Narradora:
El sol se abría paso por el horizonte, las hojas de los árboles estaban bañadas por el roció, las avecillas cantaban anunciando un nuevo día, el cielo se encontraba despejado sin haber indicios de que hubiera pasado una tormenta a no ser por los charcos que se encontraban por doquier. Los rayos del sol comenzaban a iluminar la casa de los Tendo filtrándose por las ventanas y las sedosas cortinas iluminando algunos rincones de la solitaria casa (o quizás no tan solitaria).
Los rayos se filtraban a la habitación perteneciente a la menor de las hermanas molestando a un pelinegro que, asta el momento, dormía plácidamente. Lentamente, y con molestia, abrió los ojos adaptándose a la luz matinal, escaneo con la mirada la habitación solo para darse cuenta de que no se encontraba en la suya, trato de levantarse pero un bulto que se encontraba a su lado se lo impidió.
Paso la mirada a un costado para encontrarse con su bella prometida que dormía plácidamente abrazada a su pecho. Hasta el momento no se había percatado de la situación, y es que, lo único que los cubría era una fina manta que se encontraba sobre sus desnudos cuerpos. Los recuerdos de la pasada noche llegaron a su mente como si de un balde de agua fría se tratara y una leve sonrisa se formo en su rostro (no había sido un sueño).
Ella se removió a su lado apretando un poco más el agarré. El simplemente se quedo admirándola mientras acariciaba su sedoso cabello para luego recorrer su delicada y blanca piel, susurro un "Te amo" y depósito un dulce beso sobre su frente para después observar con sus azules ojos como ella poco a poco abría los suyos conectando sus miradas mezclando el azul con el chocolate.
Tres días antes...
Ambos regresaban casa después de un último ajetreado día de clases. Comenzaban las vacaciones de verano ese día por lo que había sido uno de los mas exigentes y regresaban a casa con montones de tareas y proyecto para realizar durante el verano, aunque los deberes no eran su mayor problema en aquel momento.
-ya no me ignores, Akane- pidió parándose frente a ella obstruyéndole el paso -cuantas veces te tengo que decir que no fue mi culpa.
-y cuantas te tengo que decir que no me importa- respondió para después rodearlo y seguir su camino.
El, frustrado por la terquedad de su novia-prometida, puso la mano en su cara para luego pasarla por su cabello soltando un bufido y decidió no insistir mas, en este momento, Akane, se encontraba molesta y quizás dolida, por lo que, dijera lo que dijera ella no lo escucharía ni mucho menos le daría la razón (a pesar de que la tuviera).
Se reprendía a si mismo por no poder haberlo evitado, ¿Como no pudo prever la situación?, ¿Es que a cazo, no aprendió nada después de haber sido acosado por tres chicas casa durante años?. A pesar de lo sucedido, de algo estaba seguro, y es que no perdería a Akane, no por algo como esto, ya había tenido muchos problemas y tardado tanto tiempo en aceptar lo que sentía como para poderlo todo por una persona caprichosa que no conocía.
-¿Confías en mi?- fue lo único que dijo Ranma antes de entrar a la casa después de un silencioso recorrido.
Akane se quedo quieta por un momento pensando en sus palabras, ¿Confiaba en el? por supuesto que lo hacia, entonces, ¿Por qué no le creía? era difícil hacerlo, no podía ignorar ni mucho menos olvidar lo que había visto con sus propios ojos, el tan solo recordarlo hacia que le doliera nuevamente el corazón.
Se recargo contra la puerta de su habitación y se dejo caer asta el suelo abrazando fuertemente sus piernas. Había tenido ganas de llorar en su momento pero no lo había echo asta ahora que dejo escapar un par de lágrimas mientras observaba aquella sortija que, desde ase un par de meses, portaba en el dedo anular de su mano izquierda, aquella sortija, que Ranma, le había dado en su segundo aniversario sellando así formalmente su compromiso.
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Esta vez y para siempre, di lo que quiero oír.
FanfictionEste fanfic esta basado un par de meses después de los sucesos en el manga. Las cosas entre Ranma y Akane han estado algo tensas desde aquel día, algo a cambiado entre ellos simplemente ya no es lo mismo. Akane decide que ya es tiempo de rendirse mi...