nueva situación y me hace cambiar de opinión, pero en este momento realmente he tocado fondo, ya no podía caer más bajo.

- Si te sirve de consuelo a mí me parece que sales muy sexy. No tienes nada que envidiar a los actores porno de la película que vi ayer.

- No me sirve de consuelo, Dinah, pero gracias de todas formas. –Respondí con desánimo mientras volvía a guardar el móvil.

Mi mejor amiga y yo ahora mismo éramos una compenetración de dos extremos completamente opuestos. Ella desbordaba felicidad porque según me había contado, el día siguiente a la fiesta, Normani le acompañó a su casa y antes de salir del coche se besaron. Yo como buena mejor amiga le sonreí y felicité, pero mi depresión post haber enviado una foto subida de tono por error y encima no deseada, me impidió celebrarlo más.

- Tienes que animarte, Camila no es el fin del mundo.

- Deja de hablarme con esa maldita sonrisa de oreja a oreja, Dinah. –Hizo un puchero y yo suspiré, disculpándome de inmediato. No debía pagar mi mala suerte con ella, con la única persona en la que podía apoyarme en estos momentos. – Perdóname, estoy un poco susceptible últimamente.

- Eso te pasa por enamorarte de la idiota de Lauren. Si hubieras hecho como yo, ahora serías feliz con la perfecta de Mani. –sonrió, probablemente pensando en la morena, cuando se percató de sus palabras, y cambió el semblante a uno más preocupado, agitando sus manos desesperadamente mientras hablaba. – Nonono, no quería decir eso. Ni si te ocurra enamorarte de Mani, maldita bananera, ¡es mía, solo mía! –imitó a un perro gruñendo, cosa que me causó más gracia que otra cosa.

- ¿Quién decías que era tuya?

Ambas levantamos la vista hacia la voz proveniente de la espalda de Dinah, la cual despreocupadamente se puso a responder antes de siquiera observar a la persona.

- Dejaba claro a mi mejor amiga que Mani es... –y ahí se calló, encontrándose precisamente con el rostro de la persona a la que se refería. Su voz fue disminuyendo hasta tornarse en un murmullo, casi inaudible en la última palabra. -... mía.

Comencé a reírme descaradamente, animando mi humor de inmediato hasta que una tercera voz irrumpió en la conversación.

- ¿No sabes que las personas no pueden ser propiedad de nadie, Dinah? –preguntó con su animada sonrisa, terminando por plantar esos ojos esmeralda que tanto me gustaban, sobre los míos propios. No podía verme, pero de seguro que ya me encontraba sonrojado hasta la nariz. – Hola a ti también, Camz.

- Ho-hola... –respondí agachando inmediatamente la cabeza, incapaz de sostenerle la mirada por más tiempo.

- ¡Ya lo sé, boba idiota! ¡No pretendía que Mani fuera de mi propiedad! –exclamó la rubia sacándole infantilmente la lengua a Lauren, quien se mofaba en su cara. Normani disfrutaba de la escena con los brazos cruzados, sonriendo ante la reacción de la rubia. – ¡Te juro que no me refería a eso, te lo prometo! –exclamó a su amor platónico con desesperación, quien se limitó a reír, mostrando esa tan característica sonrisa suya, y revolverle el pelo a mi mejor amiga, al cual solo le faltó ronronear ante el contacto.

- No te alteres, Dinah –respondió sin dejar de sonreír, terminando por rodearle por los hombros y dejar de que se apoyase ligeramente en ella. Dinah realmente parecía que iba a explotar de la emoción, mirándome constantemente con cara de "¿LO ESTÁS VIENDO? LO ESTÁS VIENDO, ¿VERDAD?" y yo le respondía con cara de "ME DAIS ASCO, QUIERO IRME DE AQUÍ", porque me daban bastante repulsión y sinceramente, quería irme de ahí. –En realidad venía a ver a Camila.

- ¿A mí por qué?

- ¡Normani, joder! –exclamó Lauren, sorprendiéndonos a todos. Palmeó su hombro, ignorándonos a ambas, y siguió evaluándome con la mirada.

- No te culpo –terminó diciendo en voz alta, cosa que no tenía sentido ya que la mitad de los presentes no comprendíamos la situación, aunque dando por hecho que DJ seguía en su mundo de Manis, en realidad solo una cuarta parte de los presentes no entendíamos nada. Más concretamente, yo.

- ¿Eh? –miré a Lauren con desconcierto, quien para mi impresión, apartó apresuradamente la vista y agarró a su amigo del asa de la mochila, tirando de él hacia atrás y en consecuencia provocando que Dinah casi se cayera de espaldas al no contar con Normani como soporte humano.

- ¡Tenemos prisa, adiós! –exclamó con la voz más perfecta del mundo mientras se marcha a paso rápido. De lejos pude ver como propinaba varias patadas a Normani, quien intentaba cubrirse inútilmente.

Me encogí de hombros y miré a Dinah con desconcierto.

- ¿Has entendido algo?

- ¿Has visto lo mona que es? –formuló como respuesta, dejándome en claro que seguía en su mundo y me resultaría imposible entablar cualquier tipo de conversación con ella.

Suspiré y eché a andar a clase, ignorando todos esos pensamientos que intentaban conectar sin ningún resultado. No tenía sentido, de hecho, lo único que tenía que ver con Lauren y tener sentido al mismo tiempo, eran las sonrisas de idiota que se me formaban al verle.

Definitivamente debía remediar eso cuanto antes.

descubierta; camren.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora