Dos días después estoy desanimada buscando casas por internet. Aarón está conmigo aconsejándome porque quiero un lugar cerca de la universidad pero cerca de mi abuela también. Quiero algo sencillo pero amplio para que pueda hacer allí el consultorio una vez que me reciba. Miro desanimada cuando Aarón me dice
_ pequeña tengo una casa del otro lado de la isla, es mía pero nunca la uso porque vivo aquí en la casa de huéspedes y solo voy a limpiarla de vez en cuando. Tiene una cocina comedor grande, tres habitaciones arriba y vista a la bahía. Tiene un garaje sin uso que puede perfectamente acondicionarse como consultorio cuando te recibas_ dice y me emociono y lo abrazo
_ Gracias Aarón gracias..._ susurro emocionada
_ no entiendo porque mi chico es tan duro, se nota que siente cosas por ti, el no haría lo que hizo por ti por nadie más, creo que es hora de que el sepa la verdad sobre su padre, pero yo no puedo decirte nada , solo debo hacer un llamado y rogar porque eso cambie las cosas, tu y el se merecen ser felices juntos_
Toma el teléfono y marca un número de su agenda
_ Caroline soy Aarón, Mikail está en Londres creo que es hora de que hables con el..._ dice y corta.
Mikail
Hace una semana que estoy en Londres tratando de concentrarme en mis negocios. Lo logro cuando estoy en reuniones pero fuera de eso soy un desastre. No puedo dejar de pensar en Alyssa, en sus ojos, en su boca y en su piel. No puedo dejar de pensar cada noche en cuanto extraño su dulce cuerpo a mi lado. Suspiro y tomo otro trago de whiskey. Varias mujeres intentaron seducirme en estos días y ninguna causo ningún tipo de reacción en mí. Comparadas con Alyssa todas son vanas y superficiales.
De pronto tocan mi puerta y me extraño porque no espero a nadie aunque puede ser del servicio del hotel
Cuando abro hay una hermosa y elegante mujer mayor frente a mí
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_ Mikail, soy Caroline, creo que debemos hablar_ dice y pasa elegantemente a mi lado dejándome sin habla.
Se sienta en la silla del juego de comedor y se queda mirándome paciente. Antes de cerrar la puerta el servicio de habitaciones llega
_ espero que no te molestes querido pero pedí un poco de té, es la costumbre inglesa a esta hora_ dice elegante y asiento aun sin poder hablar ante esta elegante mujer. El camarero entra y deja la bandeja en la mesa y ella agradece con una sonrisa y da una propina de forma muy educada. El muchacho sonríe maravillado como yo ante esta dama. Se retira y cierro la puerta sentándome frente a ella.
_ te pedí café, dudo que tomes te Mikail_ dice y asiento. Ella sirve con elegancia y arte ambas tazas la de ella con te la mía con café y deja a un lado la crema y el azúcar
