Capitulo 22

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ESCRITORA'S POV:

Estos cinco chicos estaban experimentando la palabra llamada "amor". Ellos no saben como se siente, ni que provoca. Ellos sienten como si su estómago se acalambrara y algo aplastará sus pulmones y no los dejará respirar haciendo que su respiración fuera agitada. Santiago es un caso aparte, el ya sintió eso y aunque no lo quiere admitir lo sigue sintiendo. Las chicas estaban prácticamente igual a ellos, ellas experimentaban esas mariposas en el estómago que vuelan desesperadamente queriendo salir. Al final no son tan distintos ¿verdad?

Ellos se sentían atraídos por ellas, no era esa simple atracción que sentían con cualquier chica, está era una atracción al notar que no son iguales al resto. Ellas no eran superficiales, no les gustaba llamar la atención, nunca tuvieron una relación seria porque simplemente ellas ignoraban a los chicos que las querían pero ahora es diferente. Alex era la menos superficial de todas, no le importaba lo que el resto decía, no le importaba verse perfecta. Le gustaba lo sencillo y sin tantos lujos.

La presión les jugaba en contra, las ganas de besarlas se les volvía una tensión, ellos deseaban besarlas y no soltarlas, ellos estaban encantados con estás chicas. Al no resistirlo más Nicolás, Renato, Santiago y Agustín acercaron a sus parejas a ellos, les tomaron la cintura y se fundieron en un tierno beso lleno tentación y ganas. Lleno de sentimientos nuevos.

Franco por otro le dio la última vuelta a su bella acompañante de grandes faroles verdes, abrazo tiernamente su flaquita cintura y la miro a los ojos. Ella se le hacía conocida, sus ojos, pelo, estatura, color de piel, voz y boca. Todo en ella se le hacía conocido pero no podía lograr descifrar quien era.

Alexia y su acompañante de ojos verdes oscuros estaban a centímetros de sus bocas pero ninguno daba el segundo paso, simplemente se miraban a los ojos. El chico la abrazaba de la cintura y ella tenía sus manos en el torso de el. Ella quería acortar ese espacio que cortaban las siluetas de sus labios y como si el leyera su mente lo hizo, la beso, la estaba besando. El beso era sencillo y lento, ellos estaban probando la textura de sus labios y le encantaba.

Alex se sentía en el aire y saco toda esa tensión en un suspiro como si esas ganas de besar a esa persona las tenía hace rato.

Lo mismo le pasaba a Franco con su pareja de ojos verdes claros, se sentía de maravilla besarla y suspiro como su pareja ¿por qué suspiraba? ¿por qué se sentía así cómo si un montón de ganas acumuladas se salían de su cuerpo? ¿por qué ella era perfecta?

Su estómago estaba burbujeando, se sentía un idiota por sentir eso pero no lo podía evitar como no podía evitar abrazar por la cintura mucho más a la chica que lo estaba volviendo loco haciendo que sus cuerpos estuvieran muy pegados. Podía olor el perfume de ella, perfume a rosas, perfume que quedaba en ella a la perfección porque para el ella era una rosa, una hermosa rosa, frágil y maravillosa, una rosa perfecta.

En eso, en ese maravilloso momento el celular de la chica sonó. De separaron con una sonrisa y ella se río a lo bajo un poco avergonzada, saco su celular y ella lo miro.

-¿Pasa algo?- pregunto Franco.

-Si, perdón pero me tengo que ir- ella se fue corriendo subiendo las escaleras, atrás se fueron otras cuatro chicas. El iba a ir a buscarla, no iba a dejarla ir después de que ella fuera la culpable de hacerle sentir un millón de cosas pero una mano en su brazo se lo impidió.

-¿Podemos bailar?- pregunto Jules.

-Ahora no Jules, tengo que hacer una cosa

-¡Oh vamos Fran!- Ella se lo estaba pidió tan sinceramente que el lo único que hizo fue asentir suspirando mirando hacía la escalera y irse a bailar con su ex novia.

HERMANASTROSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora