Capítulo 25

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Después de dar vueltas y vueltas a mi cama desperté. No había dormido bien, me encontraba ansioso y nerviosamente emocionado. Había encontrado el regalo perfecto para Cal en lo poco que había logrado dormir. Había soñado con el viejo tornamesa que mi padre me había dado cuando tenía 7 años, recuerdo que era un portafolio, al abrirlo se encontraba la plataforma y la aguja del tornamesa. Era algo perfecto para Cal. Sólo había un problema, se encontraba en casa de mi tía, en la época en la que me había enmamcipado procuré no traer a mi departamento ningún objeto que le hubiera pertenecido a mis padres, o que me hiciera recordarlos, entre esos objetivos se encontraba el viejo tornamesa.

Tomé mi celular del buró y revisé la hora: eran las 5:30 de la mañana. Seguramente nadie me contrataría en casa de mis tíos, pero tenía que intentarlo. Entré los pocos contactos que tenía en el celular encontré el número de mi tía, llamé al número y esperé a que por milagro contestara.

-¿Diga?- al penúltimo timbre la voz cansada de mi tía se hizo presente al otro lado de la línea.

-Hola, perdón por las molestias...

-¿Quién es?

-Em, Oliver.

-Oh... Oli, hace mucho que no llamas, ¿está todo bien?- su preocupación era un tanto finjida, aunque eso no me sorprendía.

-Sí, sólo quería preguntar si aún conservan el tornamesa que me dio papá.

-Eh... sí, creo que aún está en tu cuarto, ¿sucedió algo para que lo quieras repentinamente?

-Mhh... no... sólo que mi n... amigo, un amigo tiene acetatos y no hay dónde reproducir...

-¿Tienes amigos?- sentía el sarcasmo aunque estuviera a kilómetros de mí.

-Sólo uno, en fin. ¿Puedo pasar por él a las 7:00?

-Sí, Luna tiene que levantarse temprano, ella te lo dará- solté un suspiro al escuchar el nombre de mi prima- ¿Necesitas algo más?- Luna no era precisamente la chica más dulce que conozco.

-No, creo que no... pero si aún conservan mis cosas, quizá regrese por ellas.

-Ah, sí, cuando quieras. Bueno, adiós.

-Hasta luego- pero antes de terminar la frase la linea había sido cortada. Bloqué el movil y me levante a alistarme para salir.

Después de bañarme tomé dinero suficiente y salí de mi departamento a las 6:00 am, aún estaba algo oscuro. Hacía frío, el suficiente para saber que si caminaba hasta la casa de mi tía terminaría enfermo, así que esperé a un taxi, aún no estaba listo para tomar el autobús. Para mi suerte vi a un taxi vacío, le hize la parada y me subí.

-Buenas, ¿a dónde?- el chofer era un señor robusto y de bigote, con voz grabe y dedos redondos. Daba un poco de miedo.

-A-al centro, por favor.

-Claro.

La ciudad era muy tranquila a esa hora, sumando que eran vacaciones y era de los pocos idiotas que estaban despiertos a esa hora. Era un viaje de unos 40 minutos, así que decidí felicitar a Cal. Desbloqué el celular, marqué su número y rogué para que no me contestara, y así fue, sonó el último tono y después el mensaje de la contestadora, que me indicó cuando empezar a hablar.

-Hola, sabes que no soy bueno para esto. ¡Feliz cumpleaños!... ¿qué se dice cuándo felicitas a alguien?... bueno, espero que escuches esto antes de que llegue a tu departamento. Te amo y estoy muy esperanzado en hacerte feliz con un regalo no pornográfico. Hasta luego, cariño- se escuchó el timbre que finaliza el mensaje y se envió.

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⏰ Última actualización: Sep 22, 2017 ⏰

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