Capítulo 24

510 62 10
                                    

-¿Cal?

-Dime.

-¿Es necesario que hagamos esto?

-Sí, ¿a ti no te gusta la Navidad?

-Hum... hace mucho tiempo que no la celebro.

Estábamos en el departamento de Cal, como ya era costumbre, habíamos llegado al punto en el que pasaba más tiempo en su departamento que en el mío. Ese día por la mañana él había llegado con un pino de mi tamaño. Era 23 de diciembre y, como siempre, yo no sabía qué se celebraba.

En esos momentos nos encontrábamos adornando el árbol para Navidad que era al día siguiente. Cal me había dado permiso para ponerme unos guantes, pues los adornos llevaban bastante tiempo guardados y aún no me confiaba mucho del polvo.

-Tal vez deberías decirme las festividades con una semana de anticipación, ¿no lo crees?- dije mientras sacaba una caja llena de esferas rojas.

-Bueno, el próximo año te avisaré desde septiembre. Además, mañana es mi cumpleaños y me encanta  adornar el árbol, pásame una esfera.

Al escucharlo estuve a punto de tirar la caja de esferas que tenía en las manos.

-¡¿QUÉ?!

-Em... ¿pásame una esfera?- respondió Cal sin prestarle mucha importancia.

-¡Eso no!

-¿Es mi cumpleaños?- Cal encogió los hombros y siguió colgando esferas en las ramas del pino.

-¡Sí!, ¡¿por qué no me dijiste?!

-No preguntaste- dijo mientras encogía los hombros.

-Se supone que eso se dice en la primera cita, o algo así, no sé, tal vez antes de acostarte conmigo- dije un poco molesto.

-En primera, no hemos tenido una "cita" como tal y en segunda, no puedo pensar en otra cosa que no seas tú cuando estás conmigo, y mucho menos en la cama, me hipnotizas con ese trasero que tienes- y siguió colocando adornos en el árbol como si nada.

Los colores se me subieron a la cara, era difícil enojarse con Cal, pero más difícil era no sentir vergüenza cuando decía esas cosas.

-Oye, soy tu novio. Me siento mal. Cuando fue mi cumpleaños me hiciste un pastel e incluso me diste regalos, y yo ni siquiera sabía cuándo era el tuyo. Supongo que es mi culpa por no preguntar pero, aún así...- bajé la mirada, me sentía molesto conmigo mismo por no haber preguntado antes.

-Hey... no te pongas así- Cal se acercó a mí y me abrazó por la espalda-, el mejor regalo que puedes darme es permitirme estar contigo. Perdón por no decirte cuándo era mi cumpleaños, prometo avisarte el próximo año, ¿vale?- y al segundo siguiente sus labios ya estaban sobre mi mejilla.

-Eso no es gracioso- me giré para poder verlo a los ojos, esos ojos avellana que me hacían suspirar-. ¿Hay algo que quieras? No tengo mucho dinero porque soy un misofóbico que no tiene trabajo, pero he ahorrado un poco desde que rehuso los guantes en vez de tirarlos, así que podría comprarte algo e incluso podría intentar hacer un pastel o al menos hervir leche... ¿pan francés?, ¿algo? Tienes exactamente... -miré al reloj que Cal tenía en la pared junto a un póster de Gorillaz, eran las 10:30pm- tienes exactamente una hora para pensar en lo que quieres.

-¿Por qué tan poco? Son vacaciones- dijo entre carcajadas.

-Porque tendré que levantarme temprano para hacer algunas cosas mañana por la mañana, y también tengo que aprender a cocinar para poder hacer algo que no se queme y...- los labios de Cal se cerraron sobre los míos, impidiendome decir una palabra más. Tomó la caja de esferas de mis manos y la dejó sobre el suelo.

No Me Toques [Yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora