Este fanfic esta basado un par de meses después de los sucesos en el manga. Las cosas entre Ranma y Akane han estado algo tensas desde aquel día, algo a cambiado entre ellos simplemente ya no es lo mismo. Akane decide que ya es tiempo de rendirse mi...
Ok antes de empezar quiero advertir que el prologo esta 100% basado en el capitulo final del manga, es decir, que todo lo que leerás aquí sucede tal cual al manga (solo que yo lo e resumido un poco y e explicado con palabras las imágenes del manga, pero los diálogos son los que realmente dicen los personajes). Así que si estas leyendo el manga o lo quieres leer pásate directo al capitulo uno ya que no deseo spolear a nadie. Al final del prologo explicare el motivo por el cual reescribí el final del manga. Bueno:
COMENZEMOS...
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Meses atrás...
-déjame decirte que te amo AKANE- grito Ranma con lagrimas en los ojos. Aquellas pequeñas gotas de dolor caían sobre las mejillas de Akane, el silencio era lo único que los envolvía. Las lagrimas seguían cayendo por las mejillas de Ranma asta que una calidez fría se poso sobre ellas, aquellos delicados dedos eran pertenecientes de la chica que parecía yacer sin vida -Akane- pregunto esperanzado el peli-negro.
-Ranma- dijo la chica aferrándose al chico.
-AKANE- grito sollozante <<esta viva>> pensó.
-lo siento, podía escuchar todo pero no podía moverme- respondió ante la mirada de angustia que le regalaba su prometido.
-eh, o-oíste ¿todo?- pregunto alterado.
-sip- respondió alegre.
<<q-q ¿Qué demonios dije?>> pensó alterado con las manos sobre sus mejillas evitando mirar a la peli-azul.
-Akane, gracias a dios- decía el mitad cerdo parándose sobre Ranma, mirando suplicante y sollozante a la peli-azul.
-discúlpenme si los preocupe- dijo con una sonrisa Akane.
-vaya si que es fuerte- decía quejándose la peli-purpura mirando desde cierta distancian. El panda miraba de sus espaldas dicha escena.
Días después...
-OYE AKANE- grito el de traje blanco entrando sin permiso a la habitación de la peli-azul.
-Ranma- respondió la peli-azul volteando a ver a su prometido.
La peli-azul portaba un elegante vestido blanco, dos grande flores que fueron colocadas delicadamente sobre su cabello dejando caer tras el un delicado velo. El mitad chica se quedo sin habla al mirar a su prometida y lo hermosa que esta se veía portando aquellas prendas blancas.
-talvez debí haber escogido el vestido japonés- respondió la peli-azul ante la mirada sorpresiva de su prometido.
-no, no creo que en los dos te ves bonita- dijo el peli-negro un tanto apenado.
-en serio, gracias-respondió sonriente. Después aquel momento se quedaron en silencio.
El mitad cerdo observaba la invitación de boda para después mirar melancólicamente al cielo y desear por la felicidad de su amada mientras que le pedía perdón a la amante de los cerdos por los regalos que no pudo entregarle a tiempo.
