El contrato ( historia corta)

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Alyssa

Se va... de nuevo... suspiro cansada y sin si quiera vestirme entro en la ducha. Debo olvidarme de esta estupidez de enamorarme de Mikail. Mi corazón va a quedar destrozado en el camino.

Han pasado tres semanas y cada dia es lo mismo. Mikail viene en la noche me folla frenéticamente hasta que me deja temblando y luego se va... dejándome en un mar de soledad y tristeza.

A medida que pasan las semanas conozco cada vez algo mas de el. Colabora con muchas entidades benéficas sin anunciarlo con pompa. Es muy amable conmigo y se preocupa por todas mis necesidades, me pregunta por mi carrera, por mi abuela y por las cosas que me interesan aunque cuando quiero hacerle preguntas personales pone de nuevo su máscara de frialdad y no me contesta. Le encanta la musica porque esta oyendola cada vez que paso por su estudio y el esta trabajando, también ama la fotografía. Una tarde en la biblioteca descubrí varios álbumes de fotografías de la naturaleza y Aaron me dijo que Mikail las tomaba en su tiempo libre.  Tambien descubri que en sus ratos en los que necesita estar a solas le gusta  pasear por el jardín o sentarse solo en la playa pensativo... y me siento cada vez más enamorada de este enigmático hombre... Cuando viene a mi cada noche mi corazón se agita y mi cuerpo le responde sin miedos y con deseo. 

Sin embargo al final de la tercera semana mi periodo llega. Cuando se lo digo él se pone más que furioso. Sin decirme una palabra llama a una doctora Silvia Moore. Se supone que es la ginecóloga y obstetra que llevará adelante mis revisiones en el embarazo. Sale de la habitación dando un portazo y me quedo sentada en la cama sin saber qué hacer. Media hora después entra en la habitación y no se ve más calmado.

_ la doctora Moore va a hacerte unos análisis_ dice serio

_ ¿por qué?_ pregunto

_ son de rutina quiero saber si estas sana_ dice frio y asiento. Lo sigo por el corredor. Entramos en una sala que parece un hospital. Maquinas de todo tipo están conectadas. Hay una camilla simple y una cama tipo internación en la pared una pantalla plata y controles en la pared además de una mampara muy bonita con rosas pintadas que parece hecha a mano. Una doctora mayor se acerca a mí con una sonrisa y un guardapolvo blanco sobre su costoso traje

_ Alyssa un placer soy la doctora Moore _

_ Un placer _ digo tomando su mano

_ siéntate, te sacare un poco de sangre para hacer unos análisis de rutina y te hare una ecografía para ver tu útero_ dice calmada.

Ella me saca sangre en una jeringa impresionante y la etiqueta con mi nombre. Dejándola a un lado en un rotador extraño.

_ extiéndete en la camilla y abre tu blusa déjame libre tu abdomen bajo_ dice calmada y le hago caso.

Mientras esto sucede Mikail esta tenso parado en la puerta observando todo. Ella toma un liquido algo frio y lo distribuye en mi piel. Enciende una maquina y comienza a pasar el extraño a pasarlo por mi bajo vientre.

_ tu útero está sano y en perfecto estado_ dice tranquila

_ doctora en verdad estamos apremiados por tener un hijo y le aseguro que estamos en el tema cada noche, si está sana no entiendo porque no queda embarazada_ dice Mikail muy duramente

_ es una joven sana y en perfecto estado para procrear solo que a veces la naturaleza es caprichosa señor Walker solo deben tener paciencia_ dice ella con calma y el asiente.

Luego de limpiarme con una toalla nos despedimos de la doctora y Mikail le dice

_ la llamo luego por los resultados_ dice seriamente y el da la mano para irse luego.

Caminamos por el pasillo y cuando entramos en la habitación entra conmigo dando un portazo

_ ¿tienes anticonceptivos escondidos?_ pregunta bruscamente

_ No Mikail ¿ cómo puedes pensar así de mi?_

_ puedo pensarlo porque tengo derecho, te folle cada maldita noche por un mes y no quedaste embarazada solo puedo pensar así porque es cierto_ dice acerándose furioso

_ puedes revisar toda mi habitación si quieres y no encontraras nada_ digo furiosa con lagrimas en los ojos

_ podrías haberte dado inyecciones anticonceptivas en cualquier momento estando sola todo el dia_ dice con desprecio

_ piensa lo que quieras_ digo enfadada. El toma su teléfono y marca un numero

_ doctora Moore soy Mikail, quiero que además de los análisis de rutina haga análisis para encontrar algún rastro de anticonceptivos en la sangre el que sea_ la doctora parece decirle algo_ quiero esos análisis esta misma tarde, tiene todo para tenerlos en especial los últimos que ordene_ dice furioso y corta. Se acerca a mí y toma mi brazo brutalmente haciéndome gritar

_ ruega porque no encuentre rastros de anticonceptivos en tu sangre Alyssa porque te juro por dios que te destruiré y pondré a tu abuela en un asilo publico_ me suelta furioso y siento latir mi brazo de dolor. Camino a la playa y me siento en la arena mojada y dejo que mis lagrimas salgan sin control sintiendo que el dolor de mi piel no se compara al dolor de mi corazón

Me quedo llorando un largo rato en la playa hasta que siento frio. Me levanto y voy a la cocina rogando porque Aarón no esté porque necesito ponerme frio en el brazo, esta mirado y los dedos de Mikail se notan uno a uno. Entro a la cocina y no tengo suerte. Aarón esta preparando la cena. Me mira y le sonrío tímida mientras voy al refrigerador tomando un saco de guisantes congelados. Aarón me ve y se queda de piedra.

_ Alyssa_ susurra y yo solo digo no con la cabeza, tomo los guisantes y los apoyo en mi brazo. El se acerca y me los quita examinando mi piel lastimada. Y por primera vez veo un real enojo en su mirada.

_ déjame que te ponga otra cosa los guisantes solo harán que te duela mas_ dice abriendo un gabinete y sacando una pomada. Me la pasa con delicadeza en las marcas_ ve a descansar un rato llevare la cena a tu habitación_ dice calmado pero al furia de su mirada es demasiado notoria.

_ Por favor no le digas nada él no se dio cuenta..._ susurro con los ojos llenos de lagrimas

_ Nada, absolutamente nada justifica el maltrato a una mujer por la razón que sea Alyssa _ dice serio y sale de la cocina. Suspiro cansada de llorar y me voy a mi cuarto, me recuesto del otro lado para no aplastar el brazo adolorido y me quedo en blanco dejando que mis lagrimas fluyan solas.