Ojos de esencia marchita
Adornan su mirada vacía
Con una simple mueca
Con levantar las comisuras de sus labios
Llena de perfumes el lugar
Cálidos, gélidos, delicias de mezclas
Sus colores subyugan simples
como una brisa sobre el papel.¿Seguirá mirando el pasado o será capaz de entregarse al inexorable candor del futuro?
Mañana ella será, otra vez,
atrapada en palabras que ya nunca escuchará
En unas caricias que ya nunca sentirá
En unos labios donde amaría yacer
En un abrazos donde amaría permanecer
Y un reemplazo donde
habrá recuerdos, ilusiones y un yo
mntiendo para atraparme en palabras que ya nunca escucharé
En caricias que ya nunca sentiré
En unos labios donde amaría yacer
Y en unos abrazos donde amaría permanecer.