Capitulo 1

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ALEX'S POV:

-No sé porque mierda me van a mandar a un maldito Internado.- digo gritándole a mi progenitor.

-Alex la boca. ¡Ya te dije las razones, sos una rebelde, mal educada y encima le pegaste a una compañera que termino con la nariz rota!!!- me responde el perdiendo la paciencia. - La tuvieron que operar a la pobre chica. Tenemos la maldita suerte de que sus padres no quisieron demandar.

-Ella se la busco! ¡Ya te lo dije! Pero vos nunca me escuchas. No te importo una mierda.

-Alex...no digas eso, te queremos mucho. - habla la cotorra, digo Josefina. - Diego por favor no la mandemos a ese Internado. Si la chica se lo busco estuvo bien. - dice la mosquita muerta, ¿es que no entiende que nunca la voy a querer?

-Hablaba de que a mi supuesto "padre" - digo haciendo comillas, - no le importo. Que a vos, Josefina, yo no te importe me chupa tres huevos.

-Alex no empieces...- empieza mi papá suspirando.

-Dejala amor la entiendo. - dice para hacerse la pobrecita. Al decir eso ya nadie hablo. Quede mirando la ventanilla todo el puto viaje.

Ese internado... me sonaba conocido, pero no sabía de dónde.

-Llegamos. - dice mi papá bajando del auto. Bufé y me baje. ¡Hoy era domingo! Un maldito domingo donde tenemos que descansar y lo único que hago es estar por entrar al Internado Goyer de San Isidro. De lo seguro una bosta.

-Tu bolsito Alex- me dice Josefina sonriendo. No entiendo cómo está zorra me siga tirando sonrisitas cuándo no la quiero.

Agarré con mala gana el bolso y la miré mal para luego seguir junto a ella a mi padre que estaba entrando. Estábamos caminando la larga entrada hasta la puerta. Al llegar mi padre abrió la puerta y ahí se encontraban muchos chicos jugando con aviones de papel, comiendo, sentados en grupos en el piso.  Todos dejaron de hacer lo que hacían y me miraban atentamente como si quisieran ojearme. Estaba nerviosa y no sé porque Josefina comenzó a acariciar mi pelo ¿a está que le pasaba?

-Podes dejar de tocarme el pelo- dije sacando brutalmente su mano.

-Lo siento...te vi nerviosa.

-Pues no lo hagas si no querés que exploté y maté a todos.

-Perdón Alexy.

-Y menos me digas Alexy, para vos Alexia. - Ella agachó su cabeza y dejó de mirarme.

-Buenos días, usted debe ser el señor Lisdey ¿no? - hablo un señor de unos treinta años.

-Un gusto subdirector y si ese soy yo- respondió mi papá sonriéndole mientras le daba la mano. Estábamos en el medio del pasillo y todos seguían mirándome. No lo resistía más, me ponían incómoda.

- ¿¡Que ven!? ¿¡Nunca vieron a una chica en esté Instituto!? Dios mío gente idiota. - dije explotando.

-¡¡¡Alexia!!!- me retó mi papá. Josefina y el subdirector largaron una pequeña risa por lo que dije.

-No, déjela- dijo el subdirector sonriéndome. - Un gusto Alexia yo soy el subdirector Simón de esté prestigiado Instituto.

- ¿Prestigiado? No sabía que los lugares prestigiados criaban simios mirones.

-Que chica más genial- dice riéndose- será un gusto tenerte acá, pero guarda que hay una directora que es una bruja. - dice lo último solo para que yo lo escuche. Me reí despacio. Esté tipo me agradaba.

-Emm...¿nosotros nos debemos ir?- pregunto mi papá.

-Si quieren o si no pueden acompañar a Alex.

HERMANASTROSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora