Capítulo 23

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-¿Y cómo era tu madre?- Cal acariciaba suavemente mi cabello y jugaba con los dedos de mi mano.

Estábamos en su habitación, recostados en su cama, bueno, yo estaba sobre el pecho de Cal. Había cumplido mi promesa de regresar y después de comer algo decidimos descansar un poco.

-La verdad, no recuerdo mucho de ella, pero lo que más me gustaba era su sonrisa y su voz. Sí, recuerdo perfectamente su voz al cantar canciones que ya habían pasado de moda- sonreí al recordar fugazmente esas mañanas de domingo en las que mi madre preparaba el desayuno mientras intentaba imitar a Ana Torroja, y a diferencia de otras veces, recordar no me causó dolor.

-Ja, ya me imagino, seguro por eso llegabas a la escuela tarareando ese tipo de canciones.

-Seguramente era por eso... y, ¿cómo era tu mamá?

Cal sonrió y miró al techo.

-A diferencia de ti, yo no conocí a mi madre- cierto, Cal había dicho que ella había muerto cuando él nació-, pero mis abuelos me contaban mucho de ella, prácticamente decían que era como yo, tanto física como psicológicamente.

-¿Tienes alguna foto de ella?

-Sí, espera.

Tuve que moverme del pecho de Cal para que él pudiera levantarse y buscar en el cajón del buró. Después de un momento sacó un marco dorado y me lo dio.

-Se llamaba Lily, Lily Evans.

-¿Always?

-¡Exacto! ¿ves como sí somos el uno para el otro?

Solté una risita y miré al retrato, claramente era la madre de Cal, el parecido era extraordinario, era como ver a Cal en mujer, incluso tenían la misma sonrisa.

-Era muy bonita.

-¿De dónde crees que heredé lo guapo?

Casi me ahogo por la risa.

-Ah... bueno, eso no puedo negártelo.

Cal sonrió satisfecho y besó mi mejilla.

-¿Tú tienes alguna foto de tu mamá?

-No... cuando me mudé de la casa de mis tíos procuré no llevarme nada que pudiera recordarme a mis padres.

-Oh... ¿quieres ir con tus tíos a recuperar una foto?

-No- arrugué la nariz de sólo pensar cómo sería eso- pero... podemos ir a visitarla.

-Buena idea, incluso podría ir a ver a mis abuelos y a mi madre.

-¿Estarán en el mismo lugar?

Cal se encogió de hombros.

-No lo sé, pero sólo hay un cementerio en esta ciudad.

-Bueno, iré a cambiarme, en diez minutos nos vemos afuera, ¿vale?

-Vale.

...

Cal sostuvo mi mano al caminar por la calle, su calidez se sentía a través de la tela del guante, muchas personas volteaban a ver, pero traté de no prestarles atención. Nos detuvimos en un puesto de flores para comprar rosas, tulipanes, claves y hortensias.

Después de caminar por una media hora llegamos. Era principios de noviembre, muchas personas recordaban a sus muertos en esas fechas, así que las lápidas eran adornadas con flores de hermosos colores. Había una en especial con flores en diferentes tonos de azul, justo cuando pasábamos por ahí un chico de cabello castaño terminaba de poner un ramo de hortencias celestes.

No Me Toques [Yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora