Nota: 3 Diego Almirante 13-7 Posdata: Encuentro

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Al haber llegado tan rápido al cementerio me sorprendió un poco la expresión de Félix, no era de sollozar o siquiera mostrar alguna señal de dolor, pero entonces recordé algo que mi padre repetía mucho <Los hombres no lloran, ni en las peores ocasiones>, de pequeño pensaba que era tontería y ahora también, sin embargo esa frase calo en mi cerebro desde esos días y en la actualidad. Nos acercamos al lugar donde Luisa iba a ser sepultada, Félix fue por la pala y demás herramientas le tomo minutos desaparecer en dirección hacia muchas tumbas, me senté en uno de los parques cerca del terreno, cuando... "Ayuda. Hay alguien."-Escuche el grito de una mujer, la busque con la vista, y localice no muy lejos del lugar un coche mal estacionado, escuche unos pasos acercándose, me levante con rapidez y vi la chica, la primera impresión si que cuenta, y ella me pareció una belleza, alta y de tés pálida, su cabellos liso caía hasta muy por debajo de su pecho, algunos mechones castaños volaban a consecuencia del viento que azotaba la zona, seguía observándola hasta que se fijo en mi, sus ojos claros me atrajeron de inmediato, el color miel en ellos y los distintos contraste que tenían a luz opaca del sol del horizonte que le daba directo a la cara parecía un hermoso espectáculo, se coloco una mano en la frente para tratar de cubrirse de los rayos, me sentí exaltado solo de mirarla... "Oye. Perdón. ¿Sabes donde hay un taller de reparación o algo?, e-es que el coche se averió y bueno. Necesito llegar a un lugar rápido..."- Tiene sus ojos puesto en mi, se le ve preocupada. "No. Lo siento, no creo que encuentres uno. Por lo menos no cerca." Respondí con seguridad, mientras veía a lo lejos su carro varado.

"Que lastima, y usted no va al pueblo, es que me urge llegar a un funeral"- Me tense de escucharla, y me pregunte si fuera el de mi hermana, pero es que no la conozco de nada. "¿Y donde es eso?"-pregunte dudoso. "Oh es aquí mismo, no es tan lejos. Es el velorio de Luisa Almirante"- me dice sin quitarle la vista a su coche aun en la calle. "¿Conociste a Luisa?"-digo curioso, ella voltea a mirarme con esos ojazos y mi cuerpo reacciona "Si si, fuimos buenas amigas.-me inspecciona con cuidado- Momento, ¿tu la conoces?"; tardo segundos buscando en su rostro algún indicio conocido, pero nada "Si... De hecho muy bien. Podría llevarte hacia allá."- esa respuesta le gusto, pude ver la gratificación en su rostro, "Si, muchas gracias. Necito ir."-Dijo con alegría. Yo le sonrió en respuesta.

Casi ni me di cuentacuando llego Félix se acerco con las herramientas, las tome sin dejar de mirara la chica, que esperaba no muy lejos de allí. Cuando me dispuse a escavarprofundo. Solté la pala al sentir un fuerte dolor atravesaba mi cabeza, ydespués la espalda, caí de rodillas ylagrimas comenzaron a caer por mi rostro, antes de perder la noción de larealidad, vi como la chica y Félix se acercaban a mi.... 


Notas de una muerte significativa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora