Ven hacia la falacia de esta noche
La danza de nuestras manos marcarán el ritmo
Mientras desconocemos los lugares donde siempre estamos
Sin ocultar la mínima miseria de nuestros actos
Sabré que entre unas palabras habrá unos silencios inmensos
de aquellos ahogados y llenos de cada grito
Entre tanto, la música dejará de sonar
los ojos dejarán de ver
y nuestras manos envueltas en esta pelea
dejarán de tocarse
para yacer en una sola muerte
La eterna de esta noche.