Capítulo 19

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Desperté con un fuerte dolor de cabeza y con mis dientes chocando entre sí. Aún estaba en el baño y el agua ahora era terriblemente fría.

Con trabajo salí de la tina, ya que el agua y la posición en la que estaba habían entumido mi cuerpo.

Aún no amanecía, el reloj marcaba las 4:15am, parecía que había dormido no más de dos horas en el baño.

Mientras secaba mi cuerpo recordé lo que había pasado hace algunas horas. Cal había dejado una marca de mordida en mi cadera, al pasar mis dedos sobre ella dolía un poco, pero era un dolor bastante agradable. Esa era la única herida que me gustaba.

Con las yemas de mis dedos recorrí cada llaga que mi piel dejaba al descubierto. Cuando Cal me quitó la playera había dicho que era "hermoso", pero se equivocaba. Mi cuerpo estaba lejos de ser siquiera lindo. Mi piel era enfermizamente pálida y las pequeñas cicatrices se sentían asquerosas bajo mis dedos.

Un nudo se formó en mi garganta, debe ser difícil amar a alguien tan repulsivo como yo.

Cal debería estar con alguien igual de hermoso que él.

-Tocar y ser tocado por mí debe ser asqueroso- dije al vacío.

El dolor de mi cabeza y la culpa me hicieron derramar lágrimas, o tal vez simplemente estaba sufriendo las consecuencias de estar ebrio, fuera lo que fuese, me sentía triste.

Para cuando terminé con mis lágrimas ya eran las 6:05am, solamente tenía dos horas para dormir. Genial.

Me recosté sobre la cama y observé el techo hasta quedarme dormido.

···

La alarma de mi celular sonaba estrepitosamente y taleadraba mis tímpanos, me sentía peor que hace algunas horas.

Me levanté con pesadez de la cama, mi cuerpo se sentía débil y sin previo aviso comencé a estornudar.

Fui directamente hacia el baño y del espejo saqué un cubrebocas, pero no había ningún medicamento antigripal.

Con desgana cerré el espejo y fui a la sala. Podría ir a la tienda en menos de diez minutos, pero me sentía mal y no quería toparme con alguien que me arruinara más de lo que ya estaba. O podía ir con Cal, y sino tenía medicamentos, podría sentirme mejor sólo con su presencia.

Entonces, salí de mi departamento y toqué la puerta de Cal. Al poco tiempo abrió y me recibió con una sonrisa.

-¿No querrás que vayamos a correr ahora mismo, verdad?

Mi sonrisa la ocultó el cubrebocas.

-No...- estornudé-, s-sólo quería preguntar si tenías medicamento...

-¿Estás enfermo?

-Creo...

-Ven- Cal tomó mi muñeca y me atrajo hacía su cuerpo-. Estás muy rojo...- con gentileza colocó su mano en mi frente, al instante frunció los labios.

-¿Qué?

-Estás hirviendo. Acuéstate en el sillón- Cal cerró la puerta y se dirigió a su baño.

-¿P-pero las clases?

-No nada pasa si faltamos un día- Cal regresó con un termómetro de pilas-. Acuéstate en el sillón.

Le obedecí.

-Sé cuidarme solo...

Cal sonrió y besó mi frente.

-¡O-oye!- le grité.

-Lo siento, es que te veías tan tierno- suspiró-. Sé que puedes cuitarte solo, pero yo quiero hacerlo. Abre la boca.

El rubor que provocaba la fiebre ayudó a ocultar mi sonrojo.

-N-no... tiene bacterias.

-Cierto, bueno, es seguro que tienes fiebre, duerme un po... ¿por qué lloras?

Sin darme cuenta mis lágrimas habían comenzado a caer.

Se sentía agradable que Cal me cuidara de esa forma, se sentía como estar en casa nuevamente.

-Ha pasado tiempo desde que alguien me cuidó de esta forma... n-no es nada- y eres demasiado para mí.

-Oh... bueno- Cal acarició mi mejilla, me quitó el cubrebocas y limpió mis lágrimas-. Mientras yo esté aquí nada te pasará, tranquilo.

En ese momento me di cuenta que mi corazón ya lo había ganado, estaba enamorado de Cal.

-Descansa un poco, voy a preparar algo de té.

-Te quiero...

-¿Qué?- Cal me miró sorprendido- ¿No estás ebrio, verdad?

-No...- le sonreí-. Te quiero, gracias por cuidar de mí.

Lo siguiente que sentí fueron los brazos de Cal rodeandome y protegiendome en un abrazo.

-Si pudiera te besaría- dijo susurrando.

-No lo hagas, estoy enfermo.

-Ja, pensé que con esta confesión ya tenía permiso hasta de hacerte el amor.

Sabía que Cal no me veía pero no pude evitar esconder mi cara en su hombro.

-T-tal vez- mi voz fue un susurro ahogado, casi inentendible.

-¿Qué acabas de decir?

-Que me prepares mi té.

-Mentiroso, dijiste otra cosa.

-No, pero de verdad quiero mi té- le quité el cubrebocas de las manos y volví a ponernelo-. No quiero contagiarte.

-Ja, bueno, iré por tu té, descansa, cariño- dicho eso Cal fue hacia la cocina.

-Claro... cariño- estaba seguro que Cal no me había escuchado, aún así era algo vergonzoso, pero no evité sonreír.

Después de ocho años pude sentir que volvía a existir, aunque sólo para Cal, pero eso era suficiente para mí.

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No sé por qué, pero lloré :'v

Antes que nada, quiero dedicar este capítulo a MareYukishiwa, sé que te prometí para antes el capítulo pero no había tenido inspiración ;-;

Espero que les haya gustado, aunque me haya tardado ochenta y cuatro años y haya sido cortito, pero lo hice con amor ;w;

Gracias por todo el apoyo que le han brindado a esta historia, casi son 300 votos, ¡¡300!! *c muere*

En verdad muchas gracias TvT *iora*

Bai❤

No Me Toques [Yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora